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¿Y si vuelve PuigDemont?

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Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Puigdemont pide dinero

El expresidente quiere una oficina en Bruselas con dotación económica, personal y un equipo de escoltas

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, solicitará que se aplique la ley de Presidencia cuando el Parlament elija su sucesor, según la cual le correspondería una oficina como expresidente, personal y un equipo de escoltas. “En el momento en que haya un nuevo presidente elegido por el Parlament y yo adquiera la condición de expresidente autonómico, y no antes, estudiaré si pido ejercer estos derechos que me corresponden”, ha asegurado este viernes en una entrevista en Rac1.

Puigdemont ha explicado que “lo que corresponde a un ex presidente, de acuerdo a la ley, es un grupo reducido de personas, creo que son tres, un equipo de escolta para asegurar la protección, unas dotaciones económicas para el funcionamiento del oficina y si procede, el alquiler de un espacio para poder desarrollar las actividades”. “Es lo que se tendrá que hacer, aplicar la ley”, ha remachado.

El expresidente ha afirmado que “ni un euro público” se destina actualmente para afrontar sus gastos en Bélgica. “Lo pagamos nosotros, personalmente, y gente de mi entorno, que de su bolsillo, pone dinero”, ha manifestado Puigdemont, quien ha añadido que también hay ciudadanos que aportan “su solidaridad”.

https://politica.e-noticies.es/puigdemont-pide-dinero-116083.html

#124

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

El Departamento de Salud de La Ribera , en Alzira, volverá el próximo 1 de abril al control público tras quince años funcionando como una concesión administrativa y a pesar de los intentos de la empresa que lo gestiona, Ribera Salud, de impedir en los tribunales esta desprivatización.

Así lo asegura la Conselleria de Sanidad en un argumentario de lo que ha sido el proceso de reversión de La Ribera desde que el Pacto del Botánico  llegara a la Generalitat, un procedimiento que, afirma, se esta haciendo "con previsión, transparencia y planificación".

La Conselleria asegura que esta decisión está destinada a reforzar la sanidad pública y recuerda que el president de la Generalitat, Ximo Puig , ya anunció en Les Corts Valencianes el 16 de septiembre de 2016, con año y medio de antelación, que el contrato no se renovaría.

A finales de marzo de 2017, un año antes del fin del contrato, Sanidad remitió a la concesionaria las normas de reversión, con instrucciones sobre la información que debían remitir para garantizar la normalidad en la transición.

Durante todo este proceso, Ribera Salud ha tratado de impedir en los tribunales las acciones de la Administración dirigidas a desprivatizar el departamento, y estas acciones se han dirigido contra la decisión de no prorrogar el contrato y contra las normas de reversión.

Hasta el momento, según Sanidad, hay nueve resoluciones ya resueltas que han desestimado los procedimientos judiciales planteados por la empresa, cuatro relativas a la no prórroga del contrato y otras cinco en relación con las normas de reversión.

Según Sanidad, una vez que el departamento de salud de La Ribera pase a control público directo, seguirán los mismos trabajadores bajo la condición de trabajadores laborales a extinguir en sus mismas condiciones contractuales (indefinidos o temporales).

Se producirá una situación de sucesión de empresas, lo que implica que la Administración se subrogará como empleador y asumirá los trabajadores bajo la fórmula de trabajadores laborales a extinguir.

No obstante, aún está en la fase final del trámite de aprobación por vía de urgencia el decreto que regula los efectos de la extinción del servicio público por concesión del Departamento en materia de personal.

Además de mantenerse los mismos servicios asistenciales, Sanidad ha diseñado un plan de inversiones de urgencia para mejorar distintos aspectos del departamento, que prevé consignar 5,7 millones de euros en 2018 y 2,1 millones en 2019, tanto en el hospital como en  Atención Primaria.

En el hospital habrá mejoras en las plantas de hospitalización, urgencias, hospital de día oncológico y se cambiará parte del mobiliario, y respecto al equipamiento, en breve se licitarán un acelerador lineal, un PET-TC y una actualización para el mamógrafo.

