En el anterior articulo tratamos en detalle el concepto de Volatilidad, su implicación respecto de los rangos esperados de movimiento en los mercados y su traducción en los distintos espacios temporales de actuación del Trader. Trataremos ahora los efectos que unos niveles bajos de Volatilidad producen en la forma de actuar de los Operadores:
En primer lugar se produce una disminución de la dimensión de los Objetivos en las estrategias de los Tarders. Esto es lógico, dado que una menor Volatilidad anticipa un menor movimiento esperado por los precios, y por tanto no tiene sentido mantener objetivos por encima de esos niveles, dado que desde el punto de vista estadístico, no se alcanzarán en la mayoría de las ocasiones. Llegados a este punto, algunos Traders pueden concluir que no merece la pena tomar el Riesgo del Trade, ante unas expectativas de objetivo reducidas, y por tanto elegirán no operar. Lo anterior es tendrá como consecuencia, de que se produzca una Disminución en la participación de agentes del mercado en general, que se traducirá en una caída de los volúmenes negociados.
Sin embargo hay otra vía posible a no operar estos mercados, y consiste en incrementar el Tamaño Medio de las Posiciones, de manera que con objetivos nominales menores, se puedan alcanzar objetivos efectivos similares a los obtenidos en fases de volatilidad más elevada en los mercados. La cuestión ahora, es si es posible incrementar el Tamaño Medio de las posiciones del Operador, sin incurrir en un mayor Presupuesto de Riesgo, que viole las reglas de Control del Riesgo de la operativa Trader.
La respuesta es afirmativa, dado que el estrechamiento de los Rangos de Movimiento Esperado, va a afectar de manera igual a Objetivos como Stops, y por tanto se podrá incrementar el Tamaño de la Posición, al aplicarle un Stop más reducido acorde con los niveles de Volatilidad del momento, y que por tanto no signifique un mayor Presupuesto de Riesgo para el caso en que el Stop sea alcanzado. Lo anterior puede ser entendido de forma práctica con el siguiente ejemplo:
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que unos menores niveles de Volatilidad, que producirán un menor interés participativo de los Agentes del Mercado, y por tanto que éstos se tornesn menos líquidos, puede interferir con este incremento del Tamaño Medio de la Posición del Trader. Para minimizar este efecto negativo es recomendable que el Operador seleccione los instrumentos más líquidos disponibles en el mercado, que por tanto se vean menos afectados por esa disminución generalizada de los volúmenes de contratación.
De este modo, elegiríamos antes como Vehículo de Trading, operar sobre Futuros del EuroStoxx 50, con un volumen medio de negociación entorno al millón de contratos diarios, y con posiciones medias en Oferta y Demanda superiores a los 500 contratos, frente a por ejemplo el Futuro del Ibex 35, con negociaciones medias entorno a 15.000 contratos, con posiciones medias en Oferta y Demanda entorno a los 5 contratos.
Finalmente también es necesario conocer, que una consecuencia de la reducción en los niveles de negociación de los vehículos de Trading, será que se producirán un mayor número de Señales Falsas, y por tanto el Trader experimentará una caída en el Porcentaje de Acierto de su Operativa. El Trader debe de anticipar este hecho, y no descuidar su Control de Riesgos, más importante ahora que en otras fases del mercado, si actúa con un mayor Tamaño Medio en sus posiciones.