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Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte

6 respuestas
Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte
Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte
#1

Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte

Hace unos días, al anochecer, dos ladrones se pasearon por el jardín de mi casa. Uno de ellos, incluso, llegó a introducirse por una ventana semiabierta y penetró en el interior. Estábamos viendo Perdición en la tele y nadie se dio cuenta hasta que Rumba, la perra, alzó la cabeza, gruñó y se lanzó hacia el pasillo, seguida por Sherlock. Cogí la escopeta de caza y la linterna, hice clac-clac metiendo un cartucho de postas en la recámara –no sabía lo que iba a encontrar, y estoy mayor para que me inflen a hostias–, pero el intruso ya se había largado. Así que, tras asegurarme de eso, salí al jardín a echar un vistazo. Pero no había nadie. Los dos fulanos habían saltado el muro, largándose. Así que telefoneé a Picolandia por si entraban en otra casa cercana, guardé la escopeta, cerré la ventana, conecté la alarma, acaricié a los perros y seguí viendo la peli, resignado. Se preguntarán ustedes cómo sé que los asaltantes eran dos. Y la respuesta está chupada: los vi luego en las cámaras de vigilancia. Las imágenes eran todo un espectáculo, pues se veía perfectamente como los malos saltaban el muro con una tranquilidad asombrosa, cual si no les preocupase que los vieran o no. Caminaban rodeando la casa mientras buscaban cómo entrar. Lo hacían sin esconderse, con toda calma, charlando entre ellos mientras comentaban la jugada, esta ventana sí y aquella no, cómo lo ves, colega, etcétera. Ni siquiera se agachaban, y miraban las cámaras –llevaban gorras que les ocultaban la cara– sin esconderse, con ganas de saludar. Y al llegar ante la ventana iluminada del cuarto donde veíamos la tele, se detuvieron un buen rato, estudiándonos. Una familia y dos perros absortos en Fred McMurray, Bárbara Stanwick y Edward G. Robinson. Pan comido, compañero. Ningún problema. Así que siguieron dando la vuelta, vieron entreabierta una ventana en la cocina, uno ayudó al subir el otro, y éste se coló por ahí. Como por su propia casa.

Tiene huevos el asunto, oigan. Los dos, tan campantes. Y yo, luego, mientras exploraba el jardín con la herramienta en la mano, preocupado por si los encontraba allí. Qué pasa, pensaba, si le pego un tiro a uno, aunque sea en una pierna, y le estropeo algo. O si en la casa, olvidándome de la escopeta, al ver a un tío dentro, hubiera agarrado uno de los sables de caballería napoleónicos que tengo allí para endiñarle un sablazo. O sea, mi ruina total. Si lo dejo vivo, me reclamará daños y perjuicios. Si me lo cargo, su familia vivirá de mí el resto de su vida. Pero si ocurre lo contrario, si es el malo quien madruga y mi mujer o mi hija se los encuentran en el pasillo o el dormitorio, si a mí me dan las mías y las del pulpo –a ver quién se mete en una casa ajena sin llevar, al menos, una navaja en el bolsillo– a ellos no les pasará absolutamente nada. Como mucho, una visita al cuartelillo para comprobar que tienen más antecedentes que Curro Jiménez. Después, un juez aburrido o comprensivo los pondrá en la calle tras afearles la conducta, e incluso sin afeársela, citándolos para dentro de unos meses, o unos años, o nunca. Y si alguna vez les cae algo, que lo dudo, será una cosita suave, poco traumática; porque, a fin de cuentas, el noble deseo de nuestra sociedad no es castigar, sino regenerar. Y más cuando los regenerables se limitan a entrar en casas ajenas y dar a sus propietarios unos golpes o navajazos de nada. Y encima, a lo mejor o casi seguro, esos fulanos que miran las cámaras con todo descaro son producto de una sociedad explotadora e injusta; o incluso, atenuante definitivo, inmigrantes sin trabajo rechazados por la opulenta y egoísta Europa. Y una casa con jardín, propia en España de ricos y de fachas, es provocación pura y dura.

Total, que esos eran mis alegres pensamientos mientras iba la otra noche con la linterna y la escopeta, mirando rincones como un gilipollas. Podrías ahorrarte el paseo, chaval. Pensaba. Porque ya me contarás, si los encuentras, qué carajo vas a hacer con la posta lobera. Y lo peor es que lo saben. Hasta puede que sean ellos quienes te introduzcan la escopeta por el ojete. Conocen de sobra dónde están, y a qué leyes se enfrentan. Por eso posan tranquilos ante las cámaras. Es la ventaja que tiene vivir en un país como éste, democracia ejemplar donde los derechos y libertades de cualquier hijo de la gran puta empiezan donde acaban los de la gente honrada y normal; no en una pseudo-democracia fascista como, por ejemplo, los Estados Unidos, donde a un intruso pueden pegarle un tiro en cuanto pisa un jardín ajeno. Aquí, eso sólo nos parece bien en las películas de Clint Eastwood.