También se destinarán 450.000 euros para la adquisición de mobiliarios y arreglo de infraestructuras en Atención Primaria, se renovará el equipamiento de radiología, obsoleto en algunos centros de salud y se adquirirán dos ecógrafos. A esto se suma algo más de un millón de euros para ampliar el Centro de Salud de Algemesí.

Según Sanidad, se mantendrán todos los servicios y se estudiará la incorporación de nuevos, se crearán plazas para cubrir especialidades que hoy en día se cubren mediante contrato mercantil y se incrementará progresivamente la plantilla actual para reducir la precariedad.

Durante todo el proceso se han mantenido distintas reuniones y entrevistas con los jefes de servicio del hospital, se han visitado los centros de salud y se han celebrado encuentros en ayuntamientos de la comarca de La Ribera para informar sobre el proceso de reversión.

Respecto al transporte público, también se mantienen reuniones entre responsables de las consellerias de Sanidad y Vivienda para mejorar el acceso desde distintos municipios.

Además, el aparcamiento del hospital será gratuito, según las fuentes, que explican que se está llevando a cabo el procedimiento administrativo de expropiación de parte de las parcelas del aparcamiento que no están registradas bajo la titularidad de la Generalitat.

De momento se han licitado servicios y prestaciones como el inventario del hospital o el dimensionamiento de las inversiones, la alimentación, el gas natural, la electromedicina, el mantenimiento, la lavandería, la gestión de residuos, la limpieza, la vigilancia, los gases medicinales y se está tramitando la cafetería.

En breve saldrán las licitaciones correspondientes a un acelerador lineal, un PET-TAC, una actualización del mamógrafo, tres equipos digitales de radiología general y dos ecógrafos.  

http://www.eldiario.es/cv/hospitales-privatizados-control-publico-judicializacion_0_746125574.html

#127

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Lo único que Franco tenía limpio en vida era el culo. Ahora, más de cuarenta años después, lo han metido en la colada y nos lo van a sacar blanco e impoluto. Sin centrifugar.

Lo único que Franco tenía limpio en vida era el culo. Ahora, más de cuarenta años después, lo han metido en la colada y nos lo van a sacar blanco e impoluto. Sin centrifugar. Hasta tal punto funciona el blanqueador óptico, que los hijos del dictador han puesto a la venta el emblema de la extorsión practicada por su familia sobre el pueblo español, el Pazo de Meirás, que se publicita con imágenes del hombre que robó la libertad a este país por la fuerza, leyendo como un vejete cualquiera el periódico y tomando el desayuno. Casi como si hubiera sido una persona. Como si no revolviera la cucharilla sobre la humillación y el dolor y el miedo de muchas familias. La voz del NODO, que aún es para muchos oídos sinónimo de opresión y mentira, incluso para los míos que aún tuvieron que oírla antes de que empezara la sesión infantil de un cine provinciano, se explaya traducida al inglés para intentar sacar otros ocho millones de euros más del oprobio.

Ocho millones. Es la cifra que los Franco -en cualquier país decente les hubieran explicado que es posible cambiarse el apellido por causa grave en el Registro Civil- han largado para que llegue al oído de quien corresponde. Y no son, aunque así lo simulen, los inversores extranjeros. No hay posibilidades reales de que el Pazo de Meirás sea adquirido por un millonario excéntrico. No sólo porque en la mayor parte del mundo sí está estigmatizado el nombre y la figura del golpista que abocó a España a una guerra fratricida, en la que amagaron por primera vez, y como gran ensayo, las fuerzas fascistas y sus oponentes, sino porque no hay comprador que suelte la tela por un bien cuya titularidad es dudosa y, por tanto, lo son las facultades para transmitir la propiedad. Ha venido como agua de febrero, el informe jurídico encargado por la Diputación de Pontevedra en el que se llega a la conclusión de que la transmisión de la propiedad del Pazo a Franco es jurídicamente muy dudosa como poco.

