El posible rebote del Dax al que nos referíamos en nuestro anterior Gráfico Semanal no solo se ha producido, sino que, además, y en contra de nuestra idea de que iba a ser suave, ha sido muy intenso, con un alza superior al 5% en la semana.
En parte esa fuerte subida tiene su explicación al otro lado del Atlántico, no solo porque la festividad de Acción de Gracias americana haya reducido mucho los volúmenes de negocio de las Bolsas y amplificado sus movimientos, sino sobre todo porque el futuro del S&P, que es el indicador bursátil líder a nivel global, ha experimentado en solo cinco sesiones una remontada realmente espectacular, que le ha llevado de cotizar en zonas críticas de soporte el viernes 16 de noviembre, amenazando con ruptura bajista, a haberse colocado, a cierre del viernes pasado, por encima de los 1.400 puntos, amenazando ahora con todo lo contrario, es decir, con una ruptura al alza.
El grafico de los futuros del S&P del último año, que adjuntamos, muestra con claridad ese movimiento brusco de subida y bajada experimentado las dos semanas últimas, justo después de las elecciones presidenciales norteamericanas. El Gráfico también muestra como este rebote de la última semana se produce dentro de lo que parecía ser una corrección bajista seria, que se había iniciado a mediados de octubre, desde los niveles máximos anuales por encima de 1.450 puntos.
¿Vamos a ver un rebote intenso de aquí a fin de año? La realidad es que ese rebote va a depender mucho de cómo vayan las conversaciones sobre el “precipicio fiscal”. Si hay acuerdo las Bolsas lo van a celebrar.
El consenso del mercado es que sí habrá rally de Navidad, apoyado en los avances en las conversaciones sobre el “precipicio fiscal” y asimismo apoyado en buenos datos económicos americanos y una estabilización de los problemas de la zona euro. Jugar a ese rally parecería obvio a corto plazo, en consecuencia. Sin embargo, no lo haríamos, o al menos no lo haríamos sin tomar ciertas cautelas.
Por un lado, los niveles del S&P superiores a los 1.400 puntos nos imponen, por lo general, bastante respeto, ya que son niveles históricamente muy altos. Basta recordar que los máximos históricos de todos los tiempos del S&P se produjeron solo un 10% por encima de estos niveles. Por otro lado, el despalancamiento va a seguir pesando como una losa sobre el crecimiento global en los próximos años y eso pone techo a las subidas de la Bolsa. Finalmente, las conversaciones entre demócratas y republicanos para llegar a un acuerdo sobre el Presupuesto de 2013 tendrán momentos problemáticos, casi con seguridad. Probablemente la subida de esta semana ha descontado un escenario demasiado idílico.
Hay que esperar a ver si en los próximos días el S&P es capaz de subir con volumen, y, si deseáramos apostar por un rally fin de año, lo haríamos o bien tomando opciones call, que limitan el riesgo al precio de la prima, o bien cubriendo, al menos parcialmente, la posición alcista con la compra de opciones put, que ahora están muy baratas por la baja volatilidad y por la subida de esta semana pasada.
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Gráfico de los futuros del S&P 500 el último año
