Solo hay 2,2 afiliados por pensionista, la relación más baja en 18 años
Toledo fue el lugar elegido en 1995 por los grupos parlamentarios para buscar soluciones a la crisis que entonces sufría el sistema público, que ese año sumó unos 3.000 millones de euros déficit. Reunidos durante un fin de semana todos los partidos se pusieron de acuerdo para salvar a las pensiones de la lucha partidista. La idea era «sacar» las jubilaciones del debate electoral. Es decir, que a partir de ese momento, las reformas en la Seguridad Social se tomaran por consenso y pensando en la sostenibilidad del sistema a largo plazo.
Aquel pacto político quedó impreso en un acuerdo parlamentario el 6 de abril de ese mismo año. 15 recomendaciones sirvieron de base para el acuerdo que posteriormente rubricaron el Gobierno y los sindicatos en 1996 y que dio lugar a la Ley de 1997 de Consolidación y Racionalización del Sistema de Seguridad Social. Aquella norma incrementó de ocho a 15 el número de años para calcular la base reguladora de la pensión, fijó la revalorización de las pensiones según la evolución prevista del IPC y la creación del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que comenzó a rodar con 2.000 millones. Tras llegar a rozar los casi 70.000 de fondos en los mejores momentos para el empleo en España, en la actualidad cuenta con 11.602 millones.