 

Así que cualquier extranjero romántico de fascismo que quisiera hacerse con el edificio debería de saber que sobre él se ciernen dudas jurídicas -suficientes como para arriesgarse a perder su dinero- y la catalogación como Bien de Interés Cultural que le obligaría a abrirlo cuatro veces al mes a las visitas. Un chollo, vamos. La mejor forma de dar salida a ocho millones de euros perdidos. Es evidente que los Franco están señalando a las administraciones públicas para que pasen por caja y les larguen en cash unos milloncejos. Tal decisión no puede producirse. El dinero extorsionado al pueblo no puede volver a ser comprado con dinero público.

Pero mientras, la lavadora sigue el programa largo para obtener una especie de sábana santa del dictador del palio. Hasta donde sabemos, el KGB ha reconocido haber incinerado en abril de 1970 los restos de Hitler que se habían enterrado, junto con otras personalidades de su régimen, en Magdeburgo. En esa ocasión, los restos del dictador nazi fueron incinerados y arrojados al río Biederitz para que jamás pudieran ser encontrados y convertida su localización en lugar de peregrinación. Aquí, en pleno siglo XXI, los eurodiputados han de ser invitados a contemplar las flores frescas que yacen sobre la tumba del tirano, bajo metros de hormigón y cúpulas construidas por presos políticos represaliados por él mismo. Un sarcástico monumento a la humillación de las víctimas arrebatas a la tierra para tener que servir de coartada a su masacrador.

Es terrible pero en esta España del siglo, existe aún una gran parte de la población a la que tal circunstancia no le incomoda. Paréceme que hasta que no consigamos llegar al mínimo consenso de que este país fue privado de libertad y de derechos por la fuerza y sometido durante cuarenta años a una dictadura oprobiosa y vergonzante, no conseguiremos llegar a acuerdos serios en nada más. No es aceptable que un partido de gobierno se niegue a asumir una realidad que le pesa en el ADN. No hay excusas. No hay heridas que se reabran sino heridas en los vencidos y acallados y represaliados que jamás se han cerrado. No hay explicación moral alguna para destinar dinero público a repatriar los cuerpos de los españoles que fueron a luchar junto a los nazis, con la cruz gamada y el juramento de fidelidad al Führer, y no los haya para sacar de las cunetas a los soldados republicanos y a los represaliados. No porque no empatice con los familiares de los divisionarios, sino porque creo en los derechos de memoria de todos. Algo que a los populares no les sucede.

Pero puede hacerse. En los últimos años en Navarra han conseguido revertir el oprobio de tener enterrados en una cúpula gigante a los dos generales golpistas del 36, Mola y Sanjurjo. Este último, doblemente golpista. El obispo de Pamplona dio la autorización para que fueran exhumados de la basílica y entregados los restos a sus familias que les dieron sepultura privada donde desearon. Este mismo camino deben seguir los restos del dictador. No pueden seguir en un lugar preeminente descojonándose con risa de ultratumba de los más de veinte mil cuerpos robados para darle cobertura. Un eurodiputado lo ve clarísimamente. Es una situación inaudita en la Unión Europea. Cierto es que en las democracias del continente se estudiaba historia y, entre ella, la de la conflagración española que fue el germen y la siembra de todo el horror que la siguió.

Sólo nos quedaría por ver un anuncio del conocido detergente utilizando unas imágenes en negro con la cancioncilla de la época: “porque su mujer lo lava con Ariel” mientras el dictador pasa revista con su níveo uniforme de gala de marino. Cualquier cosa. Nada es imposible.

Hace falta otro gobierno y hace falta que no sea sensible a las presiones de los poderes fácticos, como al parecer lo fue el de Zapatero, cuando no dio el paso de solucionar de una vez por todas esta situación inaceptable. Eso o que Europa, último escalón de nuestra esperanza, nos dé un toque definitivo al respecto.

