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Esta es sin duda la fase que considero más importante de todas. Ya que supone vivir en una cierta austeridad aun pudiendo vivir mejor. Esto es algo difícil de digerir para mucha gente que no ve más allá del muy corto plazo. Pero hay que tener amplitud de miras. Mi propósito en este y los siguientes posts es detallar lo que me gusta llamar la disciplina del ahorro, dar las líneas básicas y algunos truquillos muy útiles. Así mismo me esoforzaré en inculcar esta nueva mentalidad. Explicaré sus ventajas, las ventajas de ahorrar. Y os daré mi método.

Lo primero que deberíais hacer es pensar en vuestras cuentas particulares como si fueran la contabilidad de una empresa. Tendréis unos ingresos más o menos seguros, luego unos gastos y del balance de estas dos cifras resultarán unos beneficios netos, que será vuestra tasa de ahorro mensual.
La fórmula es simple: B = I - C.

Nuestro objetivo será optimizar estas variables para que el valor de B sea el mayor posible. Supongamos que vuestros ingresos provienen de un sueldo, lo que sin duda será el caso más común. Si vuestro sueldo no está sujeto a incentivos variables tendréis una función de ingresos constante. Saber con seguridad cuanto vais a ingresar el mes que viene es algo de lo que no todas las empresas pueden presumir lo que os da mucha seguridad en vuestros números. Naturalmente habrá también meses con ingresos extraordinarios, las queridas pagas extras. Finalmente, y aunque al principio no contribuyan de forma apreciable, los intereses generados por el banco también se sumaran a nuestros ingresos totales.

Como vemos al principio resulta muy difícil incrementar los ingresos. Puede que subamos de nivel en el trabajo o que trabajemos más horas por supuesto pero olvidémonos de poder sacarle rentabilidad apreciable a nuestros tres mil euricos que tanto nos ha costado ahorrar. Yo empezé con un sueldo de partida de unos 800€ mensuales, sin contar las pagas extras. Con un sueldo así tendríamos que tener suficiente para ahorrar una suma considerable de dinero siempre y cuando no nos emancipemos aún. Un error común cuando uno empieza a trabajar es incrementar el gasto rápidamente, independizándonos de los padres, comprando un coche, permitiéndonos lujos... ERROR. Si queremos realmente tener futuro con nuestras finanzas necesitamos acumular un capital y rápido en vez de atar nuestra nómina a bienes materiales que se deprecian.

Resumiendo, para obtener unos beneficios o tasa de ahorro lo más grande posible necesitamos contener los costes o gastos personales al màximo. Yo con mis pobres 800€ ahorraba 500 mensuales o más sin problemas. Esto significa más de 6.000€ euros anuales de ahorro. En menos de dos años tenemos dos millones de las antiguas pesetas hemos pasado a la fase 3 de mi hoja de ruta y todo con un sueldo bastante precario, no digamos ya si tenemos la suerte, como yo tuve, de incrementar nuestros ingresos. Entonces podríamos ver disparada nuestra tasa de ahorro a valores de entorno a 1.000 euros mensuales. Pero para conseguir estas cifras tan elevadas se impone que cumplamos la llamada disciplina del ahorro. En definitiva hemos de aplicar lo que los economistas llaman austeridad en nuestras cuentas. Ya habrá tiempo de incrementar nuestro gasto cuando nuestro dinero produzca más dinero. Así pues, ya teneis un buen motivo para ahorrar, acumular un capital con el que empezar a producir dinero haciéndolo rendir y más adelante incluso invirtiéndolo o especulando con él. Pero de todo eso ya hablaremos, lo importante es que veais el objetivo, la meta y os deis cuenta que si os manteneis firmes, en dos años estais ahí con más de 12.000 euros y con la capacidad de arriesgar de un 10 a un 20 % de ese capital en inversiones de mayor rendimiento.

Y para convenceros de la bondad de ahorrar os voy a dar aun más motivos.

1.- Por precaución: Esta es la otra gran razón. Nunca, y repito nunca, vivamos con un ritmo de vida que nos oblige a vivir al día sin apenas poder ahorrar nada. Por que? Pues muy sencillo uno enseguida se acostumbra a lo bueno y hay que ser previsor. Esto quiere decir que hay que pensar que pueden llegar las vacas flacas. Si hemos ahorrado tendremos doble ventaja, dispondremos de unos ahorros que se sumaran a las ayudas que pudiéramos obtener del estado. Pero no solo eso, tendremos algo mucho más importante estaremos acostumbrados a vivir con bastante menos de lo que ganábamos antes por lo que puede que en el peor de los casos simplemente tengamos que vivir igual pero sin poder ahorrar, lo cual ya de por si es una faena pero es peor que tener que rebajar el nivel de vida. Si no nos hemos subido a un elevado tren de vida cuando baja la marea no hará falta rebajarlo. Como dicen, uno se acostumbra rápido a lo bueno pero a lo malo... así que, lo dicho, austeridad señores austeridad. Tened en cuenta que muchas de las fortunas más importantes del mundo como las de Warren Buffet se han hecho desde la austeridad y la siguen manteniendo evidentemente, a su escala. Mientras que otros que ganan mucho más en periodos cortos de tiempo como deportistas de élite o actores famosos suelen dilapidar sus fortunas con incontables gastos sobretodo debido a su baja capacidad intelectual y de gestión de sus finanzas y a que se suman a un tren de vida que no les corresponde a pesar de lo que esos millones recién llegados les puedan hacer creer.

