No tengo ningún interés en que le vaya mal a los griegos ni a nadie.
Grecia es el espejo en el que nos debemos mirar. Y si no queremos terminar como ellos deberemos hacer algo distinto. De momento lo que tenemos es que vamos tras sus pasos. El amigo Mariano va a terminar su mandato dejando un pufo bastante más gordo que el que se encontró al llegar.
Los señores de Syriza en un par de meses se han llevado por delante su programa electoral. Ahora ya sólo quedan de él los fuegos artificiales, como la auditoría de la deuda, cuya única utilidad es mantener distraído al personal para que no se ocupe de prestar atención a las faltas promesas una vez más incumplidas. Ellos ya sabían que no iban a cumplir sus compromisos y bastantes de sus votantes también. Lo de siempre: Político = Mentiroso.
Y al final lo que queda es una factura más sobre las espaldas de los que las pasan putas para pagar el recibo de la luz.