Vodafone sigue la estela de Telefónica y acaba con los móviles gratis
Un mes después de que Telefónica tomase la decisión de levantar el pie del acelerador de las subvenciones a los móviles, Vodafone ha anunciado una decisión similar.
Esta mañana, el presidente de Vodafone, Francisco Román, y el consejero delegado de la filial española, Shameel Joosub, anunciaron la nueva política comercial. Se trata, como en el caso de Movistar, de eliminar la subvención para captar nuevos clientes procedentes de otros operadores. La medida entrará en vigor a lo largo del mes de abril, probablemente a partir de la segunda semana.
A partir de entonces, Vodafone ofrecerá a los clientes que se quieran pasar a su red terminales sin subvencionar, aunque sí los venderá a plazos. También incorporará otra medida similar a la de su rival, es decir, que admitirá como parte del pago para un nuevo teléfono que se entregue el móvil viejo. Además, a los doce meses de antigüedad, el cliente pasará a disfrutar de las ventajas de los clientes “antiguos”.
Sin embargo, para los ya clientes, se mantendrán las actuales políticas de subvenciones y programas de puntos. Pero además, y a diferencia de Movistar, también se permitirá que el cliente antiguo pueda cambiar su móvil por uno nuevo entregando el viejo como parte del pago, e incluso, esa diferencia se podrá pagar a plazos.
Con esta medida Vodafone pretende reducir drásticamente los costes de adquisición de clientes, que estaban castigando sus márgenes. La filial del operador británico ha visto como sus márgenes (ebitda sobre ventas) se deterioraban en los seis primeros meses (abril-septiembre) de su ejercicio 2011-2012, mientras que se mantenían casi estables o subían en Alemania, Reino Unido e Italia, los otros tres grandes mercados europeos. Pero en España se reducían desde el 33,2% de 2010 al 27,1% de 2011, por la bajada de precios y la caída del consumo. Esa presión ha pesado, sin duda, en la decisión de la filial española, que así puede ver como su rentabilidad mejora.
El riesgo para Movistar y Vodafone es que los otros operadores (principalmente Orange y Yoigo) no les sigan en la tendencia y mantengan sus subsidios, atacando así su base de clientes. Por eso, tanto Movistar como Vodafone pretenden mejorar su oferta a los ya clientes, para blindar su base de usuarios. De esa forma, si consiguen reducir mucho las bajas de su propia base, la rotación de clientes se centraría en los de los otros dos operadores, Orange y Yoigo, un mercado muy pequeño.
Preocupación por competencia
Una de las grandes preocupaciones de Vodafone antes de tomar esta medida es que se pueda percibir en algunos círculos como fruto de un acuerdo previo con Movistar, lo que le podría acarrear problemas con la Comisión Nacional de Competencia (CNC). Aunque es normal que en mercados donde hay pocos actores, las decisiones y los cambios de estrategia del líder influyan en las decisiones de los otros competidores, la preocupación subsiste.
De hecho, la CNC abrió expediente sancionar a Movistar, Vodafone y Orange en octubre de 2007, al entender que había indicios de que hubieran pactado una subida de la cuota de establecimiento de llamada al eliminar el redondeo e implantar las llamadas tarificadas por segundos. Sin embargo, el expediente fue posteriormente archivado por el propio supervisor
