La imaginación de los agentes del sistema financiero para retorcer la llamada economía real, en su propio beneficio parece no tener tiene límites. La penúltima invención es la llamada criptomoneda. La más conocida, el Bitcoin ha experimentado un alza nunca conocida antes en activos financieros. Muchos inversores “de la calle” tentados por el beneficio potencial me preguntan qué opino del Bitcoin .Mi respuesta es muy clara: las monedas se inventaron como medio de pago, convirtiéndose en divisas cuando empezó el comercio internacional. Una divisa es el reflejo del país que la emite y está respaldada por su economía: el $ está respaldado por EEUU, el € por la UE, el Bolívar, por Venezuela, el Peso por Argentina ¿Y el Bitcoin? Por nada: esta es la respuesta.
Su urgente regulación financiera a nivel internacional consensuada (ya lo está en EEUU, lo que no me tranquiliza porque priman siempre el negocio de sus bancos de inversión), que he sugerido, está ya en fase de estudio por parte del resto de las autoridades financieras. De esta falta de control se están beneficiando como siempre los grandes bancos de inversión internacionales y grandes corporaciones como Tesla, que después de acumular 4.000 millones $ en Bitcoin, anunciar que promoverá las ventas de sus automóviles en esta moneda y obtener pingües beneficios, vende su cartera de Bitcoin, sin decirlo y anuncia que descubre que la moneda no “es verde“ y no la aceptará como medio de pago de sus vehículos: resultado, el Bitcoin se desploma y doy por hecho que ha vuelto a comprar. Lo mismo ocurre con Goldman Sachs, que anuncia su opinión sobre un riesgo en ese activo después de haber vendido con enormes plusvalías. Esto se denomina “front running” y es una práctica prohibida y perseguida por los regulares, por no hablar del delito de información privilegiada. Ambos son imposibles de probar en este caso primero porque su regulación es difusa e incompleta y segundo porque las transacciones del Bitcoin no pasan por ningún circuito rastreable.
Algunos iluminados vaticinan la implantación del Bitcoin como único de medio de pago internacional y la desaparición de las divisas. Confío en el buen criterio de los Bancos centrales para promover una regulación estricta de las transacciones en Bitcoin y el límite sobre su uso. Me preocupa que se haya autorizado la inclusión de Bitcoin en fondos de inversión porque realmente es el único activo que existe sobre el que no se puede emitir una opinión de inversión.
Todo esto ante la tormenta perfecta que se divisa en el cielo de los mercados financieros: Bolsas, Bonos (estos han bajado ante el repunte de los secundarios de tipos por el riesgo de inflación) , Criptodivisas, Renovables, Materias primas en máximos históricos , disparo de la inflación en EEUU en el primer trimestre lo que anticipa una subida de tipos de interés por la Fed , letal tanto para acciones como para bonos. Todo ello en un contexto de euforia por una supuesta salida de la crisis económica debida a las vacunas que no parece tener en cuenta que todas las multinacionales están despidiendo a porcentajes de personal del orden del 20%, que los sueldos, mundiales si no congelados, se están viendo reducidos y las ayudas al crédito de pymes( que representan el 55% del PIB mundial) o no llegan a tiempo o en cuantías insuficientes. Aunque a finales de 2022 se recuperen los PIBS del 2019, las bolsas han subido en media en 2020 y lo que va del 2021 un 25%; si ya estaban los precios de los activos inflados artificialmente antes de Marzo 2020, imagínense ahora.
Ante esta situación Corefinance ha preparado a sus clientes diseñando productos financieros de última generación que no existen en España , sí en Suiza para clientes selectos de banca privada destinados a 2 tipos de clientes, siempre de carácter cualificado: para gestores de sicav, family offices o grandes patrimonios un sistema que garantiza el 100% del capital ´+ las rentabilidades que obtenga el gestor y para cualificados una variedad de productos que siempre garantizando el 100% del capital, ofrecen rentabilidades superiores a cualquier otro activo del mercado.
Carlos Orduña
Ceo Corefinanance Financial Services
11