Si hay una cosa que caracteriza a la realidad es su tozudez. Da igual lo que hagas, sólo puedes evitar a la realidad durante un tiempo. Al final está ahí.
Esto se podría aplicar a muchas situaciones, pero hoy me gustaría hacer referencia a la situación china y la fuerte caída bursátil que hemos visto estos días.
Cuando ocurren estas cosas siempre me pregunto por qué nos costará tanto aplicar a la bolsa la misma lógica que usamos cuando compramos cualquier otra cosa ¿compraríamos un kilo de naranjas al doble de su valor? Claro que no.
Pero ¿compraríamos ese mismo kilo de naranjas al doble de su valor si nos dijeran que posteriormente lo podríamos vender a un precio un 5% superior? ¿Y si lo hubieramos hecho ya un par de veces y en ambas ocasiones hubieramos tenido ganancias? Y finalmente ¿Y si lo hubieramos hecho ya un par de veces y en ambas ocasiones hubieramos tenido ganancias y además personas de nuestro entorno lo estuvieran haciendo también?
Si has respondido que no a todas las cuestiones anteriores debes saber que estás en una minoría. Y esto es problemático. Vamos a ver porqué.
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Lo que unos operadores ganan otros lo pierden. En este sentido se podría decir que lo que corresponde es adaptarse al mercado y formar parte de los que ganan. Pero para ello es preciso saber en qué lugar colocarse con la suficiente antelación. Y hay que considerar que la explosión de la burbuja siempre es repentino.
Sin embargo el hundimiento de la bolsa de Shanghái se veía venir. El rápido ascenso de los valores no estaba justificado por un aumento de los valores intrínsecos de los diferentes subyacentes que lo componen. Los valores subían porque parecía un gran negocio que lo hicieran. siempre aparecía dinero nuevo para dar contrapartida a la subida.
Tarde o temprano tenía que pasar, al final la realidad toma su sitio y como ya ha pasado en otras ocasiones y volverá a pasar, los valores se hundieron. El problema viene por el gran diferencial entre el valor especulativo y el valor de base. A mayor sea la burbuja mayor será la caída. Y cuando hay una gran caída, sobre si es en la segunda economía mundial, el impulso arrastra lo que pilla distorsionando la economía real y ralentizando el crecimiento.
El especulador a corto plazo se puede beneficiar de un movimiento como este, pero en general las burbujas son problemáticas. El problema es que, como decía al principio, una mayoría de los que operan en bolsa entran en esta dinámica más cercana al juego que a la inversión.
Para jugar, mejor en el casino. Así no te engañas sobre lo que estás haciendo.
Hasta la proxima.