Todo o nada.
Ésa fue la primera sensación al consultar por primera vez una página de opciones binarias. Ahora bien, ¿se trata de una inversión?
Las descripciones de producto en varios sitios van de “le permite predecir si las acciones subirán o bajarán”, “puede invertir con confidencia porque sabe cuánto va a arriesgar y cuánto va a ganar”, “Invertir y ganar nunca fue tan simple” y “es la opción de predecir si un valor que eligió tendrá un mayor o menor valor al momento del vencimiento”.
Cualquiera que abra una cuenta sabe que se trata de una simple apuesta, de una opción entre dos alternativas, si llega o no al precio establecido, sea a la suba o a la baja.
Publicado en Harper's Weekly, Septiembre 1873
A diferencia del forex tradicional, si al período de tiempo establecido en la “opción”, dicho instrumento no llega al valor sugerido, pierde todo el “capital invertido”, o sea, pierde la apuesta.
En forex, podremos mantener la esperanza de una recuperación del valor, luchando contra las comisiones diarias o el margin call, que en algunos casos puede ser mayor que lo perdido en estas opciones.
A pesar de este lado negativo, para aquellos que les gusta los mercados y es un “day trader”, este tipo de inversión, puede ser muy beneficiosa y atractiva, o un completo desastre.
En el mercado norteamericano, las opciones están reguladas, pero aquellas que se ofrecen como tales, como una opción de compra a futuro a un precio determinado. Es más existe la opción de retirar la “apuesta” y ganar poco y nada si el precio se mantiene apenas por encima o debajo del de compra o venta respectivamente.
Este mercado no está regulado en algunos países y en otros inclusive, no se ofrece protección alguna al “inversor”.
¿Qué les puedo recomendar?
Simplemente pensar que este tipo de inversión no se parece en absoluto a una inversión financiera, sino que se acerca más a las apuestas deportivas, ya que un activo depreciado puede recuperar su valor, con el tiempo. Y el tiempo es el parámetro que, como en el deporte, determina el resultado.