Si no, Franco acabará tendido cara al sol como gustaba en nuestro futuro para siempre como un cadáver impoluto para que las generaciones venideras se vean abocadas a repetir el pasado. Parece ser nuestra condena.

http://www.eldiario.es/zonacritica/colada-dictador_6_746185384.html

 

#128

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Lo único que Franco tenía limpio en vida era el culo. Ahora, más de cuarenta años después, lo han metido en la colada y nos lo van a sacar blanco e impoluto. Sin centrifugar. Hasta tal punto funciona el blanqueador óptico, que los hijos del dictador han puesto a la venta el emblema de la extorsión practicada por su familia sobre el pueblo español, el Pazo de Meirás, que se publicita con imágenes del hombre que robó la libertad a este país por la fuerza, leyendo como un vejete cualquiera el periódico y tomando el desayuno. Casi como si hubiera sido una persona. Como si no revolviera la cucharilla sobre la humillación y el dolor y el miedo de muchas familias. La voz del NODO, que aún es para muchos oídos sinónimo de opresión y mentira, incluso para los míos que aún tuvieron que oírla antes de que empezara la sesión infantil de un cine provinciano, se explaya traducida al inglés para intentar sacar otros ocho millones de euros más del oprobio.

Ocho millones. Es la cifra que los Franco -en cualquier país decente les hubieran explicado que es posible cambiarse el apellido por causa grave en el Registro Civil- han largado para que llegue al oído de quien corresponde. Y no son, aunque así lo simulen, los inversores extranjeros. No hay posibilidades reales de que el Pazo de Meirás sea adquirido por un millonario excéntrico. No sólo porque en la mayor parte del mundo sí está estigmatizado el nombre y la figura del golpista que abocó a España a una guerra fratricida, en la que amagaron por primera vez, y como gran ensayo, las fuerzas fascistas y sus oponentes, sino porque no hay comprador que suelte la tela por un bien cuya titularidad es dudosa y, por tanto, lo son las facultades para transmitir la propiedad. Ha venido como agua de febrero, el informe jurídico encargado por la Diputación de Pontevedra en el que se llega a la conclusión de que la transmisión de la propiedad del Pazo a Franco es jurídicamente muy dudosa como poco.

 

Así que cualquier extranjero romántico de fascismo que quisiera hacerse con el edificio debería de saber que sobre él se ciernen dudas jurídicas -suficientes como para arriesgarse a perder su dinero- y la catalogación como Bien de Interés Cultural que le obligaría a abrirlo cuatro veces al mes a las visitas. Un chollo, vamos. La mejor forma de dar salida a ocho millones de euros perdidos. Es evidente que los Franco están señalando a las administraciones públicas para que pasen por caja y les larguen en cash unos milloncejos. Tal decisión no puede producirse. El dinero extorsionado al pueblo no puede volver a ser comprado con dinero público.

Pero mientras, la lavadora sigue el programa largo para obtener una especie de sábana santa del dictador del palio. Hasta donde sabemos, el KGB ha reconocido haber incinerado en abril de 1970 los restos de Hitler que se habían enterrado, junto con otras personalidades de su régimen, en Magdeburgo. En esa ocasión, los restos del dictador nazi fueron incinerados y arrojados al río Biederitz para que jamás pudieran ser encontrados y convertida su localización en lugar de peregrinación. Aquí, en pleno siglo XXI, los eurodiputados han de ser invitados a contemplar las flores frescas que yacen sobre la tumba del tirano, bajo metros de hormigón y cúpulas construidas por presos políticos represaliados por él mismo. Un sarcástico monumento a la humillación de las víctimas arrebatas a la tierra para tener que servir de coartada a su masacrador.

Es terrible pero en esta España del siglo, existe aún una gran parte de la población a la que tal circunstancia no le incomoda. Paréceme que hasta que no consigamos llegar al mínimo consenso de que este país fue privado de libertad y de derechos por la fuerza y sometido durante cuarenta años a una dictadura oprobiosa y vergonzante, no conseguiremos llegar a acuerdos serios en nada más. No es aceptable que un partido de gobierno se niegue a asumir una realidad que le pesa en el ADN. No hay excusas. No hay heridas que se reabran sino heridas en los vencidos y acallados y represaliados que jamás se han cerrado. No hay explicación moral alguna para destinar dinero público a repatriar los cuerpos de los españoles que fueron a luchar junto a los nazis, con la cruz gamada y el juramento de fidelidad al Führer, y no los haya para sacar de las cunetas a los soldados republicanos y a los represaliados. No porque no empatice con los familiares de los divisionarios, sino porque creo en los derechos de memoria de todos. Algo que a los populares no les sucede.

