En una semana no muy positiva para las tecnológicas, en la que el Nasdaq ha bajado casi un 2%, más del doble que el Dow Jones y el S&P, Lyft y Uber, las dos tecnológicas que han protagonizado recientemente su estreno en Bolsa y a las que dedicábamos nuestra sección el pasado lunes, han logrado mantenerse, respectivamente, por encima de los 50 y de los 40 dólares por acción.
Esa "estabilización" de ambos valores ha calmado un poco a los inversores que, con fe ciega, apuestan por el futuro de compañías muy disruptivas, como las dos citadas, pero que, por el momento, generan fuertes pérdidas y consumen a gran velocidad la caja y el capital de los inversores.
El bitcoin y las restantes criptomonedas son, también, un caso de "apuesta por el futuro" por parte de los inversores, o al menos así ha sido hasta el momento, porque a diferencia de las monedas "oficiales", el bitcoin no ha servido, hasta ahora, para realizar pagos en el comercio ordinario. Sin embargo, esto puede cambiar, ya que hace pocos días varias compañías, algunas tan conocidas como Starbucks o Whole Foods, la filial de Amazon, han anunciado su intención de aceptar bitcoins para las compras en sus establecimientos o plataformas.
Aunque el anuncio es algo confuso, lleno de condicionantes, y aunque en la práctica esos pagos parecen estar en fase de pruebas y limitados, hoy por hoy, a los llamados "app beta testers", no cabe duda de que es un gran avance, porque una moneda, por muy "criptomoneda" que sea, tiene poco o ningún valor si no sirve para hacer pagos y/o liberar deudas.
La consecuencia, a nivel bursátil, del anuncio, es que la cotización del bitcoin, que desde principios de año se ha comportado muy bien, se disparó el pasado lunes más de un 20% llegando a cotizar por encima de los 8.000 dólares. Recordemos que hace no mucho tiempo, a principios de año, el bitcoin cotizaba cerca de los 3.000 dólares, en pleno desplome desde los máximos de 20.000 dólares a los que llego en las Navidades de 2017.
El Gráfico que adjuntamos, del Grayscale Bitcoin Trust, uno de los varios vehículos que se han creado para invertir en bitcoins, refleja esa fuerte subida del bitcoin en lo que va de año, y la aceleración de la subida en mayo.
¿Va en serio esta vez la subida del bitcoin o estamos ante lo que algunos llaman el "rebote del gato muerto"?
La industria de las "criptomonedas" se ha caracterizado, hasta ahora, por prometer en exceso (overpromise) y luego no hacer la "entrega" adecuada (underdeliver). No es fácil saber si esta vez es diferente y estamos ante el inicio del despegue del bitcoin o si, por el contrario, nos encontramos ante un nuevo episodio de decepción. Pero la fuerte caída del pasado jueves de casi el 8% en pocas horas, aunque haya sido seguida de otra igualmente fuerte recuperación en el fin de semana, pone otra vez en duda que una "moneda" tan volátil pueda realmente ser aceptada como medio de pago en las transacciones ordinarias. Es precisamente esa fuerte volatilidad del bitcoin en sus cotizaciones el mayor obstáculo para su aceptación en los pagos.
Por ello, hoy por hoy, igual que decíamos la semana pasada respecto a Lyft y a Uber, estaríamos al margen de la inversión en bitcoins.