Hola. He leído el artículo ese de la BBC del que me pusiste el enlace.
No sé que decirte al respecto. Por una parte, sólo faltaba que siendo un gobierno populista y muy de izquierdas, encima no distribuyera la riqueza lo más posible. Algo con lo que estoy totalmente de acuerdo, pues se trata de buscar la mayor justicia social.
Pero por otra parte, la riqueza de Venezuela proviene casi exclusivamente de su grandísima producción de petróleo, y de él saca el gobierno venezolano el dinero para todas esas ayudas o subsidios. Lo cual, quiere decir que si de la noche a la mañana cesara por cualquier motivo x dicha producción, se encontrarían con que en dicho país, el 90% de la población estaría en la miseria más absoluta, porque precisamente debido a dichas generalizadas ayudas o subsidios estatales, en Venezuela ha desaparecido prácticamente cualquier industria o actividad empresarial o comercial que no tenga que ver con el petróleo, hasta límites que ni te puedes imaginar.
Digamos que el gobierno es el que da de comer directamente o indirectamente a la mayoría de la población a través de dicha producción de petróleo. Eso hace que prácticamente no exista ningún espíritu emprendedor, y en los sectores más pobres de la población, ni siquiera queda ya, en ocasiones, el deseo de buscar un trabajo, pues prefieren malvivir con un subsidio, pero sin hacer nada, a estar trabajando 12 horas al día para cobrar sólo un poco más de lo que les deja el subsidio sin hacer nada.
Todo esto ha hecho que el país poco a poco se vaya pareciendo cada vez más, en ciertas cosas, a los países del este durante la Guerra Fría. No hay prácticamente diversificación ninguna en la mayoría de los negocios o comercios. Pero a diferencia de los países del este durante las dictaduras comunistas, en los que no había prácticamente delincuencia ninguna, en Venezuela no es así. Nunca ha sido así, ni siquiera con gobiernos anteriores a los bolivarianos, pero desde que éstos llegaron al poder, la inseguridad se ha desmadrado incluso mucho más.
No sé, supongo que vivir en Venezuela tendrá sus cosas buenas y sus cosas malas, pero bastante gente que conozco que vive en ese país (chateando por Internet se conoce gente de todo el mundo, como bien sabrás), lo que me cuentan de primera persona es que cada vez viven peor, con sueldos más míseros, con una inflación que aquí ni la podríamos soñar (del 30 o 40% al año), con una inseguridad que prácticamente hace que sea una locura salir de casa cuando cae el sol (una venezolana con la que hablo mucho me dijo que se pasó toda la noche rabiando de dolor, porque no se atrevía a salir de su casa para ir a urgencias, hasta que no se hiciese de día...), y que en definitiva, cada vez está más hartos de vivir así.
Ya sé que evidentemente, si salió elegido el mismo partido en las últimas elecciones (aunque fuese por un estrecho margen de votos) es porque la mayoría de los venezolanos lo quiso, pero cuando yo le señalo precisamente esto a la mayoría de venezolanos–as que conozco, siempre me dicen lo mismo: que son todos los que cobran subsidios directos del gobierno, gracias a los cuales no trabajan, ni hacen nada, salvo estar borrachos y si acaso dar vueltas por ahí por las calles a ver si trincan algo de alguna pobre víctima con la que se topen, los que en su inmensa mayoría votaron al maduro en estas últimas elecciones. Porque ya se han acostumbrado a malvivir, sin tener que hacer nada.
En fin, tampoco te puedo decir con total rotundidad, porque cada país es un mundo, y muchas veces las comparaciones son odiosas, pero incluso en el peor momento de nuestra crisis española, creo que hemos vivido muchísimo mejor que se vive en Venezuela.
Y respecto a la calidad de la democracia venezolana, no sé si viste un video que se difundió mucho por Internet, la noche del día en que se celebraron las últimas votaciones electorales en las que salió elegido maduro, en el que se veía el típico plató de la televisión pública venezolana, que emitía en directo durante todo aquel día de las elecciones, con muchos tertulianos, entendidos en política, presentadores y mucha animación, y justo en aquel momento se conoció que por un estrecho margen, pero finalmente había ganado maduro. La reacción de todos los que había en aquel plato de televisión dice bien a las claras el miedo que hay en ese país: todos todos todos, fuesen del signo político que fuesen, es decir, presentadores, tertulianos, tías buenas de estas que ponen de relleno en muchos espacios de televisiones latinas (por el tamaño de sus pechos y lo buenísimas que están), analistas políticos de todo signo que allí habían, y hasta los propios técnicos de sonido, los cámaras, y todo quisqui dentro de dicho plato, cuando el locutor principal difundió en voz alta la noticia de que maduro había ganado, todos todos todos, absolutamente todos, se pusieron en pie inmediatamente y con una cara que parecía que les había tocado la lotería, empezaron a aplaudir y a gritar bravo, como si les fuera la vida en ello, pues sabían que eso se estaba emitiendo en directo, y cualquier signo de desdén o incluso simple indiferencia hacia el régimen gobernante, les podía costar muy caro. Si esto es en una televisión pública, no quiero imaginar el ambiente tan plural, ideológicamente hablando, que podría haber en las privadas proclives al gobierno.