Pero puede hacerse. En los últimos años en Navarra han conseguido revertir el oprobio de tener enterrados en una cúpula gigante a los dos generales golpistas del 36, Mola y Sanjurjo. Este último, doblemente golpista. El obispo de Pamplona dio la autorización para que fueran exhumados de la basílica y entregados los restos a sus familias que les dieron sepultura privada donde desearon. Este mismo camino deben seguir los restos del dictador. No pueden seguir en un lugar preeminente descojonándose con risa de ultratumba de los más de veinte mil cuerpos robados para darle cobertura. Un eurodiputado lo ve clarísimamente. Es una situación inaudita en la Unión Europea. Cierto es que en las democracias del continente se estudiaba historia y, entre ella, la de la conflagración española que fue el germen y la siembra de todo el horror que la siguió.

Sólo nos quedaría por ver un anuncio del conocido detergente utilizando unas imágenes en negro con la cancioncilla de la época: “porque su mujer lo lava con Ariel” mientras el dictador pasa revista con su níveo uniforme de gala de marino. Cualquier cosa. Nada es imposible.

Hace falta otro gobierno y hace falta que no sea sensible a las presiones de los poderes fácticos, como al parecer lo fue el de Zapatero, cuando no dio el paso de solucionar de una vez por todas esta situación inaceptable. Eso o que Europa, último escalón de nuestra esperanza, nos dé un toque definitivo al respecto.

Si no, Franco acabará tendido cara al sol como gustaba en nuestro futuro para siempre como un cadáver impoluto para que las generaciones venideras se vean abocadas a repetir el pasado. Parece ser nuestra condena.

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¿Te queda mucho Ok diario?.......

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Lo único que Franco tenía limpio en vida era el culo. Ahora, más de cuarenta años después, lo han metido en la colada y nos lo van a sacar blanco e impoluto. Sin centrifugar. Hasta tal punto funciona el blanqueador óptico, que los hijos del dictador han puesto a la venta el emblema de la extorsión practicada por su familia sobre el pueblo español, el Pazo de Meirás, que se publicita con imágenes del hombre que robó la libertad a este país por la fuerza, leyendo como un vejete cualquiera el periódico y tomando el desayuno. Casi como si hubiera sido una persona. Como si no revolviera la cucharilla sobre la humillación y el dolor y el miedo de muchas familias. La voz del NODO, que aún es para muchos oídos sinónimo de opresión y mentira, incluso para los míos que aún tuvieron que oírla antes de que empezara la sesión infantil de un cine provinciano, se explaya traducida al inglés para intentar sacar otros ocho millones de euros más del oprobio.

Ocho millones. Es la cifra que los Franco -en cualquier país decente les hubieran explicado que es posible cambiarse el apellido por causa grave en el Registro Civil- han largado para que llegue al oído de quien corresponde. Y no son, aunque así lo simulen, los inversores extranjeros. No hay posibilidades reales de que el Pazo de Meirás sea adquirido por un millonario excéntrico. No sólo porque en la mayor parte del mundo sí está estigmatizado el nombre y la figura del golpista que abocó a España a una guerra fratricida, en la que amagaron por primera vez, y como gran ensayo, las fuerzas fascistas y sus oponentes, sino porque no hay comprador que suelte la tela por un bien cuya titularidad es dudosa y, por tanto, lo son las facultades para transmitir la propiedad. Ha venido como agua de febrero, el informe jurídico encargado por la Diputación de Pontevedra en el que se llega a la conclusión de que la transmisión de la propiedad del Pazo a Franco es jurídicamente muy dudosa como poco.

