Los grandes bancos reciben 7.000 millones de dinero público mientras pagan mil de impuesto a la banca
Los altos tipos de interés que asegura el Banco de España a entidades financieras les generan siete veces más dinero que el impuesto que pagaron por sus beneficios extraordinarios en 2023Martín Cúneo
30 abr 2024 06:00
La lluvia de beneficios extraordinarios de los grandes bancos españoles está lejos de ver el final. En 2023, los cinco grandes ganaron 38.922 millones de euros, una cifra nunca vista. Y estos resultados amenazan con repetirse e, incluso, aumentar en 2024. En los primeros tres meses de este año, el BBVA ha obtenido un beneficio de 2.200 millones de euros, un 19% más que en el mismo periodo de 2023, un año considerado milagroso para la banca española a pesar del tan criticado impuesto a los beneficios.
Desde el área económica de Sumar, dirigida por el diputado Carlos Martín Urriza, rechazan que este aumento de beneficios extraordinarios se deba a “una gestión más eficaz” o a un aumento de préstamos concedidos, algo que no se ha producido. Apuntan en una dirección bien distinta: los beneficios récord no son más que “beneficios caídos del cielo” —o, con más precisión, caídos “del bolsillo de los hogares y de los contribuyentes”— causados por la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) desde 2022.
Esta subida del precio del dinero, diseñada en teoría para contener la inflación, dio origen a distintas oportunidades de negocio para las entidades financieras en un mercado bancario con escasa regulación y que funciona como un “cartel” oligopólico, según explicaba Martín Urriza a El Salto.
A lo largo de 2023, la rentabilidad de los depósitos de entidades financieras en el Banco de España se tradujeron en 7.860 millones de euros de beneficio para la gran banca española
Entre estas oportunidades de negocio, un informe realizado por el equipo de este sindicalista y economista destaca la “transferencia desde el erario público a los bancos” de 7.860 millones de euros en 2023.
Los altos tipos de interés ofrecidos por el BCE a entidades financieras privadas —pasó de cifras cercanas al 0% durante una década al 2% en enero de 2023 y al 4% en septiembre de ese año— hizo que los grandes bancos se volcaran en toda Europa a colocar sus depósitos en estos bancos centrales nacionales, donde los usuarios particulares tienen vedada su entrada.
A lo largo de todo 2023, la rentabilidad de estos depósitos se tradujo en 7.860 millones de euros de beneficio para la gran banca española. El dinero que el Banco de España (BdE) traspasó en concepto de intereses a los grandes bancos españoles en 2023 resultó seis veces superior a la de 2022. Esta cifra supone también 6,5 veces más dinero que el que recibió el Estado por el impuesto a la banca, unos 1.214 millones en 2023. Según critica Sumar, esta transferencia desde el BdE a los bancos privados tiene graves consecuencias en el patrimonio del Estado al “recortar los ingresos públicos”.
El origen de los beneficios récord
La transferencia de dinero público del BdE a la gran banca solo explica una parte de los beneficios extraordinarios de Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter y Sabadell desde 2022.
La subida de los tipos de interés del BCE se ha convertido en una oportunidad única: el contexto permite a los bancos obtener altos rendimientos por el dinero que prestan en créditos e hipotecas, mientras que ninguna legislación les obliga a aumentar la remuneración que ofrecen a sus clientes por el dinero depositado.
La subida de cuatro puntos del Euribor permitió a los bancos obtener una media de 300 euros más al mes —unos 3.600 euros al año— por cada hogar hipotecado. Todo esto en un país donde el 70% de las hipotecas se rige por créditos variables atados al Euribor.
La subida de cuatro puntos del Euribor permitió a los bancos obtener una media de 300 euros más al mes por cada hogar hipotecado, en un país donde el 70% de las hipotecas son variables
El llamado margen de intereses hizo el resto de la magia: mientras las entidades financieras ofrecían en 2023 por sus depósitos corrientes un 0,15% de media a las familias y un 0,70% a las empresas, cobraban más del 8% por el dinero que les prestaban, según
datos del BdE.
El impuesto temporal a la banca intenta contener estos ingresos “caídos desde los bolsillos” de la población española, pero con un alcance limitado, como demuestran los datos. Este impuesto, además de las comisiones, grava el 4,8% de los ingresos obtenidos por estos márgenes de intereses.
Qué hacer
El traspaso de dinero público hacia la banca gracias a los altos tipos de interés oficiales ofrecidos por el BCE y los bancos centrales nacionales ya fue objeto de crítica en enero, cuando un grupo de economistas y miembros del Parlamento Europeo denunció las “ganancias extraordinarias” de la banca. Según denunciaban, la “discrepancia” entre la alta rentabilidad de los depósitos que ofrecen los bancos centrales a entidades financieras y las exiguas tasas que estos brindan a particulares “no solo socava la confianza pública en la política monetaria del BCE, sino que también exacerba la división entre el sector financiero y el público en general”. Sin olvidar, por supuesto, que las pérdidas causadas por estos trasvases se convierten en deuda pública. Solo en 2023, el BCE ha trasladado a la banca privada europea a través de este mecanismo un total de 146.000 millones de euros, según este informe.
Este grupo de expertos liderado por el economista belga Paul De Grauwe propuso entonces una serie de medidas para atajar esta problemática, entre ellas un aumento de hasta el 10% de las reservas mínimas no remuneradas de los bancos en el BCE. Una recomendación en la que coinciden los gobernadores de los bancos centrales de Alemania y Austria, pero cuyas competencias superan el ámbito español.
Solo en 2023, el BCE ha trasladado a la banca privada europea a través de este mecanismo un total de 146.000 millones de euros, una cifra equivalente al total del presupuesto de la UE
Otra forma de “recuperar para la comunidad los beneficios extraordinarios de la banca” originados por el alza de los tipos sería elevar los colchones de capital de las entidades financieras. Este 28 de abril, el grupo parlamentario de Sumar presentaba una iniciativa en este sentido, una decisión que depende, según afirman, de la Autoridad Macroprudencial Consejo de Estabilidad Financiera (AMCESFI), por lo que burlaría la compleja trama de competencias económicas del sistema financiero europeo.
Esta proposición no de ley busca reducir estas transferencias públicas a la banca, defienden en el texto legislativo, y asegurar la estabilidad del sistema financiero ante “la distorsión existente entre los niveles de reservas y beneficios”. Según el texto, el colchón de capital se debería aumentar en el mismo porcentaje que aumentan los beneficios extraordinarios obtenidos por la banca a través de sus depósitos en el BdE. Actualmente existen cinco tipos de colchones de capital. Entre ellos, defiende el informe de Sumar, son el Colchón de Riesgo Sistémico o el Colchón Anticíclico los que deberían subir más.
En esta proposición no de ley Sumar pide también garantizar la transparencia del Banco de España sobre las transferencias de dinero público a las entidades bancarias que se aprovechan de los altos tipos de interés.
Además de elevar los colchones de capital, desde Sumar defendían en el informe presentado que el impuesto a la banca pase a ser permanente, presionar para que el BCE baje los tipos de interés, limitar el reparto de dividendos e impedir la recompra de acciones, así como elevar las reservas obligatorias no remuneradas que la banca tiene en el BCE.