El Gobierno ha dado su luz verde a la ofensiva del fondo australiano por hasta el 22,69% del capital del grupo energético, eso sí, siempre que se cumplan una serie de condiciones que garanticen "la estabilidad de la compañía". La vigilancia del Ejecutivo se extenderá durante los próximos cinco años, en los que el inversor extranjero deberá mantener la sede de la compañía que preside Francisco Reynés y desechar cualquier tentación de 'trocear' el grupo para su venta.
En detalle, el Gobierno ha decidido avalar la entrada del inversor australiano siempre que este se comprometa a no excluir a Naturgy de la cotización en el mercado bursátil español, al menos, en el transcurso de los próximos tres años. Del mismo modo, el Ejecutivo ha señalado que IFM no podrá acometer más desinversiones de las que la actual dirección del grupo ha incluido en el último plan estratégico para el periodo 2021-2025, que la energética presentó la semana pasada. Esto es, el fondo de pensiones australiano deberá mantener el conjunto de las filiales que, actualmente, componen el grupo.
Además, IFM deberá apoyar las inversiones de Naturgy en aquellos proyectos vinculados a la transición energética en España. También tendrá que mantener una parte significativa de la plantilla en nuestro país y su sede social en territorio nacional durante el próximo lustro. El Ejecutivo también ha indicado que vigilará que, en este tiempo, Naturgy se mantenga pro debajo de la ratio de endeudamiento marcada por la CNMV.