Dice una conocida y protocolaria frase que se dice el pecado y no el pecador. ¿Hasta cuándo hay que mantener en silencio la verdad, mientras que los demás no callan su falsedad, ni se les calla, por aquello de la mal entendida libertad de expresión?
Aquí el pecador por omisión se gritó a los cuatro vientos, no nos olvidemos. Y nadie puso un punto y final a la contienda unilateral, hasta que la situación se desbordó, se fue de las manos de todos y aconteció lo que todos sabemos y pocos entendemos, yo por lo menos no.
Del twitter ni idea porque no lo sigo. Ni tengo cuenta pajaril. Me refiero a privados más personales...
Sin ánimo de ponerme flores ni medallitas, porque no me hacen falta, espero que nadie tenga que pasar por lo que hemos tenido que pasar nosotros. Y digo nosotros, porque el jefe, se ha llevado también algún que otro momento increíble. Obviamente, su reacción era más lógica que la mía, más fría, para algo es guiri del norte, claro, jajaaaa
Solo hay uno que me llega al alma, que por privado comulga con mis ideas y mi manera de ver la vida y vivir mi fe y por delante se hincha a recomendar lo contrario. Lo siento, tanta hipocresía no me cabe en la cabeza.
También te digo que si alguno supiera lo que piensan de él, en fin, quizá no "sonreiría" tanto a sus amiguit@s y patalearía tanto a sus enemiguitos, jajaaaa. Hay una frase graciosa en FB, creo que incluso hay una página abierta al respecto que dice: "Si los que hablan mal de mi, supieran lo que pienso de ellos, hablarían peor". Igual no es textual, pero va por ese camino semántico.
Mira, cuando A habla mal con B de C, B tiene que tener claro que A con C, le pondrán a bajar de un burro, con B de burro, vaya. Es ley de cotilleo, jajaaaa. Por algo, soy de la opinión de no hablar de sujetos, sino de objetos y acciones, salvo en los casos que el sujeto se haya puesto en evidencia libremente, en un medio público, como ha sido el caso de la insípida y "alienada" flor de Poitiers, o de algún que otro equinodermo asteroideo, con muy mala uva y peor corazón, que después de desearme lo peor que se le puede desear a un ser vivo, lo que son las cosas, de aquí salió mucho antes que Karli, ;-)
Sí, alguien consiguió su fin. ¿Y? Dios castiga sin piedra ni palo.
Para acudir a la fuente de la que supuestamente emana el grave insulto, hace falta tener lo que muchos no parecen tener: ¡Noooo, no pensemos mal, jajajaaa,,XDDDDD! Hace falta ganas de esclarecer los hechos y tiempo. Lo que digo siempre, ganas de conocer a tus interlocutores virtuales, que no todo el mundo tiene ganas, es una realidad, compañero.
Si en meses, qué digo, años, no se ha conseguido ganar la suficiente confianza como para transmitir personalidad, carácter, dignidad, educación, saber estar, conocimiento tales que hagan por lo menos, intuír, que algo chirría... No sé si merece la pena seguir hablando.
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A ver, lo que comentas a continuación es otro tema bien distinto. La primera vez que hablé contigo sobre la religión que libremente he decidido practicar, tuve la extraña sensación de que me querías imponer tu criterio, radicamente opuesto al mío y obviamente, defendí mi postura, ¡faltaría más! Oye, qué dictatorial me caíste, por favor, jajaaaa. Pero hablando se entiende la gente... si quiere.
Volvemos una vez más a lo de siempre: Hay que tener intención, hay que querer desfacer los entuertos. Pero chico, ¿qué más pretenden si he extendido mi mano SIETE veces a la misma persona, incluso en Pascua de Resurrección, en alguna Navidad, en momentos significativos para uno que se dice cristiano y jamás ha aceptado la reconciliación? ¿Nadie se ha planteado que es sencillamente, porque no le interesa dicho hermanamiento, porque no quiere dar su brazo a torcer de todo lo mentido? (No vaya a ser que en una de esas, se destape la realidad y nos quedemos con el pompis al aire).
Pero no, nadie lo quiere ver, porque a nadie le interesa querer.
El que viene es monárquico, ya te lo digo yo, los títulos nobiliarios le molan, ;-) Hablaremos del tema otro día, que mi nobiliario estómago me está recordando que hoy he madrugado y desayunado demasiado pronto.
Un abrazo con apetito
¡Sed muy felices!