2.- Por ecologismo: Otra buena razón para hacerlo la tendremos si tenemos un mínimo de conciencia ecológica global. Hay un axioma que se cumple a la perfección, menos ahorro implica más gasto y más gasto implica más consumo de bienes y servicios lo cual conlleva a un mayor consumo en energía y materias primas. Es decir que ahorrar menos contribuye de forma indirecta al agotamiento de los recursos naturales, a la destrucción de los entornos vírgenes, al incremento de todo tipo de residuos y desechos así como a la contaminación, dentro de la cual se inscriben las tan cacareadas emisiones de CO2. En resumidas cuentas, consumir menos es muy positivo para el medio ambiente.

3.- Por principios: Finalmente hay una tercera razón. Es la de los principios ideológicos. Vivimos en una sociedad orientada hacia el consumo creciente y sin fin. Algo que en términos físicos no puede ser sostenible a largo plazo, y de hecho el modelo con la actual crisis financiera precedida de una hiperinflación de las materias primas está dando ya las primeras señales de agotamiento. Toda la publicidad y la pressión van dirigidas a que nos gastemos el dinero, es decir a que consumamos. Se nos empuja a comer más y a ser obesos por ello lo que provoca que tengamos que ir al gimnasio, más consumo. A tener televisores cada vez más grandes aunque no seamos capaces de abarcar todo el ángulo de visión, se farda más así. Se farda más con coches que consumen el triple que uno normal o que una motocicleta con la que seguramente ya cubrirías tus necesidades. Pero el coche da estatus dicen. Debido a que artículos tan básicos como la vivienda han subido tan por encima de la inflación se nos pressionó no solo para gastarnos el dinero de ahora sino también el de mañana. Es decir que se promocionó el endeudamiento cuyo principal beneficiario siempre han sido y serán los bancos. Si el consumo se detiene como ocurrió durante la escalada de precios anterior a la crisis el sistema colapsa, los créditos no pueden devolverse y la liquidez se esfuma como por arte de magia, porque el dinero realmente no existe. Uno tendería a pensar que si el dinero es aire mejor acumular bienes tangibles pero... donde. Bien podemos acumular bienes de alto valor como el oro, pero no perdamos la perspectiva del valor. El valor no es intrínseco del material sino que se lo da el hombre. Es el hombre en cada circumstancia y contexto el que da valor al oro, las condiciones podrían cambiar. Todos sabemos que en un desierto abrasador el agua puede llegar a valer más que el oro. Una buena razón para ahorrar es pues porque no queremos caer en esa trampa consumista. La paradoja es que si todo el mundo hiciera como nosotros siguiendo esta doctrina el sistema se hundiría y no nos podríamos lucrar en absoluto. En el fondo unos pocos saben gestionar su dinero y se enriquecen a costa del común de gente ignorante que no cuida su dinero. No olvidemos que los intereses que paga el banco se cubren de sobras con las deudas que cobra. Nosotros elegimos en qué lado queremos estar, en el de los que pagan o en el de los que cobran. Si acabáis de empezar en esto aun estáis a tiempo de no caer en la trampa del sistema.

4.- Para nuestra jubilación:
Aunque aun nos quede muy lejos bien es cierto que unos buenos ahorros pueden hacer más llevadera la última etapa de nuestra vida. Este es el típico que adhucen los bancos cuando promocionan sus planes de pensiones pero cuidado, es una trampa también. Los planes carecen de liquidez y no os van a dar más rendimiento del que os puedan dar fondos, acciones u otro tipo de inversiones que podáis hacer. Así, este es el cuarto y último motivo importante que se me ocurre para ahorrar. Si se os ocurre alguno más será bienvenido. ;)


En conclusión, nunca nos endeudemos si no es una situación a vida o muerte, ahorraremos siempre que nos sea posible, trascenderemos a la sociedad consumista y en consecuencia lograremos lucrarnos con mucha probabilidad a costa de un sistema obsceno y perverso. Es triste pero mientras dure la fiesta al menos no seamos tontos y pongámonos a contracorriente señores.
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  • ahorro
  1. #4
    03/08/10 15:31

    ahorrar hace que tengas un capital un colchon el cual te da la posibilidad de elegir, de elegir tu vida, sino quieres trabajar en ese puesto de trabajo no trabajas buscas otro que te guste pk no necesitas imperiosamente el dinero d ese trabajo qe no te gusta a fin de mes, tener un capital de permite disfrutar mas de amigos y familia ya que no necesitas trabajar mas horas o en un segundo trabajo para pagar esas deudas superfluas que el consumismo te ha llevado a tener y creer que debes tener.

    Pocos saben que es tener dinero pero la libertad y satisfacccion que obtienes es espectacular.

  2. #3
    Anonimo
    20/12/09 02:24

    Un comentario en relación con los motivos ecologistas/principios. La estrategia sobre la independencia financiera debería incorporar al menos un cierto porcentaje de "inversión ética". Es cierto que estas inversiones generan rendimientos inferiores a las "inversiones no éticas", pero creo que esa variable que se debería incorporar.
    Ejemplos de inversiones éticas: Triodos, Fiare, COOP57, fondos de inversión en energías renovables....

  3. #2
    26/11/09 18:16

    De todas formas verás que los principios de ir a contracorriente son los que te llevarán a vivir más libre y menos atado a gastos innecesarios. Así que no son tan malos principios. ;) Piensa que ahorramos no para derrochar en un futuro sino para ser más libres en un futuro. Para no ser dependientes del mercado de consumo.

  4. #1
    Anonimo
    26/11/09 14:24

    Mi única razón es por precaución, no tengo principios y el ecologismo no me llama xDD. La jubilación me queda lejos.

    Mi consejo para mantener una disciplina es utilizar el archifamoso "págate a ti mismo, primero", que yo utilizo con muy buenos resultados.