Merece la pena ser accionista.
Tener un capital bien invertido y diversificado que te permita llevar una vida más holgada y libre, afín a tus intereses. Yo vivo en España, donde el trabajo y las oportunidades escasean, pues qué mejor que ser un rentista y no tener que padecer el mísero sistema de pensiones y laboral durante toda la vida. Prefiero vivir austeramente y con tiempo libre y según mis preferencias que estar atado a lo que hay ahora. Por eso he guardado todo lo que tengo y tendré en buenas inversiones, que me garanticen un futuro digno y no tener que trabajar durante toda mi vida. Es decir, voy a vivir de lo heredado y con mi familia. No es excesivo, pero da lo suficiente, ellos lo entienden dadas las circunstancias que hay.
Tener una cartera diversificada en sectores y buen historial, que repartan un dividendo alrededor del 4%, es más que suficiente para no tener preocupaciones. Yo al principio pensaba que esto de la bolsa es un timo, pero qué equivocado estaba, pues si tú te sabes manejar, comprar bien y mantener, como el método value investing, puedes rentabilizar tus ahorros prácticamente siempre, en el largo plazo. Si lo sumas a un buen reparto de rentas vía dividendos, la cosa está muy apetecible.
Han manipulado la percepción de la población sobre este tema, pues prefieren que compren en plena burbuja y vendan en la caída, para luego pedir préstamos e hipotecas, al público en general. Idea errónea, la bolsa no es eso. Lo digo porque mucha gente que conozco piensa así.
Ser accionista debería ser un objetivo en la vida, pues el sistema está hecho para que seas o un esclavo o un señor.