Directamente, el escepticismo, el desdén hacia el dinero. Tener prioridades más importantes.
Empezando por este mismo modesto manual, hasta el mejor artículo del mejor periódico económico. A mí me gusta mucho recortar páginas de la prensa con entrevistas importantes o noticias impactantes y releer a los seis o doce meses. ¡Nada es lo que parece tantas veces!
No seguir las modas. En los corrillos te hablarán de tal o cual valor. Se frío, anota y piensa. Oirás frases como ¡se te escapa! ¡te vas a quedar fuera! No hagas ni caso, son las sirenas…
Al final de este manual tienes frases muy sabias de personas que ya han pasado por esta vida. Ellos no son sirenas, te lo aseguro.
También, es posible, que tomes la decisión de vender porque la escala te parece la adecuada para desembarcar y el valor sigue subiendo. No te apene, tengo un amigo muy listo que no necesita ningún asesor, gana dinero, bastante dinero. Sólo tiene un pequeño defecto: pasa más tiempo lamentándose en lo que ha dejado de ganar que en disfrutar de la plusvalía obtenida.
Conozco gente muy humilde, sin estudios, operarios de fábrica o de pueblos muy pequeños que sin ayuda de nadie, han conseguido un patrimonio realmente muy importante. Simplemente, son sabios, ¡qué envidia sana me dan! En su oficina bancaria están vigilando qué movimientos hacen para imitarlos. Impresionante ¿no?
¿Cómo lo hacen? No lo saben, simplemente lo ven obvio. Afortunadamente, otro sabio, Steve Jobs, te lo explica al final de este Manual (próximos posts): Conectan genes, recuerdos inconscientes, y, experiencias pasadas a noticias actuales, poseen una capacidad innata de síntesis, llegando a soluciones muy sencillas. Entonces compran o venden. Y no se suelen equivocar y tampoco te lo saben explicar. Es un don.
Todos tienen una caracterísitica en común: No necesitan ningún lujo terrenal, les basta con vivir en paz y disfrutar tanto si hace sol o niebla. Sin más pretensiones.