Los prestamistas tenemos muy mala fama y -siguiendo los pasos de Tristán- con este blog me propongo aportar mi grano de arena para que esto cambie. Intentaré ayudar a los que se aproximen a este sector, especialmente como prestatarios, a saber qué es lo más importante en cada caso, qué precauciones se deben tomar, qué condiciones son abusivas y, por tanto, ilegales, y muchas otras cosas que vayan surgiendo. Ilustraré mis comentarios con casos reales omitiendo, como es lógico, los nombres e identidades de los afectados. También denunciaré las malas prácticas que inundan el sector y que hacen que la Ley Azcárate se quede en un simple juego de niños. En este caso, una vez más, seguiré los pasos de Tristán y no me atreveré a dar nombres.
La corrección en los préstamos de capital privado
Dado que nuestra actividad está permanentemente bajo sospecha y dado que afirmamos trabajar con arreglo a la ley, considero que (sin ánimo de hacer un publirreportaje al más puro estilo Leche Pascual) debemos mencionar las grandes líneas que, bajo nuestro criterio, determinan una correcta conducta en esta actividad.
Así pues, en primer lugar, el interés aplicado nunca podrá ser superior al 15% anual (REAL), cosa que con los tiempos que corren y con la prima de riesgo que implica esta actividad, me parece más que aceptable.
En segundo lugar, no hacer operaciones sobre la vivienda habitual.
En tercer lugar, no facilitar refinanciación.
En cuarto lugar, dar a los clientes la información por escrito con la antelación preceptiva y nunca percibir cantidad alguna con anterioridad a la firma de la operación.
Evidentemente, trabajando así cuesta más ganarse la vida que haciendo las cosas de la forma tradicional, pero probablemente sea el precio de cumplir la ley y de querer dormir por las noches. Evidentemente las empresas que trabajan así no son ni una ong ni pluscuamperfectos, sino que simplemente son empresas que consideran que la figura del prestamista privado cumple una función muy necesaria en determinados momentos y que es perfectamente posible hacer las cosas correctamente y ganarse la vida.