Me he despertado esta mañana con las imágenes de los trabajadores de Lehman Brothers con cajas y saliendo cabizbajos del edificio del banco. Actualmente, las empresas están realizando grandes esfuerzos por presentar una imagen respetuosa con la sociedad, y sus inquietudes, sin olvidar a sus accionistas. En este contexto, debemos exigir a nuestros bancos que ofrezcan esa imagen de responsabilidad con la sociedad. Máxime, cuando somos todos quienes hemos pagado sus graves errores, y máxime cuando una entidad financiera ya no solo debe ganar dinero, sino que es un pilar clave en el sistema económico occidental.
Es decir, si cae una empresa de el sector tecnológico, es claro que los accionistas y clientes pedirán explicaciones a sus responsables. Pero cuando lo que cae es una entidad financiera, no solo piden responsabilidades los accionistas y clientes, sino que gobiernos, ciudadanos, e instituciones supranacionales se tambalean ante situaciones como las que vivimos el año pasado con Lehman Brothers.
Es por eso, que una entidad financiera, no solo se debe a sus accionistas sino que se debe a gran cantidad de actores que interactuan en la economía real diaria. Con la caída de Lehman Brothers, se paralizó el mercado interbancario, las acciones de los bancos cayeron en picado, y se produjo una desconfianza total en el sistema, y en la economía de la cual aún hoy nos estamos recuperando.

En el post anterior sobre: "Quién tiene problemas de acceso al crédito", se me tacho de que si estaba a favor de los bancos, y el post no trataba de eso, sino que estaba en contra de los empresarios que pedían dinero sin tener una idea clara de cual es el futuro de la empresa. No quiero que muchos lean esto y crean que soy un demagogo, para eso ya hay muchos en la televisión y en la política, sino que entiendo que deben ser los grandes culpables de esta grave crisis financiera internacional quienes paguen con sus grandes patrimonios los destrozos que han ocasionado. Puesto que cualquier autónomo con un pequeño error en su gestión se puede quedar sin nada y entiendo que los grandes directivos deben de tener la misma suerte.
Hay que tener en cuenta que, esta crisis a puesto de manifiesto que, se benefician de grandes bonificaciones dinerarias gracias a sus resultados cortoplacistas. Asimismo, muchos de ellos, gracias a las SICAV se benefician de un tipo impositivo del 1%, un gran paraíso fiscal que queda en nuestro sistema tributario, y además no asumen ninguna responsabilidad por sus errores, somos todos quienes los salvamos, y no se pide que estos cesen de sus puestos. ¿Alguien da más?
A modo de conclusión, ha pasado un año de la caída de Lehman Brothers, dos años de crisis financiera, y nadie ha aprendido nada de esta situación. ¿Cuando volveremos a el boom inmobiliario? Esta claro que todos deseamos ser ricos, y ganar dinero de manera fácil, pero alguien, debería poner las cosas en su sitio, puesto que la mano invisible de Adam Smith no fue capaz de frenar una caída tan aguda como esta.
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