Se invierte al menos el 50% de la exposición total en deuda subordinada (con derecho de cobro posterior a los acreedores comunes), de entidades financieras y no financieras, que incluye bonos convertibles y/o contingentes convertibles (podrán comportarse como activos de renta variable). Los bonos contingentes convertibles se emiten normalmente a perpetuidad con opciones de recompra para el emisor, y en caso de que se produzca la contingencia, pueden convertirse en acciones o aplicar una quita al principal del bono, afectando esto último negativamente al valor liquidativo del fondo. La renta variable, derivada de la conversión, será inferior al 30% de la exposición total. El resto de la exposición se invertirá en renta fija pública y/o privada, incluyendo depósitos e instrumentos del mercado monetario, cotizados o no, líquidos y hasta un 10% en titulizaciones líquidas.