La inefable y xenofoga de Gisper renuncia a la Cruz de Sant Jordi despues de llamar cerdos
a parte de parlamentarios catalanes
a parte de parlamentarios catalanes
Un brillante orador, después de oír durante meses al impresentable Rivera llamar a su partido golpistas con la complicidad de la Presidenta del Congreso, dijo "a partir de ahora cuando nos llamen golpistas les llamaremos fascistas". Fue mano de santo, la presidenta cómplice acabó con los insultos en un santiamén.
¿Es necesario demostrar que insultar al otro es muy fácil, para acabar con los insultos? Lo digo porque yo sé insultar, aunque no sea mi estilo.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.