Siguiendo con esta serie de entradas de ‘cara a cara en el trading’ hoy vamos a presentar una dualidad que está presente no sólo en el trading si no en muchas otra ocupaciones. Qué eliges: ganar más dinero o tener más tiempo libre.
Está claro que independientemente de que participes o no en la bolsa te puedes hacer esta pregunta. Sin embargo al tener la operación una mayor libertad de planificación de horarios y tiempos de trabajo, resulta más importante.
Efectivamente, si tienes un trabajo con un horario predeterminado, tienes tu tiempo de trabajo y su tiempo de ocio. En el trading no es así. Puede estar estar pendiente del mercado al minuto y entonces no se diferenciará mucho de un trabajo más habitual. Pero también puedes, sobre todo si tu capital te lo permite, un trading mucho más relajado en el que haya días en los que sólo debas confirmar que todo está en orden y poco más.
En ambos casos se presenta una relación entre dedicación y rendimiento, como ocurre en cualquier ocupación. Y de ahí que haya que tomar una decisión.
Pongamos frente a frente a nuestro operador intensivo, con una operativa muy exigente y que implica una vigilancia constante de sus estrategias frente al inversor a largo plazo que hace de la paciencia y la confianza en su análisis su mejor opción.
El primero tiene argumento de peso:
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El trading es un trabajo como otro cualquiera. Si 8 o 10 horas de trabajo son buenas para muchas profesiones no hay razón para que un operador aspire a otra cosa diferente.
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El buen operador es el que saca el máximo partido a su dinero, si no estás constantemente encima del mercado las buenas entradas se desaprovechan.
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Si tienes un gran capital puedes aspirar a realizar operaciones a largo plazo, con un capital pequeño no queda otra opción que operaciones a corto plazo que conlleva una mayor dedicación. Además el estilo de inversión más tradicional implica un largo tiempo de análisis fundamental.
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El apalancamiento nos permite avanzar más rápido en el crecimiento de nuestro capital, pero nos hace mucho más sensibles a los errores. Si quieres estar apalancado tienes que estar encima de tu estrategia.
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Hay un tiempo para cada cosa. Si logro aumentar lo suficiente mi capital en el futuro podré otro tipo de estrategias más relajadas.
Me parecen todos ellos argumentos respetables, pero seguro que nuestro inversor a largo plazo tiene algo que decir:
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El trabajo no es un objetivo por si mismo, es un medio para un fin. Si tienes la habilidad de conseguir tus objetivos en menos tiempo no tiene sentido dedicar más horas.
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No siempre un trading intensivo da el mejor resultado. Todo depende de la calidad de las estrategias.
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Es cierto que para realizar estrategias a largo plazo es mejor tener un buen capital, pero hay grandes fortunas que se han amasado usando la inversión más tradicional y empezando de cero prácticamente.
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El apalancamiento sirve para emplear un dinero que realmente no tienes. Dado que el mercado fluctúa continuamente, lo mejor es hacer estrategias concienzudamente planificadas en lugar de asumir riesgo excesivos.
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No es trata tanto de las diferentes etapas que pases como operador como de encontrar la mejor manera de batir al mercado.
¿Cual es la mejor solución? Cada uno tendrá su contestación. Pero lo más probable es que sea un equilibrio de ambas. Y ¿cómo conseguimos este equilibrio?, yo creo que hay que tener en cuenta un par de ideas:
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A más dedicación más rendimiento. Si tengo que estar 7 horas viendo los precios más otras 1 hora como poco preparando el mercado que sea por algo.
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En teoría, a menor sea la dedicación menor será el rendimiento, por lo que mayor deberá ser el capital implicado para conseguir la cifra deseada.
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Si disfrutas lo que estás haciendo igual no te importa estar las horas que hagan falta. Es importante encontrar tu hueco en el mercado, ese hueco en el que te encuentras cómodo y eres razonablemente rentable.
Con todo, para mi la operación es un medio para disfrutar de lo que ya tengo más que para tener muchas cosas más.
Hasta la próxima.
