Bonos high yield o "basura": ¿Merece la pena invertir en ellos?
Bonos high yield o "basura": ¿Merece la pena invertir en ellos?
¿Crees que la renta fija es aburrida y poco rentable? En ese caso te presento los bonos high yield o "Bonos basura", el segmento más arriesgado y potencialmente rentable de la renta fija: alto riesgo, cupón suculento y oportunidades exóticas. Descubre aquí como hacerlo
Cuando se habla de renta fija, muchos piensan automáticamente en inversiones seguras y poco rentables. Sin embargo, dentro del universo de los bonos existe un segmento mucho más arriesgado, pero también potencialmente más rentable: los bonos high yield.
¿Merece la pena invertir en bonos high yield?
Este tipo de deuda corporativa, también conocida como “bonos basura” por su menor calidad crediticia, despierta tanto interés como recelo entre los inversores.
¿Merece realmente la pena asumir más riesgo para buscar un mayor rendimiento?
Vamos a analizarlo punto por punto.
¿Qué son los bonos high yield?
Los bonos high yield son bonos emitidos por empresas o gobiernos que tienen una calificación crediticiainferior a la categoría de grado de inversión (por debajo de BBB- según S&P o Baa3 según Moody’s).
Esto significa que las agencias consideran que hay una mayor probabilidad de que el emisor no pueda devolver el dinero prestado o los intereses comprometidos.
Rating
Description
Aversión al riesgo
AAA
Nivel más bajo de riesgo de crédito
Aceptable para invertir
AA+, AA, AA-
Nivel muy bajo de riesgo de crédito
Aceptable para invertir
A+, A, A-
Nivel bajo de riesgo de crédito
Aceptable para invertir
BBB+, BBB, BBB-
Riesgo de crédito moderado
Aceptable para invertir
BB+, BB, BB-
Riesgo de crédito sustancial
Especulativo
B+, B, B-
Elevado riesgo de crédito
Especulativo
C+, C, C-
Grado especulativo
Especulativo
CC
Altamente especulativo
Especulativo
C
Nivel muy elevado de riesgo de crédito
Especulativo
D
Actualmente en default
Especulativo
*Fuente: Corporate Finance Institute (CFI)
Por tanto, esto quiere decir que el inversor está asumiendo un riesgo superior al invertir en este tipo de activos. A cambio, se le compensa con un cupón o tipo de interés más alto. De ahí su nombre: alta rentabilidad.
¿Qué características presentan?
Los bonos high yieldsuelen tener las siguientes características:
Mayor cupón que los bonos de grado de inversión, para compensar el riesgo adicional.
Mayor volatilidad en su precio, ya que su cotización reacciona con fuerza a los cambios económicos y de percepción del mercado.
Menor liquidez, especialmente en emisiones de empresas pequeñas o de países emergentes.
Duración variable, aunque suelen tener vencimientos más cortos que los bonos del Tesoro o corporativos “investment grade”.
En resumen, no son aptos para perfiles conservadores, pero pueden tener sentido dentro de una estrategia más amplia de diversificación o búsqueda de rentabilidad.
¿Por qué es tan importante controlar el spread de crédito?
Una de las métricas más seguidas en este segmento es el spread de crédito, que mide la diferencia entre la rentabilidad de un bono high yield y la de un bono del Tesoro de EE. UU. o Alemania con la misma duración. Cuanto mayor es ese spread, más riesgo percibe el mercado en el segmento high yield.
Spread de crédito de bonos basura vs SP500 | Fuente: Real Invesment Advice
Dicho de otro modo, un spread elevado puede significar dos cosas:
El mercado está exigiendo más rentabilidad por el riesgo (quizás por un deterioro macroeconómico).
O bien que hay oportunidades si el miedo es excesivo.
Al final, controlar este dato ayuda a valorar si es un buen momento para entrar o si es mejor esperar.
¿Cuál es la rentabilidad y el cupón de los high yield?
En función del emisor y del entorno económico, la rentabilidad de estos bonos puede variar mucho. En torno a abril de 2025, el rendimiento medio de los bonos high yield en EE. UU. ronda el 7,5%, mientras que en Europa es algo inferior, en torno al 6%. Esto incluye tanto el cupón como el posible descuento sobre el precio nominal.
