leyendo sobre este tema y sobre comprar en las bajadas, etc. He rebuscado en mis notas y encontré algo que un forero (creo al estilo usillo) publicó en expansión-foro para explicar el seguimiento. Creo que le puede servir de guia a muchos novatos. Además, le veo similitud a lo que dice usillo ya que se consigue ir rebalanceando y a su vez eliminando y/o reduciendo el riesgo. es de lo más coherente que encontré en su día por la web.
No he comprobado la rentabilidad elevada que pone como ej. Supongo que saldrá con la fórmula de la R.compuesta.
Cada semana relleno en una hoja de cálculo el valor de cada uno de los fondos que tengo, y lo comparo con la cartera modelo que me cree en un principio. Si veo que las ponderaciones por categoría no están muy alejadas (1%-2%) no me preocupo. Si pasan del 3%, entonces empiezo a investigar si debería reequilibrar la cartera.
En cuanto al tiempo que le dedico, realmente deben ser 10 minutos al día y 3 o 4 horas el fin de semana.
Cada mes más o menos hago un pequeño muestreo que puede durar otras 4-6 horas. Eso sí, los primeros meses de comenzar la cartera sí que tuve que trabajar duro.
¿Cómo sé cuándo debo hacerlo?
- Miro las rentabilidades de las categorías que más han subido/bajado para cada uno de los plazos (una semana, un mes, tres meses, seis meses y un año).
Elevo las rentabilidad parciales al año de forma compuesta* y me pregunto si están dentro de los parámetros normales que espero.
Por ejemplo, digamos que en la categoría de renta variable Europa las rentabilidades son 1%, 4%, 10%, 12% y 18%. Las rentabilidades elevadas al año serían: 68%, 60%, 46%, 25% y 18%. Yo espero que en el total del año me de una rentabilidad de entre el 15% y el 25%, por lo que los últimos tres meses superan ampliamente mis expectativas. Esto me indica que el mercado puede estar sobrecomprado, por lo que realizo el reequilibrio.
Un cambio del 3% al 5% no va suponer gran cosa si el mercado sigue subiendo, porque la cartera se volverá a desequilibrar y seguirá acumulando en dirección de la tendencia. Sin embargo, me produce la doble satisfacción de haber recogido parte de los beneficios y de que mi cartera esté donde quiero que esté. En caso de que se produzca una corrección, habré ayudado a que no se produzca una caída tan fuerte, y además tendré un capital extra para reentrar cuando acabe la corrección.
Supongamos que las rentabilidades son las siguientes: -5%, -10%, -1%, 8% y 12%. Al año serían -93%, -72%, -4%, 17%, 12%. Obviamente, esto no puede seguir bajando a la velocidad del último mes, pero en los últimos seis meses aún ganaría el equivalente al 17% anual, con lo que la bajada podría continuar, así que espero una semana más para reequilibrar (o al menos un par de días). Normalmente no lo hago ahsta que la rentabilidad mensual es positiva. Recordemos que esto es sólo si sigo pensando que la rentabilidad anual debería estar entre el 15% y el 25%, si hubiera cambiado de opinión tendría que incluirlo.
- Otra técnica que suelo utilizar es que, cada semana, ordeno mis fondos según la rentabilidad mensual, y después según la rentabilidad trimestral.
El fondo que más haya perdido en alguno de los dos plazos, lo deshago total o parcialmente (yo lo hago mediante paquetes de inversión del 3% de mi cartera), y lo traspaso al fondo que más haya ganado.
Si la categoría de ese fondo está por encima del porcentaje que quiero asignarle, busco el siguiente fondo más rentable, o lo paso a un fondo de la misma categoría que el inicial, siempre y cuando haya ganado. En último caso, iría a un monetario.
Este método puede ayudar en el caso de que los mercados entren en una crisis, ya que en teoría me obligaría a salirme totalmente de renta variable en 15 semanas con una cartera del 50% en RV.
- Las dos técnicas que he explicado pueden aplicarse de otras formas menos agresivas, por ejemplo puedes no salirte de un fondo hasta que haya perdido en los plazos de 3 o 6 meses, realizando menos traspasos al año. El principio detrás de las dos es el mismo: hay que ir acumulando paulatinamente a favor de la tendencia, y reducir en mercados sobrecomprados o a la baja, hasta que haya una sobreventa y empiece a ganar.