En julio 2023 la empresa anunció la adquisición de acciones propias con el objetivo de “tener la capacidad de actuación en la realización de operaciones sobre sus propias acciones para, en su caso, acometer potenciales operaciones corporativas”.
También decía la empresa en su comunicado que “dicho fin no se ajusta a lo establecido para los programas de recompra y estabilización en el Reglamento Delegado (UE)”.
Los objetivos de los programas de recompra que se rigen por el reglamento europeo solo pueden ser estos:
- Recompra para reducir capital
- Recompra para canje de acciones con obligaciones convertibles en acciones
- Recompra para retribución con acciones a empleados o miembros del órgano de administración
Normativa en mano y salvo mejor opinión, la empresa ha recomprado sus acciones para estar en disposición de acometer algún tipo de operación corporativa cuya finalidad no será ninguna de las tres finalidades anteriores. No dice que la vaya a acometer, dice tener la capacidad de acometerla.
Según definición (generalista), una operación corporativa es una operación que no se enmarca dentro de la operativa habitual de la empresa. Es una operación no habitual entre dos o más empresas que persigue un crecimiento o movimiento inorgánico de las mismas y que afecta a sus accionistas (orgánico es el crecimiento que se persigue a partir de los ingresos habituales de la empresa).
Algo ha tenido que estar barruntándose entre bambalinas para que la empresa lance la recompra con esta finalidad manifiesta. Que pase o no pase y qué sería exactamente en caso de que pase habremos de esperar para saberlo.