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García Parames, declaraciones de un superviviente

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García Parames, declaraciones de un superviviente
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García Parames, declaraciones de un superviviente

Como ya se comentó en el foro, el pasado martes 7 de marzo, una avioneta en la que viajaban cuatro miembros de Bestinver se estrelló en la Sierra de Tajonar. Un miembro de Bestinver y uno de los dos pilotos de la aeronave perdieron la vida en el accidente. En esa avioneta también iba el máximo responsable de Bestinver, Francisco García Paramés, elegido recientemente como el mejor gestor de Europa por la consultora Citywire. Desconcertado y malherido, García Paramés, se echó a andar monte a través hasta alcanzar la carretera. Gracias a su acción los servicios de rescate pudieron localizar a sus compañeros antes de la caída del sol.

Estas son sus primeras declaraciones desde el hospital:

FRANCISCO GARCÍA PARAMÉS, SUPERVIVIENTE DEL ACCIDENTE DE TAJONAR
«Recuerdo que aparecí atado al asiento en el camino donde cayó el avión»

Su manual de supervivencia parece sencillo: paso largo, pulsación acelerada y una gran carga de confianza. Así consiguió pedir auxilio tras el accidente aéreo en Labiano.

Domingo, 12 de marzo. 02.39 h.
GABRIEL ASENJO

EN su breve conversación acredita que es de aquellos de los que en caso de riesgo de muerte observa siempre la botella de la vida medio llena. Con manos y antebrazos vendados por las quemaduras y heridas, con el rostro amoratado, semicubierto por cremas y el pelo ensortijado, Francisco García Paramés, 43 años, casado, padre de tres hijos (la última hija nacida hace dos semanas), director general de Bestinver, se recupera en una habitación doble del hospital de Navarra.

Abandonando del aturdimiento que supone haber pasado tres días en la UCI tras sobrevivir al impacto de la avioneta estrellada el pasado martes contra la sierra de Tajonar, después de lograr caminar con un fuerte neumotorax y politraumatismos, descalzo, durante aproximadamente una hora entre caminos de barro y maleza para pedir ayuda, prefiere, con cierto sentido del humor, que no se le hagan fotos «porque aún no me he visto la cara e igual me puedo dar un susto si veo el periódico», indicaba ayer noche.

Como se sabe, pasadas las 16,22 horas del martes, hora prevista para el aterrizaje, se produjo el accidente en el que, además de dos pilotos, viajaban cuatro directivos de Bestinver, filial de Acciona, que acudían al acto de presentación de Proinna, empresa navarra de inversiones. Habían iniciado el vuelo en Torrejón de Ardoz en un aerotaxi alquilado. Después de incendiarse el aparato en un sendero anegado y abierto por la caída del avión, falleció un piloto y uno de los cuatro ocupantes.

Francisco García, arropado por su mujer y su familia en Pamplona, espera ahora poder seguir su recuperación la próxima semana en un centro sanitario en Madrid. Considerado en el ámbito financiero europeo entre los número uno de los asesores de inversiones financieras, en el momento del accidente, a la hora de negociar contra la duda, el dolor y el abatimiento,

el instinto de ayuda y supervivencia le empujó a caminar y a tomar las mejores decisiones de su vida. No esconde que, de niño, vivió viajando como pasajero de un tren el drama de otro siniestro con decenas de víctimas.

-¿Qué recuerda del accidente del martes?

-En ningún momento perdí el conocimiento y recuerdo que aparecí con el cinturón atado al asiento, gracias a Dios, en medio del camino donde cayó el avión. Siempre viajo con el cinturón puesto. Me lo conseguí quitar y traté de acudir a otra zona del camino donde estaban los que iban en el otro lado del avión. Yo estaba a un lado del avión y eso fue una suerte porque el avión se partió y caí en el camino.

-¿Se dio cuenta previamente de lo que podía ocurrir o resultó algo totalmente imprevisto?

-En parte, algo nos olíamos, porque nos avisaron que quedaba un cuarto de hora para llegar, pero habían pasado unos 25 minutos y no llegábamos. Se veían unas nubes bajas espesas, había poca visibilidad y estábamos un poco moscas. Empezamos a ver árboles y llegó el golpe. Yo salí despedido.

-¿Cómo reaccionó en ese momento al verse atado