En una semana que empezó fatal y que ha terminado razonablemente bien, el bitcoin y Tesla, los dos valores a los que dedicábamos nuestra sección el pasado lunes, no podían ser la excepción, y tras un debut semanal bastante inquietante, un debut que además en el caso de Tesla coincidía con su estreno como miembro del S&P 500, la realidad es que el bitcoin ha remontado hasta superar este fin de semana los 28.000 dólares y Tesla se ha recompuesto hasta terminar prácticamente en tablas esta mini semana penúltima del año.
Las “remontadas” bursátiles, tan del gusto de los aficionados al fútbol, se han convertido en una de las señas de identidad de este extraño 2020 que estamos viviendo y sufriendo. En teoría esas “remontadas” deberían anticipar una reapertura de las economías y una vuelta a la normalidad, favoreciendo a empresas como la aerolínea IAG o la hotelera Meliá.
Pero, como Sísifo, aquel personaje de la mitología griega condenado a empujar una gran piedra desde la base de una montaña hasta su cima para, una vez allí, ver cómo esta caía rodando de nuevo hasta el punto de partida, los valores vinculados a la recuperación ven una y otra vez frustrada su “remontada”. Y eso les obliga a volver a intentarlo, bien es verdad que no exactamente desde la base de la montaña, sino desde un poquito más arriba que la vez anterior.
El Gráfico muestra como el pasado lunes IAG y Meliá se desplomaron, al llegar las noticias de una mutación del coronavirus en Inglaterra, y asimismo muestra la recuperación de ambos títulos en las sesiones posteriores. Una recuperación que ha permitido a IAG y a Meliá ganar respectivamente un 5,9% y un 5,5% en la semana.
Flotando en ese océano de liquidez creado por los Bancos Centrales, las cotizaciones emergen hacia la superficie una y otra vez desde las profundidades, por muy abajo que hayan llegado.
La pregunta es si la economía real, la de verdad, la de Main Street, va a ser capaz de emerger igualmente desde esa profunda sima a la que le ha llevado la pandemia o si le va a costar un poco más, o tal vez mucho más, que a los mercados financieros.
Es una duda que el 2020 deja sin responder. Como deseamos ser positivos, queremos pensar que al final la economía se reactivará, gracias a las vacunas y a la medicina monetaria y fiscal. Las personas queremos consumir y volver a la vida normal, y más bien pronto que tarde así lo haremos.
Pero una vez se reabran las economías, solo tendrán futuro las empresas sólidas, bien posicionadas y bien gestionadas. Y afortunadamente tanto IAG como Meliá están entre ellas.
