La opinión en un foro es libre y forma parte de la libertad individual para expresar un punto de vista sobre algún tema concreto sometido a debate. Hasta aquí nada que objetar, salvo pedir que esa opinión sea respetuosa, evitando que esta caiga en una rutinaria redundancia.
Cuando la opinión se convierte en una prédica o sermón, diario e, incluso, intradiario, donde un predicador lanza sus consejos, que nadie ha solicitado, anunciando reiteradamente las siete plagas que vamos a sufrir el pueblo llano y desinformado, si no hacemos, con fé ciega, caso a sus advertencias, la intervención se convierte en insufrible, antidemocrática, y con total falta de respeto al foro, provocando en este un rechazo y hartazgo hacia quien la emite y desintencivando la participación.
Saludos cordiales