http://www.zendalibros.com/intrusos-casa-otras-impotencias/

 

#2

Re: Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte

que razon tiene....saludos

#3

Re: Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte

Hace tiempo que perdió el oremus.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#4

Re: Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte

Estamos en esta mierda llamada ESPAÑA y es lo que toca.
Exactamente lo que dice este hombre.
Se da un golpe de estado y no pasa nada......se presentan todos los golpistas a las elecciones.....Por cierto al Sr Tejero que no quería acabar con ESPAÑA no le trataron igual.... precisamente.
El rajao nos birla las pensiones por séptimo año 12,13,14,15,16,17,18 y el tipo de vacaciones en Pontevedra.
Eso si ellos trincan ni se sabe ....sobres....bufandas y luego a predicar.
Cada día todo da más asco.
¡Rajao DIMISION¡ y que lo juzgen por chorizo.

#5

Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte.Vender algo sin debate real

El gran zasca a 'figurones' como Vargas Llosa, Javier Cercas y Luis Garicano

Ignacio Sánchez-Cuenca publica ‘La desfachatez intelectual’, un riguroso análisis sobre la baja calidad del debate público en España

Les acusa de “machismo discursivo”, “cultura de amiguetes” y “provincianismo intelectual”. Estamos ante uno de los títulos más polémicos y necesarios del año. En el capítulo final, Sánchez-Cuenca explica que el panorama comienza a mejorar con un ecosistema mediático más abierto y riguroso. Nos acercamos a su despacho para charlar con el autor. 

Pregunta. ¿Cuál fue su motivación para escribir ‘La desfachatez intelectual’?

https://www.elconfidencial.com/cultura/2016-03-14/el-gran-zasca-a-figurones-como-vargas-llosa-javier-cercas-y-luis-garicano_1167404/

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Se diría que  rajar contra la clase política cuando te ponen la Medalla de la Comunidad de Madrid, delante pues de ministros y autoridades, te convierte en un intelectual insobornable, en la gran voz crítica de tu generación, en el heterodoxo que grita lo que otros callan. Pues eso es lo que ha hecho esta semana Arturo Pérez-Reverte... y no era la primera vez. Por la boca digital de don Arturo han salido exabruptos como: "Si Aznar era un arrogante y Zapatero un imbécil, Rajoy es un sinvergüenza". ¿Su delito? Culpables de la crisis por no haber atajado el "derroche autonómico" y un "sistema clientelar de 20.000 asesores políticos y compadres" que "asfixia a España".

Ocurre que uno rasca un poco sobre el discurso intelectual de  Arturo Pérez-Reverte y llega justo a la conclusión contraria: he aquí un intelectual 'mainstream' e inofensivo a más no poder. A ver si nos vamos enterando: insultar a un político español a estas alturas de la crisis, 234 millones de insultos después, es un ritual tan folclórico y tan vaciado de significado crítico que más que un pensador ingobernable Pérez-Reverte parece un entrañable minino de angora. El gran 'macho man' de las letras españolas disparando, ¡ay!, con balas de fogueo.

https://blogs.elconfidencial.com/cultura/animales-de-compania/2016-05-08/perro-ladrador-poco-mordedor-el-drama-intelectual-de-perez-reverte_1195224/

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Día Sexto - Don Arturo Pérez-Reverte

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Muchachada Nui - 3x12 - Celebrities: Arturo Pérez-Reverte

Un saludo

#6

Re: Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte.Vender algo sin debate real.Pensamiento Unico

P. ¿Por qué estuvieron tan ciegos los intelectuales de éxito durante la crisis económica? R. Mi tesis es que se obsesionaron con el nacionalismo. No atendían a muchas más cosas. Eso fomentó el aislamiento en el que vivían. Se separaron demasiado de la sociedad. Fueron poco sensibles y muy condescendientes con todo lo que podemos llamar nueva política, me refiero al entorno del 15M. En el fondo, les recuerda un poco a sus años mozos, donde algunos fueron anarquistas, otros marxistas-leninistas y alguno hasta militó en las filas de ETA. 

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R: Hay una responsabilidad compartida, pero la principal es la de quien pone su firma en la opinión. Somos muy críticos con el sectarismo de los partidos políticos, con la manera tan brutal en que defienden a los suyos y descalifican a los contrarios, pero en el mundo del debate público pasa algo similar. Se establecen lazos muy fuertes entre periódicos y escuderías literarias del mismo grupo mediático. Les dejan decir lo que sea. Deberían prescindir de los artículos de sus autores si la calidad es mucho menor que las de sus novelas. Una vez entras en el grupo, de ahí no te saca nadie. Se establecen lazos que no son sanos.

Reincidentes - Váyanse a la mierda (Awkan, Sin Parar de Buscar) (2015)

Un saludo

#7

Re: Intrusos en casa y otras impotencias,por Perez-Reverte.Vender algo sin debate real.Pensamiento Unico

Muy interesantes las opiniones de Ignacio Sánchez-Cuenca, son para abrir los ojos.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

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