En esta línea, Bank of America (BofA) dictó este martes un informe positivo sobre Telefónica con la mejora de previsiones por la escalada del real (+20% frente al euro) y otras monedas de Latinoamérica.
“Telefónica se encuentra ahora en un ciclo de actualización alcista con un EBITDA que crece un 2,5% solo por el efecto divisa, y un 2% adicional debido a la integración de la brasileña Oi. Las operaciones principales están bien posicionadas para respaldar un crecimiento del flujo de efectivo de dos dígitos y una rentabilidad por dividendo bien cubierta del 7%”, aseguran los analistas del BofA, que ven posibles incluso "recompras de acciones"
Los vientos de cola se agolpan para la multinacional española, que roza los 5 euros por acción y está a punto de superar en bolsa de Naturgy y Cellnex con más de 27.000 millones de euros de capitalización bursátil.
La guerra de Rusia en Ucrania está provocando un aumento del riesgo de las economías occidentales y una mejora de las perspectivas de los países emergentes ajenos al conflicto por su exposición a las materias primas.
“Es probable que las repercusiones macro de la invasión rusa continúen durante algún tiempo y puede conducir a una mayor fortaleza en las divisas de Latinoamérica dada la posición geopolítica neutral de la región y su papel como exportación de productos básicos”, apunta Justin Funnell, analista de Nextgen Research, que ha elevado su precio objetivo para Telefónica desde los 4,8 a 5 euros. BofA lo ha subido de 6 a 6,3 euros por acción.
Un problema para Caixabank
Lo que parecen buenas noticias para todos los accionistas de Telefónica se están convirtiendo en todo un quebradero de cabeza para los responsables de
Caixabank, accionista histórico de la operadora que
todavía mantiene el 4,48% del capital después de haberse diluido tras los últimos pagos de dividendo scrip, vía ampliación de capital. El banco que dirige Gonzalo Gortázar decidió abrir una
cobertura sobre su participación por el equivalente al 1,95% de Telefónica, es decir, unos 500 millones de euros
Según los datos escasos datos facilitados por el banco en sus informes anuales, la posición corta -que se revaloriza con las caídas y se deprecia con las subidas de la acción- se construyó por debajo de los 4 euros por acción. Por este motivo, el reciente rally de Telefónica está cogiendo a contrapié a Caixabank. El banco apenas da cuenta de esta operación en sus estados financieros, ni especifica el tipo de derivado, duración o los precios de la operadora a partir de los que se ha cubierto de las caídas.
La contratación del derivado financiero se realizó entre el 1 de enero y el 25 de febrero en que presentó su informe anual. La operadora sube un 25% en lo que va de 2022 frente a la caída del 1,5% en el Ibex 35 y la subida promedio del 4,5% del sector teleco en Europa. Caixabank ya revaluó a cierre de 2021 su participación en Telefónica de 843 a 1.000 millones de euros después de varios ejercicios anotándose depreciaciones contables. En el pasado reciente, el banco ha logrado cuantiosas plusvalías con este tipo de estrategias bajistas para protegerse de las caídas en bolsa de la empresa de telecomunicaciones.
Entre
julio de 2017 y abril de 2018, Caixabank desplegó una cobertura sobre su participación en Telefónica al contratar un ‘equity swap’ sobre 45,7 millones de acciones, equivalentes al 0,88% del capital. Obtuvo un
beneficio bruto próximo a los 77 millones de euros porque la cotización bajó un 17% en esa ventana temporal.
Entre julio de 2019 y marzo de 2020, el banco volvió a
repetir ‘corto’ con mejor resultado todavía:
se embolsó una plusvalía bruta de 177 millones de euros que cargó contra patrimonio en las cuentas de 2020. El problema ahora es que su cobertura está sufriendo por ir en dirección contraria a la subida del 23% en bolsa que lleva Teléfonica, y que puede ocasionarle
importantes minusvalías si no liquida la posición.