¿Quien no ha oído hablar de ellas? Son como una mano negra, un ente que tiene capacidad para mover los precios a su antojo y en ocasiones una mala excusa para justificar las pérdidas.
Tanto se habla que uno llegar a pensar que es una entelequia. Sin embargo de irreal no tienen nada, las manos fuerte son bien reales y efectivamente tienen capacidad para influir en los precios. ¿Puede esto considerarse manipulación?.
Hoy vamos a hablar de eso, de las manos fuertes y de su capacidad de mover los precios.
¿Y quienes son estas manos fuertes? Pues sencillamente aquellos participantes en bolsa con una capitalización tan grande que pueden influir en el precio. Normalmente estamos hablando de fondos de inversión de diferente tipo.
Aparte de un gran capital estos actores tienen sus características propias. Mucho de ello tienen fuertes limitaciones en cuanto al perfil de operación que pueden seguir estando limitado a unas cuantas estrategias con un perfil de riesgo bajo, estables y seguras. Y normalmente funcionan a largo plazo, aunque puede haber de todo.
Ahora bien, su característica clave es el tamaño. Y aunque es cierto que ese tamaño les puede llevar a generar cambios en el precio, lo que está por determinar es en qué subyacentes y que tamaño tiene la fluctuación que pueden realizar. Una cosa es que estén ahí y otra es que determinen cualquier tendencia
La estrategia que se le suele asignar tiene similitudes con el funcionamiento de las burbujas bursátiles que ya vimos antes. Normalmente tiene tres fases:
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Creación de la tendencia partiendo de un valor con una capitalización lo suficientemente baja como para poder realizar la estrategia y que esté en mínimos, con un claro recorrido alcista. Se empieza a comprar de forma masiva. El desequilibrio entre oferta y demanda hace que el precio suba.
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Consolidación de la tendencia: una vez la tendencia ya es clara el precio ya no está en mínimos por lo que la mano fuerte deja de comprar y pasa el testigo al operador minorista que se suma a una tendencia aparentemente obvia con lo que el precio va subiendo y subiendo.
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Realización de beneficios: cuando el precio ya ha alcanzado el precio objetivo la mano fuerte empieza la parte más delicada de su estrategia. Tiene que empezar a vender todo los que compró a bajo precio, pero sin que el precio caiga porque entonces su beneficio desaparece. Así como en la entrada su objetivo era crear la tendencia ahora es el opuesto, sacar todo el papel con el menor ruido posible. Y de esta forma empieza a vender poco a poco a los últimos inversores que compran al final de la tendencia, con un precio alto. Cuando ya ha hecho casi todo el beneficio se quita de encima el resto de golpe con lo que el precio baja repentinamente volviendo al punto de partida. Lo que ha cambiado ha sido el dinero de manos.
¿Es esto manipulación del precio? como podemos leer en el artículo 6 de la directiva europea sobre manipulación del mercado de valores se establece que será delito:
Fijar el precio de uno o varios instrumentos financieros o de un contrato al contado de materias primas relacionado con ellos en un nivel anormal o artificial.
Cada uno que lo interprete, yo considero que no es manipulación. Es normal que cada cual se aproveche de sus puntos fuertes. El problema está en que el operador minorista entra en el mismo mercado que el resto de operadores, independientemente de las características y condiciones de negociación de cada uno. Como ya dije en una entrada anterior, en el trading no hay segunda división, entramos directamente contra los mejores.
¿Y esto tiene que ser necesariamente malo? Pues claro que no. Una de las ventajas de ser pequeño es la flexibilidad y capacidad de adaptación. El tema está en acompañar a estas manos fuertes. Si ellos son los tiburones nosotros podemos ser las rémoras. Ya se que no suena muy bien, pero nos puede resultar rentable.
Hasta la próxima.