Es importante destacar que el cupón nominal puede no reflejar la rentabilidad real, ya que muchos bonos cotizan por debajo de su valor original, lo que incrementa la yield to maturity (rentabilidad efectiva si se mantiene hasta vencimiento).
*Su capital está en riesgo. El rendimiento pasado no garantiza resultados futuros. Las inversiones pueden subir o bajar, y no hay garantía de rentabilidad futura. Investigue por su cuenta antes de invertir. Es importante buscar asesoramiento financiero antes de realizar cualquier inversión.
Rentabilidad histórica
Históricamente, los bonos high yield han ofrecido rentabilidades superiores al resto de la renta fija, aunque con mayores altibajos. Por ejemplo, en años de expansión económica como 2012-2014 o 2017, este tipo de bonos generó retornos anuales por encima del 8%.
Sin embargo, durante crisis como la de 2008 o la pandemia de 2020, sufrieron caídas severas de precio, con repuntes de impagos.
Por tanto, es un segmento cíclico: suele rendir bien en fases de crecimiento y mal en periodos de estrés financiero.
¿Qué factores influyen en su rentabilidad?
La rentabilidad de los bonos high yield está condicionada por varios elementos:
Riesgo crediticio del emisor: cuanto menor sea su capacidad de pago, mayor rentabilidad exigirá el mercado.
Entorno macroeconómico: el crecimiento económico y la inflación afectan directamente al apetito por riesgo.
Política monetaria: si los tipos suben, los bonos con mayor duración pierden valor. Los high yield suelen ser menos sensibles a tipos, pero no inmunes.
Flujos de inversión: cuando hay mayor demanda de rentabilidad, más inversores entran en este mercado, comprimiendo los spreads.
¿Qué factores influyen en la rentabilidad de los bonos High Yield?
¿Qué tipo de bonos o países se consideran “bonos basura”?
Cuando hablamos de bonos high yield, no nos referimos a un grupo homogéneo de emisores, sino a un espectro bastante amplio de perfiles de riesgo.
Dentro de este grupo encontramos muchas empresas con elevados niveles de endeudamiento o que operan en sectores especialmente sensibles al ciclo económico, como pueden ser las aerolíneas, el turismo o la energía. Estas compañías, al presentar mayores probabilidades de impago en entornos económicos adversos, ven rebajada su calificación crediticia por parte de las agencias de rating.
Pero el término “bono basura” no se limita solo al ámbito corporativo. Algunos países con finanzas públicas frágiles o históricamente inestables también emiten deuda considerada high yield. Es el caso de economías como Venezuela o Argentina (pese a que ha mejorado mucho y sus outlooks son positivos), cuyos antecedentes de impago hacen que sus bonos ofrezcan altos rendimientos como compensación por el riesgo.
Incluso países desarrollados como Italia, en ciertos tramos de su curva de deuda o en periodos de tensión fiscal, han llegado a ser percibidos con un riesgo elevado.
Dicho esto, conviene subrayar que no todos los bonos high yield son iguales. Algunos pertenecen a emisores razonablemente sólidos que atraviesan dificultades puntuales, mientras que otros están claramente al borde del default. Por tanto, la selección dentro de este universo es fundamental.
No se trata solo de buscar la rentabilidad más alta, sino de identificar emisores viables que puedan cumplir con sus compromisos.
¿Cómo comprar bonos High Yield? | Ejemplo con Freedom24
Y de igual forma que existen muchas formas de comprar bonos soberanos, como es el bono americano a 10 años, también puedes invertir en high yield de diferentes maneras; directamente o a través de un intermediario financiero.
Invertir en bonos high yield desde 1.000 euros en Freedom24
A través de un broker | Ejemplo con Freedom24
Seguramente la forma más cómoda de comprar bonos, sea hacerlo en pocos clicks a través de un broker de bonos de confianza, como pueda ser el caso deFreedom24.
