Lo dicho, tanto marear la perdiz, tanto ruido veraniego para acabar acometiendo una subida de impuestos en toda regla y que por mucho que lo niegue el Gobierno, volverán a ser las clases bajas y medias (mileuristas y dosmileuristas, principalmente) las que soporten el grueso de la subida fiscal, sobretodo en lo que se refiere a la eliminación de los 400 euros. Y aún y con estas, desde el Gobierno se sigue insistiendo mezquinamente en que la subida de impuestos sólo afectará a las clases altas y que sirve para financiar un nuevo gasto público, el cual, (oh sorpresa) se recorta en un 4%.
Es innegable que esta mal llamada y poco imaginativa Reforma Fiscal es una subida de impuestos hecha a destiempo; debería aprender el Gobierno que los impuestos se suben en tiempos de vacas gordas para hacer colchón y controlar el crecimiento, y que en tiempos de vacas flacas se bajan para reactivar la economía. Aunque sí que hay que reconocer cierta maestría en la jugada de ZP; sube los impuestos precisamente en un entorno deflacionista para que así se note menos, y a más a más se guarda un as en la manga; otra nueva subida encubierta de impuestos para más adelante: la llamada fiscalidad verde (que supondrá una nueva subida del gravamen sobre las gasolinas, entre otras medidas). Y lo que ya resulta algo grotesco es la previsión del Gobierno de que el PIB para el 2010 sólo caerá un -0,3%, ¿alguien se la traga con la que nos está cayendo ahora?.
Puestos a analizar las medidas concretas; corta vida han tenido los famosos 400 euros de ZP, apenas han estado en vigor un año y medio. Su supresión es la medida que más ingresos reportará a las arcas públicas, concretamente 5.700 millones de euros. No nos parece mal que se fulmine este dividendo patillero de profundo calado demagógico y electoralista. Ahora bien, que nadie nos venda la moto que no se han tocado las rentas del trabajo ni nada: se ha hecho y los primeros efectos los empezaremos a notar en la nómina de enero de 2010. Y para mayor abundamiento, los tramos en los que más crecerá porcentualmente la tributación en el IRPF serán las rentas bajas y medias, esto es, las situadas entre 12.000 euros hasta los 30.000 euros.
No quiero ni imaginarme el “pollo” que se va a montar en las empresas a principios de año cuando los trabajadores vean que de un año para el otro ganan menos, y máxime cuando cada enero coincide con la subida de otros servicios básicos como luz, gas, transportes públicos, etc. Mi consejo a las empresas es que en lo que queda de año mentalicen y pacten los salarios de sus empleados en bruto, y a los trabajadores, por contra, que en lo que puedan pacte ahora sus salarios en neto para que sea la empresa quién se coma los 400 euros de ZP en 2010.
Respecto a la subida de IVA no parece ser lo más recomendable en momentos en que el consumo cae con fuerza. Tampoco me parece lo más indicado que un Gobierno de izquierdas opte por subir los impuestos indirectos, aquellos que gravan por igual a todos con independencia de la renta. Pero claro, había muchas más opciones?. En todo caso, se aplicará, una vez más, con contemporizador a julio de 2010, se supone que para incitar el consumo y no hacerlo coincidir con la subida del IRPF de enero de 2010. Hacer coincidir simultáneamente subidas de IVA e IRPF, hubiera sido empezar 2010 con muy mal pie, un año que ya de por si se presenta muy negro.
Por lo demás, aplaudo que por una vez por todas se haya vuelto a una cierta progresividad en las rentas del capital (intereses, imposiciones a plazo fijo, seguros de vida, plusvalías...), si las del trabajo siempre lo han sido, ¿que razón había para no aplicarlas en las de capital?.
En resumidas cuentas, que en contra de lo que han ido cacareando todo el verano, ni los ricos van a pagar más impuestos ni la subida impositiva financiará nuevo gasto público. Y de mientras, la oposición lamentándose que con la subida del IVA, ZP sube el precio de "los chuches a los niños" (es literal de Rajoy, aunque parezca imposible). Que nivelón que tenemos en este país¡¡
En fin, tenemos lo que nos merecemos, pero tampoco hay que hacer demasiadas divagaciones, todavía queda para este Anteproyecto de Presupuestos su convalidación en sede parlamentaria y pueden haber todavía muchísimas más sorpresas. A peor, por supuesto.
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