Buenas tardes.
Es lo que suele suceder cuando se hace un contra split y se suele hacer por necesidad aunque como ya he comentado en realidad no diluye el patrimonio del accionista.
Lo mismo ocurre cuando se hace un split de las acciones.
Aunque ahora se han inventado cotizar con diez milésimas de euro en algunos índices americanos no se puede cotizar si la cotización está por debajo del dollar.
La última información es de memoria e intentaré aclararla si la encuentro en google.
El beneficio neto es una anotación contable más, eso sí llena todo tipo de titulares.
Existen otras algo más representativas de la operativa del valor como es el EBITDA que a mí me gusta seguir y también más que el beneficio neto el beneficio subyacente sin extraordinarios y depreciación de activos.
En este artículo está explicado mejor:
A algunos inversores les ha sorprendido que Telefónica haya sido una de las cotizadas más impactadas por la crisis sanitaria, teniendo en cuenta que opera principalmente en el mundo digital. Sin embargo, las restricciones a la movilidad afectaron a los ingresos por roaming y a la actividad comercial, como venta de terminales. Por otro lado, según Telefónica la pandemia contribuyó a una significativa depreciación de las divisas latinoamericanas, especialmente la de Brasil, donde el grupo tiene una de sus principales fuentes de ingresos. En el segundo trimestre de 2020, Telefónica cifró el impacto de la crisis sanitaria en 729 millones €.
La compañía obtuvo un beneficio neto de 831 millones € en el primer semestre de 2020, un 53,5% menos que en el mismo período de 2019. En términos interanuales (junio de 2019 a junio de 2020) ha entrado en pérdidas debido a los números rojos declarados en el segundo semestre de 2019. El beneficio por acción interanual a junio de 2020 es de -0,018 €.
El beneficio neto subyacente, que excluye el impacto de la Covid-19, fue de 1.318 millones €, una reducción del 26% respecto al primer semestre de 2019. Telefónica nos indica que el número medio ponderado de acciones fue de 5.148 millones en junio y que el beneficio por acción subyacente del semestre fue de 0,23 €. Si dividimos 1.318 millones € por ese número de acciones obtenemos una cifra de 0,256 €. Pero del beneficio neto hay que restar 142 millones que en realidad corresponden a titulares de deuda híbrida, o sea que el beneficio atribuible a los accionistas de Telefónica en el semestre fue de 1.176 millones €. Al dividir esta cantidad por 5.148 millones de acciones, obtenemos efectivamente un beneficio por acción de 0,228 €.
El beneficio neto subyacente interanual, que excluye los cargos extraordinarios del segundo semestre de 2019 y el impacto de la Covid-19 en el primer semestre de este año, fue de 2.828 millones € en términos interanuales a junio de 2020. De hecho, el beneficio neto declarado por Telefónica fue de 3.110 millones €, cantidad de la que hay que deducir 282 millones € atribuidos a los titulares de deuda híbrida de junio de 2019 a junio de 2020. Teniendo en cuenta un número de acciones de 5.328 millones (se ha incrementado respecto a marzo debido a la ampliación liberada de junio para pagar parte del dividendo), el beneficio por acción subyacente interanual es de 0,531 €.
Según Telefónica, la deuda financiera neta a junio de 2020 fue de 37.201 millones €, con una reducción de 1.022 millones € respecto a marzo. En el cálculo, resta de la deuda los activos financieros corrientes y una parte sustancial de los activos financieros no corrientes. El cálculo ortodoxo de la deuda financiera neta, que no deduce ambas partidas, da una cifra de 43.601 millones €. Según la compañía, la cifra es de 43.637 millones € si se incluyen arrendamientos, lo que coincide básicamente con el cálculo anterior.
El EBITDA (beneficio operativo más amortizaciones) fue de 13.435 millones €, sin plusvalías por venta de inmovilizado, de junio de 2019 a junio de 2020. Por tanto, la deuda financiera neta (según el cálculo ortodoxo) es de 3,24 veces el EBITDA. Supone un aumento del endeudamiento relativo respecto al cierre de 2019 (ratio de 2,92), si bien hay que tener en cuenta los impactos extraordinarios del período. Este ratio queda lejos del máximo de 5,15 veces alcanzado en 2015.
Un saludo!