 

Así que cualquier extranjero romántico de fascismo que quisiera hacerse con el edificio debería de saber que sobre él se ciernen dudas jurídicas -suficientes como para arriesgarse a perder su dinero- y la catalogación como Bien de Interés Cultural que le obligaría a abrirlo cuatro veces al mes a las visitas. Un chollo, vamos. La mejor forma de dar salida a ocho millones de euros perdidos. Es evidente que los Franco están señalando a las administraciones públicas para que pasen por caja y les larguen en cash unos milloncejos. Tal decisión no puede producirse. El dinero extorsionado al pueblo no puede volver a ser comprado con dinero público.

Pero mientras, la lavadora sigue el programa largo para obtener una especie de sábana santa del dictador del palio. Hasta donde sabemos, el KGB ha reconocido haber incinerado en abril de 1970 los restos de Hitler que se habían enterrado, junto con otras personalidades de su régimen, en Magdeburgo. En esa ocasión, los restos del dictador nazi fueron incinerados y arrojados al río Biederitz para que jamás pudieran ser encontrados y convertida su localización en lugar de peregrinación. Aquí, en pleno siglo XXI, los eurodiputados han de ser invitados a contemplar las flores frescas que yacen sobre la tumba del tirano, bajo metros de hormigón y cúpulas construidas por presos políticos represaliados por él mismo. Un sarcástico monumento a la humillación de las víctimas arrebatas a la tierra para tener que servir de coartada a su masacrador.

Es terrible pero en esta España del siglo, existe aún una gran parte de la población a la que tal circunstancia no le incomoda. Paréceme que hasta que no consigamos llegar al mínimo consenso de que este país fue privado de libertad y de derechos por la fuerza y sometido durante cuarenta años a una dictadura oprobiosa y vergonzante, no conseguiremos llegar a acuerdos serios en nada más. No es aceptable que un partido de gobierno se niegue a asumir una realidad que le pesa en el ADN. No hay excusas. No hay heridas que se reabran sino heridas en los vencidos y acallados y represaliados que jamás se han cerrado. No hay explicación moral alguna para destinar dinero público a repatriar los cuerpos de los españoles que fueron a luchar junto a los nazis, con la cruz gamada y el juramento de fidelidad al Führer, y no los haya para sacar de las cunetas a los soldados republicanos y a los represaliados. No porque no empatice con los familiares de los divisionarios, sino porque creo en los derechos de memoria de todos. Algo que a los populares no les sucede.

Pero puede hacerse. En los últimos años en Navarra han conseguido revertir el oprobio de tener enterrados en una cúpula gigante a los dos generales golpistas del 36, Mola y Sanjurjo. Este último, doblemente golpista. El obispo de Pamplona dio la autorización para que fueran exhumados de la basílica y entregados los restos a sus familias que les dieron sepultura privada donde desearon. Este mismo camino deben seguir los restos del dictador. No pueden seguir en un lugar preeminente descojonándose con risa de ultratumba de los más de veinte mil cuerpos robados para darle cobertura. Un eurodiputado lo ve clarísimamente. Es una situación inaudita en la Unión Europea. Cierto es que en las democracias del continente se estudiaba historia y, entre ella, la de la conflagración española que fue el germen y la siembra de todo el horror que la siguió.

Sólo nos quedaría por ver un anuncio del conocido detergente utilizando unas imágenes en negro con la cancioncilla de la época: “porque su mujer lo lava con Ariel” mientras el dictador pasa revista con su níveo uniforme de gala de marino. Cualquier cosa. Nada es imposible.

Hace falta otro gobierno y hace falta que no sea sensible a las presiones de los poderes fácticos, como al parecer lo fue el de Zapatero, cuando no dio el paso de solucionar de una vez por todas esta situación inaceptable. Eso o que Europa, último escalón de nuestra esperanza, nos dé un toque definitivo al respecto.

Si no, Franco acabará tendido cara al sol como gustaba en nuestro futuro para siempre como un cadáver impoluto para que las generaciones venideras se vean abocadas a repetir el pasado. Parece ser nuestra condena.

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