Nunca doy consejos, pero me atrevo a decirte como amigo: Teijeiro, sé tu mismo, no te dejes adoctrinar por nada ni por nadie.
El adoctrinamiento es mal cosejero.
Es mejor aprender en la vida con buena formación y con buena educación.
No malgastes tu tiempo en culpar, por culpar. Así no se llega más que al odio.
Hay que informarse,, y conocer, y reflexionar; después, formarse una opinión, pero por uno mismo, sin que nadie nos guie y nos diga por donde tenemos que caminar.
Eres muy joven y te queda mucho por aprender. A mi tambien, no te quepa la menor duda, aunque tenga más años que tu.
Yo siempre estoy aprendiendo, pero el odio NUNCA irá conmigo.
Mi educación siempre fue muy sencilla y humilde, como mis raices, y en ella siempre me enseñaron a aprender y ver la realidad, no a que me guien en doctrinas, y mucho menos con caracter destructivo.
No te equivoques, yo no soy, ni de un lado, ni de otro, pero te aseguro que NUNCA estaré del lado de los adoctrinadores.
A los muertos déjalos descansar en paz. Ya tienen bastante ellos y sus familiares, entre los que me incluyo, y yo no voy odiando a nadie.
Aprovechar sus fallecimientos para hacer política y tratar de destruir, no es más que de miserables.
Esta pandemia es sobredimensionada en todos sus aspectos, e imprevisible en sus consecuencias. Hay muchas razones por las que ha sido, y es tan dura, muchas razones, y no vienen solamente de ahora, vienen de mucho tiempo atrás. Ya se analizarán y se pediran responsabilidades a quienes corresponda.
Hay muchos artículos, de personal español y extranjero, sobre todo sanitarios, o del área de la sanidad, que explican muy bien el por qué´de esta pandemia, las consecuencias y el cómo tratar de gestionarlas, durante y después. Son muy interesantes porque son informativos y formativos.
Bebiendo de esa documentación es donde se obtiene la verdadera información. No en la televisión, ciertas cadenas de radio, y mucho menos en las redes.
Teijeiro, sé tu mismo.
Salud y
¡Quedate en casa!.