A lo mejor no viste ese video, pero yo creo que es la mejor prueba de que aquí en España, se vive muchísimo mejor que en Venezuela, y por muchos corruptos que haya y cosas así, la calidad de nuestra democracia es infinitamente mejor.
Y respecto a lo que dices de que son unos corruptos demostrados por sentencia judicial el PP y el PSOE... pues no te quito la razón. Pero eso no hace, ni implica, que todos los políticos del PP o del PSOE sean corruptos. Sostener eso sería tan absurdo como sostener que una persona x es corrupta, simplemente por el hecho de que la cúpula directiva de la empresa en la que trabaja ha sido condenada por corrupción. Es como si detienen al jefe y a algunos directivos de tu empresa por corrupción, y una tercera persona te llama a tí (que eres un simple trabajador) corrupto. Tú le dirías con toda razón que qué idiotez te está diciendo. Pues lo mismo te digo.
En cualquier caso, y aunque yo sé que realmente por supuesto que ha habido, existe y seguirá existiendo la corrupción (y si podemos llegara al poder, ten por seguro que por supuesto que también seguiría existiendo), pero creo que de tanto hablar de corrupción, nos estamos obsesionando con ella. La corrupción es mala, hay que intentar evitarla, hay que crear leyes o legislación en general para que sea muy difícil que se dé, y en caso de que a pesar de todo se diera, que dichas leyes garantizaran lo máximo posible que los que la habían hecho, siempre sean cogidos y juzgados. Pero dicho esto, que por supuesto es así, repito que creo que estamos magnificando el problema de la corrupción. Desde la derecha se dice que los de izquierda no pueden hablar de otra cosa, más que de la corrupción, porque si quieren ganar las próximas elecciones, como es lógico y dado lo que dejó zapatero, ni locos pueden hablar de economía, así que no les queda más remedio que repetir lo de la corrupción, una y otra y otra y otra vez, para desgastar al actual gobierno, pues es la única forma en la que lo pueden desgastar. Y dicen que por eso, los periódicos y televisiones de izquierda, lo único de lo que se habla es de la corrupción del PP (pero nunca de la del PSOE).
Pero en cualquier caso, te digo una cosa entre tú y yo: cuatro de cada cinco personas que tú veas en la calle, en las radios, en las televisiones, en las peluquerías, en los bares... que se dan golpes en el pecho, indignados por tanta corrupción, y con cada golpe repiten que ellos son los más honrados del mundo y nunca habrían hecho eso y que habría que colgar a todos los corruptos y muchas tonterías más así... no se dan esos golpes realmente por ese motivo que dicen, sino por la rabia que les produce el no haber estado en el lugar de todos esos corruptos, para haberse llenado los bolsillos tanto o más que ellos se los llenaron.
Y te aseguro que para caer en la corrupción, no hay que tener una predisposición especial para ella, sino todo lo contrario: hay que ser muy muy muy muy honrado para no caer en ella, si alguien te ofrece (seas un político, un oficinista, un basurero, un taxista o quien seas) la tentación de una pequeña corrupción económica, y te asegura que todos los que trabajan en tu mismo puesto ya cobran esa comisión económica corrupta, y nunca les ha pasado nada, y si no lo haces, además de no cobrar nada, te vas a señalar a ti mismo como alguien que va contra corriente y que no se integra en lo mismo que todos los demás están haciendo, y otros argumentos más parecidos...
Piensa (y te lo digo muy en serio) que la inmensa mayoría de las personas que conoces, si hubiesen tenido la suerte de estar en el lugar de todos esos políticos corruptos, hubieran hecho lo mismo exactamente que ellos han hecho, exacta exacta exactamente lo mismo.
Y ya termino diciéndote, para el milagroso caso de que no te hayas quedado dormido: que la corrupción es mala y no debería existir. Dicho lo cual, lo que no podemos tampoco llegar es a que el único criterio o el principal que usemos para decidir quién será el presidente del gobierno o de cualquier partido político o el alcalde o cualquier otro cargo político, sea encontrar a la persona más más más honesta que conozcamos. Porque a los políticos no los escogemos ni les pagamos porque sean catedráticos de ética, sino para cumplir una función: crear el mayor bienestar y riqueza para aquellos que les han votado. Yo prefiero que mi alcalde o que el presidente de mi comunidad autónoma o de mi gobierno central sea en su intimidad un corrupto que se lleve un 5% de comisión de todo lo que pase por sus manos, siempre y cuando (pues no tiene nada que ver una cosa con la otra) sea lo más eficaz posible en su cargo, y cuando lo termine, haya dejado un país, una comunidad autónoma o una ciudad mucho mejor que cuando llegaron. Prefiero a un presidente o a un alcalde así, sea del PP, del PSOE, de podemos o de la madre que lo parió, a uno que sea el más más honrado del mundo, pero que sea un total inepto para dar una vida mejor (económica y en todos los demás aspectos importantes de la vida para nosotros, los de a pie) a sus ciudadanos. Porque a los políticos no les pagamos para deslumbrarnos con su honradez u honestidad, sino para crear riqueza, bienestar y hacernos la vida más fácil y placentera.