Total incompetencia que roza la tomadura de pelo
Ayer fui al Banco Santander a vender las acciones de SAN que tenía. La conversación para besugos va como sigue:
{yo} - Hola, buenos días, ¿me puedes decir a cuanto está cotizando el Santander?
{subdirector} - Ahora a 8.60€ (evidentemente no a tiempo real, sino con unos minutos de decalaje)
{yo} - ¿Puedes poner una orden de venta limitada a 8.58€ para las 900 acciones de SAN que tengo?
{subdirector} - No se puede poner una orden de venta limitada a un precio por debajo de la cotización actual
{yo} - ¿¿?? (cara de incredulidad, pasan unos segundos, silencio...)
{yo} - ¿Cómo que no se puede poner una orden de venta limitada por debajo de la cotización a tiempo real? Pero si siempre lo hago así.
{subdirector} - Lo siento, pero no se puede hacer. (Repite lo mismo pero con total convencimiento. No había ni un atisbo de duda en sus ojos :-D)
{yo} - A ver, en todas las entidades financieras que hay se puede hacer y en esta oficina la gestora de clientes me lo ha hecho varias veces. (que mal suena eso)
{subdirector} - Le voy a preguntar al cajero (tacháán! Alguien que claramente por jerarquía debe saber un cojón y medio más)
{yo} - (Cara de me están tomando el pelo o que demonios pasa aquí) (Mientras tanto pregunto a cuánto cotiza la acción ahora y ya ha bajado a 8.59€. Me empieza a salir humo de la cabeza)
{cajero} - Bueno, es como si lo vendiera a por lo mejor.
{subdirector} - Esto para hacerlo bien tendrías que venderlo a por lo mejor. Por cierto, no te acerques tanto a la mesa que me estás agobiando. (que delicadeza, que tacto, un 10 a la atención al cliente)
{yo} - ¿¿¿¿???? (dónde estará la cámara...)
{yo} - Es que si lo hago por lo mejor y pasa algo que hace bajar la cotización me como toda la bajada.
{subdirector} - (Silencio)
{subdirector} - Por favor, no te acerques tanto a la mesa que me estás agobiando. (y ya va la segunda)
{yo} - ¿¿?? Perdona. (...pero será borde el tío)
{subdirector} - (Mete la orden y se vende a 8.597€)
{yo} - Gracias. Adiós.
{subdirector} - Adiós.
No metí una queja porque por suerte la gestora de clientes vale un imperio (en ese momento no estaba en su puesto) y no tengo que lidiar más con monsieur le sous-directeur. No entiendo como puede saber tan poco de una de las órdenes de compra-venta de acciones más habitual. Sinceramente, no me lo explico.
Un saludo a todos.
PD: debería de haber titulado el hilo cuentos para no dormir.