Paso 1: Seleccionar el bono
Una vez abrimos nuestra plataforma de trading de Freedom24, buscamos la sección de “bonos” (cuadro verde), dentro del apartado “¿Qué comprar?”. Y una vez allí veremos todo el desplegable de los muchos bonos de los que dispone la plataforma.
Así que simplemente, escogemos aquel bono high yield en el que tengamos interés. Yo, por ejemplo, he seleccionado el bono soberano de Brasil con vencimiento en 2037, y un cupón pagadero de forma anual del 7,125%.
Seleccionar un bono high yiend en Freedom24 | Ejemplo con el bono soberano de Brasil
Y a continuación, simplemente establecemos la orden de compra.
Pero antes de configurarla, revisamos que todos los datos del bono en cuestión (en este caso de Brasil), nos cuadre con respecto a lo que queremos en términos de cupón, cantidades a comprar, comportamiento del rendimiento del mismo, etc.
Establecer orden de compra de un bono high yield en Freedom24
Y ya a partir de ahí, podemos configurar la orden de compra, teniendo en cuenta lo siguiente:
Cantidad mínima a invertir: 1.000 EUR o USD
Tipo de orden: a mercado
Cantidad de bonos (recuadro rojo): 2
De esta forma, ya tendremos nuestra orden de compra configurada. Por lo que si estamos de acuerdo con la misma, simplemente haremos click en “Comprar”.
*Su capital está en riesgo. El rendimiento pasado no garantiza resultados futuros. Las inversiones pueden subir o bajar, y no hay garantía de rentabilidad futura. Investigue por su cuenta antes de invertir. Es importante buscar asesoramiento financiero antes de realizar cualquier inversión
Y recuerda que en Freedom24 dispones de más de 147.000 bonos para negociar desde apenas 1.000 USD, tanto soberanos (como este caso), municipales, como corporativos. Si quieres más información del broker, te dejo con su review: Freedom24 opiniones España - Análisis y review
Compra directa en la web del Tesoro
A diferencia de los bonos soberanos tradicionales, los high yield rara vez están disponibles para su compra directa en la página web del Tesoro de un país. Esto se debe a que la mayoría de estos bonos son emitidos por empresas privadas o por gobiernos extranjeros con estructuras más complejas de colocación.
Sin embargo, la compra de bonos del Tesoro español a través del Banco de España, los cuales tienen una calidad crediticia superior (investment grade), es una de las formas más directas, seguras y transparentes para los inversores particulares que quieren acceder a la deuda pública nacional sin intermediarios.
Esta opción permite invertir en Letras del Tesoro, Bonos y Obligaciones del Estado, es decir, en los instrumentos de financiación que emite el Estado español para cubrir sus necesidades presupuestarias.
Comprar bonos del tesoro de España | Fuente: Tesoro Público
El proceso se realiza a través del servicio de compra directa del Tesoro Público y desde allí, los inversores pueden:
Consultar el calendario de subastas.
Abrir una cuenta directa del Tesoro, donde se depositarán los títulos adquiridos.
Realizar órdenes de compra para las emisiones nuevas que salgan al mercado.
La cuenta directa no tiene comisiones de mantenimiento, y permite operar sin necesidad de un bróker. Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de un canal pensado para comprar en subasta primaria, no en el mercado secundario (es decir, no para comprar bonos ya emitidos ni hacer trading).
En las subastas, el inversor puede elegir entre dos modalidades:
Precio competitivo: se indica el tipo de interés deseado, aunque implica mayor riesgo de que la orden no se ejecute.
Precio no competitivo: se acepta el tipo medio ponderado de la subasta; ideal para pequeños inversores que priorizan la simplicidad.
Los bonos emitidos por el Estado español gozan actualmente de una calidad crediticia elevada, aunque por debajo del nivel más alto posible. Las tres principales agencias de calificación crediticia les asignan las siguientes notas (pueden variar ligeramente con el tiempo):
Moody’s: Baa1
S&P: A
Fitch: A-
Invertir mediante fondos o ETFs de bonos
Debido a la complejidad de analizar cada emisor individual, la vía más habitual para acceder al mercado high yield es a través de fondos de inversión o ETFs de renta fija high yield (fondos cotizados).
