Quizás me decida cuando tenga un poco más de tiempo, ahora voy justo. No obstante muchas cosas que guardo es una pena no darles algo más de aire. Por otra parte, tu tienes una manera de expresarte excelente y te digo lo mismo. Si te decides a publicar algo, hazlo saber, puedo asegurarte que me lo compraré. Lo que relatas es siempre encantador y una gozada, no lo digo yo, lo dice toda la gente del foro que te lee y tu lo sabes.
En cuanto a los regalos, de todo hay. Me has recordado además que luego se da el caso de gente que no quiere verse sentada con este, gente que no quiere estar con aquel, gente que casi viene con una cinta metrica a medir la distancia a la mesa de los novios. Santo cielo, yendo todo bien se te hace horrible. Los nervios de la Iglesia indescriptible. Los de la novia, luego me enteré de que a la peluquera de mi mujer se le había olvidado su cita de la mañana para retocarla y llegó tarde a la boda. La sesión de fotos, otro horror. Después de fusilarte en cien mil posiciones te hace repetir algunas, sin comentarios vamos.
Hasta que no nos fuimos de viaje no disfrutamos de habernos casado, la verdad.
El viaje a Italia excelente. El avión despegó de Manises y no me mareé. Ese era mi miedo principal jajaja. En media horita en Fiumucino. Entonces empezamos a disfrutar de todo. Nadie te fiscaliza, no tienes que dar explicaciones y encima haces lo que te sale de la pipa, que es lo mejor de este mundo.
En cuanto a los regalos muchas veces es la misma historia. Pero pienso que en parte también es fallo del que se toma tanta molestia "sin escuchar", porque hay gente que no escucha nunca, a nadie, por nada. Les dices, vale, ya no puedo con ello, pero su "buena voluntad" está por encima. Recuerdo incluso un examigo, que me llamaba a cualquier hora del día y... de la noche para contarme cuitas. Se lo dijimos, se lo pedimos, pero le superaba su "buena voluntad" ... y lo más gracioso para darnos consejos no te lo pierdas. Un día que mi padre estaba malo a las dos de la madrugada nos dió un puñetero susto de muerte. Le pedimos que nos dejara una temporada y de esto ya van cuatro años en los que vivimos mejor. La verdad, me sabe mal por él, pero en fin, creo que no podría volver a soportarlo.
Pienso lo mismo que tu, "cada uno en su casa y Dios en la de todos".
Un fuerte abrazo.