El jueves pasado la Fed anunció que retirará los estímulos económicos y la compra masiva de Bonos para 2014. Ante ese anunció los mercados reaccionaron con fuertes caídas, yéndose a probar soportes como en el caso del Ibex35.
Uno de los sectores más perjudicados por este anuncio es el bancario, que está en mínimos históricos y con bancos que han bajado un 30% en el mes como es el Commerzbank alemán, que se han dedicado a ganar dinero haciendo Carry Trade en vez de su negocio tradicional que es dar crédito. Bueno, púes quizá este anuncio de la Fed sea beneficioso y consiga que los bancos decidan de nuevo dedicarse a lo suyo.
Pero la pregunta clave es; ¿qué podemos esperar de este nuevo escenario que se nos presenta?.
En 1994 había un escenario similar, no igual, al actual en el mercado de bonos (que es el que se verá afectado por el anuncio de la Fed). Los rendimientos de los bonos eran históricamente bajos, la inflación insignificante, los salarios contenidos y las empresas no subían los precios por la debilidad de la demanda. La Reserva Federal empezó a aumentar los tipos de intervención en respuesta a las señales de fortalecimiento de la economía y al repunte del precio de las materias primas, y provocó que los tenedores de bonos tuvieran que vender sus posiciones para reducir las pérdidas y el riesgo en sus carteras de bonos. Lo que provocó un aumento de las TIRs de los bonos con el correspondiente descuento del valor de los bonos.
Este hecho provocó una reacción de los mercados exageradamente rápida, nerviosa y volátil. El sell-off en el mercado de bonos produjo un periodo de correcciones en todos los mercados, tanto los de renta fija como los de renta variable. Con la inversión en los bonos se buscaba inversión especulativa, no inversión en valor y correcta valoración de los activos.
En aquella ocasión el descenso fue rápido, con 2 meses de caída en el mercado de bonos, teniendo su réplica en un ascenso que le costó 6 meses recuperar los niveles previos.
Ciertamente, hay similitudes entre las dos situaciones, y tal y como están los mercados una mirada a la historia siempre viene bien. Ante esta situación, si queremos estar en el mercado de renta fija, lo mejor es apostar por duraciones muy cortas, inferiores a 2 años, y aprovechar las caídas que se producen en el mercado de renta variable para incrementar posiciones.