Estos productos permiten diversificar el riesgo de crédito entre múltiples emisores y sectores, reduciendo así el impacto que pueda tener la caída de un bono en concreto.
Además, los ETFs ofrecen una liquidez adicional, ya que pueden comprarse y venderse en bolsa como si fueran acciones. Entre los vehículos más populares en Europa destacan:
*Su capital está en riesgo. El rendimiento pasado no garantiza resultados futuros. Las inversiones pueden subir o bajar, y no hay garantía de rentabilidad futura. Investigue por su cuenta antes de invertir. Es importante buscar asesoramiento financiero antes de realizar cualquier inversión.
Los dos primeros están domiciliados en Irlanda y replican índices compuestos por bonos high yielddenominados en euros. Son productos regulados bajo normativa UCITS, lo que aporta un marco legal sólido y garantías para el inversor minorista.
¿Qué riesgos tiene invertir en bonos high yield?
Como hemos explicado anteriormente, aunque su rentabilidad puede resultar atractiva, los riesgos que conlleva este tipo de inversión son considerables y deben ser cuidadosamente evaluados.
¿Cuáles son los riesgos de invertir en bonos basura?
El primero y más evidente es elriesgo de crédito: Esto significa que el emisor podría no pagar los intereses o incluso dejar de devolver el capital al vencimiento. Las tasas de impago (default) varían según el ciclo económico, pero en promedio se sitúan en torno al 4%-5% anual, con tasas de recuperación que oscilan entre el 40% y el 50%.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta la volatilidad. En momentos de incertidumbre, los inversores tienden a evitar activos de riesgo, lo que puede provocar caídas bruscas en el precio de los bonos high yield y dificultar su venta en el mercado secundario, afectando a su liquidez.
Por último, aunque suelen tener vencimientos más cortos que otros bonos, también están expuestos al riesgo de tipos de interés, especialmente si los inversores empiezan a exigir mayores primas por el riesgo asumido. En este caso, el precio de los bonos existentes puede caer, afectando su valor de mercado.
¿Cómo ajustar la exposición a high yield según el ciclo económico?
Una de las formas más eficaces de invertir en este tipo de bonos sin incurrir en riesgos innecesarios es aplicar una gestión táctica de la exposición en función de la fase del ciclo económico.
Durante periodos de expansión y recuperación, la mejora de los beneficios empresariales y la reducción del riesgo de impago favorecen a los high yield. Es en estos momentos cuando puede tener sentido sobreponderarlos en cartera, ya que el binomio rentabilidad-riesgo es más favorable.
En cambio, durante las fases de desaceleración o recesión, la situación se vuelve más delicada. Las probabilidades de impago aumentan, y los inversores se vuelven más reacios al riesgo. En este contexto, lo recomendable es infraponderar la exposición a este segmento o centrarse exclusivamente en emisores con mejor perfil crediticio dentro del universo high yield.
Esta rotación estratégica permite adaptar la cartera a las condiciones del mercado, maximizando las oportunidades y minimizando los riesgos en cada fase.
¿Merece la pena exponerse a los bonos high yield? | La opinión de Héctor Mohedano
Desde mi punto de vista, los bonos high yield pueden tener un lugar razonable en una cartera bien diversificada, siempre y cuando el inversor comprenda bien los riesgos que asume.
No obstante, no deben representar nunca un porcentaje demasiado elevado del total, especialmente en perfiles conservadores, pero sí pueden ser útiles para aportar un extra de rentabilidad en entornos de tipos bajos o en mercados que evolucionan de forma lateral.
Eso sí, es fundamental no dejarse seducir únicamente por los altos cupones. Estos activos requieren seguimiento, análisis y una vigilancia constante de las condiciones de mercado.
Para muchos inversores, lo más prudente es acceder a ellos mediante ETFs o fondos especializados, donde el riesgo se diluye entre numerosos emisores y se gestiona de forma profesional.
En definitiva, sí, los high yield pueden merecer la pena, pero con cabeza. No es renta fija entendida como sinónimo de seguridad, sino renta fija con personalidad y carácter. Una herramienta más, útil si se sabe utilizar, pero peligrosa si se ignoran sus reglas.