La presion fiscal en 2003
El último Gobierno del PP se despidió con un nuevo aumento de la presión fiscal, hasta el 35,59% del PIB, 0,08 puntos más que el año anterior, según datos oficiales. La subida obedece a que la suma de los impuestos directos e indirectos más las cotizaciones sociales de las administraciones públicas (central y territorial) aumentó el pasado año un 7%, tres décimas por encima del crecimiento de la economía (incluida la inflación). El avance de la presión fiscal ha sido constante en las dos legislaturas del PP; medio punto en la última, según datos homogéneos. En 2002, los efectos de la rebaja del IRPF y de la supresión del impuesto de actividades económicas (IAE) han sido compensados por el IVA y las cotizaciones sociales.
Los últimos datos publicados por la Intervención General de la Administración del Estado sobre presión fiscal excluyen ingresos de "recaudación incierta", según los nuevos criterios de la Unión Europea, y sólo abarcan desde 1998. No permiten evaluar, por tanto, las dos legislaturas del PP con datos homogéneos, aunque la tendencia al alza se mantiene, pese a los reiterados anuncios de rebajas de impuestos.
En el año 2003, la presión fiscal ascendió al 35,59% del PIB, proporción que aumentó 0,08 puntos respecto del año anterior. En la última legislatura del PP (entre 2000 y 2003), el avance ha sido de algo más de medio punto (0,57) y desde el 1998, 1,88 puntos. El nuevo Gobierno socialista se ha comprometido a no aumentar la presión fiscal, aunque ha condicionado la rebaja del IRPF a una mejora de los resultados de la lucha contra el fraude fiscal.
Como ha sucedido en años anteriores, la contribución a las arcas públicas ha crecido más rápido que el conjunto de la economía. El pasado año, los recursos fiscales con que contaron las administraciones públicas (incluido el Estado y la Seguridad Social, más las comunidades y los ayuntamientos) aumentaron un 7%, mientras que la actividad económica quedó a la zaga con un 6,7% de crecimiento.
La contribución mayor a ese nuevo aumento de la presión fiscal ha venido del IVA y las cotizaciones sociales, que han más que compensado la rebaja del IRPF y la supresión del impuesto de actividades económicas. El avance de los impuestos ligados a la producción y las importaciones (el IVA sobre todo) ha sido de 0,29 puntos (hasta el 12,43% del PIB) y el de las cotizaciones sociales fue de 0,06 puntos (hasta el 12,78%), mientras que los impuestos sobre la renta y el patrimonio han disminuido su peso respecto del PIB en 0,32 puntos, hasta el 10,61%.
Estas cifras reflejan las pautas que han marcado el modelo de crecimiento de la economía española en los últimos años. Por un lado, el tirón del consumo y de la construcción, así como el aumento de las importaciones impulsadas por la apreciación del euro. Por otro, el ritmo sostenido de creación de empleo y los reducidos tipos de interés que han penalizado el ahorro y favorecido el endeudamiento. Desde el punto de vista normativo, las dos novedades más importantes del ejercicio pasado fueron la rebaja del IRPF y la supresión parcial del impuesto de actividades económicas.
Supresión del IAE
En el IRPF, los tipos impositivos se situaron entre el 15% y el 45% (frente al 18% y 48% anterior), medida que se aplicó desde el mes de febrero de 2003 en las retenciones de las nóminas. También se redujo del 18% al 15% el tipo aplicable a las plusvalías y a las retenciones de fondos de inversión. La eliminación parcial del impuesto de actividades económicas (IAE) para empresas y personas físicas con una facturación inferior al millón de euros redujo un 2,5% la partida que recoge los ingresos fiscales de los ayuntamientos.
La entrada en vigor en 2002 del actual sistema de financiación autonómica ha variado la distribución de la presión fiscal entre la Administración central y las comunidades, en favor de estas últimas. Los recursos impositivos del Estado central retrocedieron 1,7 puntos en relación al PIB el pasado año, mientras qu