Con este post termino la serie de Errores que considero más importantes en los inicios de la gestión de cuentas o capitales de terceros.
El error 4 y anteriores los puedes encontrar aquí.
Este error creo que va relacionado con la intención de agradar a la mayoría de personas. A veces, uno puede caer en la hipocresía de no comportarse como uno realmente es, sino que tenemos diferentes máscaras para cada situación, entorno o relación. Creo que el Dr. House es la única persona que conozco que es realmente transparente... y es ficción.
Creo que todos, en mayor o menor medida, somos hipócritas en algún aspecto de nuestra vida... y si tú no lo eres, entonces no quiero conocerte, pues serás muy sincero conmigo, y las verdades duelen :)
Bromas aparte. Uno de los errores que cometí fue precisamente ese, querer agradar a los inversores en términos de volatilidad. Por eso, a mi operativa de siempre intenté hacerla más conservadora para reducir esa volatilidad, pensando que ese era el mejor camino. Como decía en el post del error nº4, ambos (4 y 5) están muy ligados. Y es que tener un buen trackrecord, con buen rendimiento, poco drawdown y poca desviación estándar es algo muy importante cuando se empieza (o eso creía).
Cuando uno tiene un sistema u operativa determinada que ha trabajado a lo largo del tiempo y con la que está cómodo, debe ser fiel a ella. Lo que ocurre es que quizá esa operativa no es atrayente por ser demasiado volátil. Y es ahí donde caemos en el error de intentar adaptarnos a un perfil con el que nuestra gestión no va acorde.
Yo, personalmente, he pasado más estrés intentando mantener el portfolio 'sujeto', con poca volatilidad, que si hubiera operado siguiendo mi estilo personal. El trackrecord no sería tan bueno, seguramente el drawdown sería mayor, probablemente la rentabilidad también, pero lo más importante, habría disfrutado mucho más y lo habría pasado mejor. De hecho, uno de los cambios que hice fue el de pasar de stocks a ETFs e índices.
Por eso, este ha podido ser uno de los errores que más me han costado en términos de bienestar... es como al que le gusta correr y le ponen cuerdas entre los tobillos. Y lo peor de todo, es que fui yo mismo quién se puso esas cuerdas.
Aquí seguro que podríamos abrir un nuevo debate: ¿Debemos adaptarnos al cliente o es el cliente quién debe adaptarse a nosotros?
Cualquier empresario o propietario de un negocio podría decir, con mucha razón, que debemos adaptarnos a las necesidades del cliente, de lo contrario el negocio fracasaría. Si consideramos la gestión como un negocio, entonces puede que sí tuviéramos que adaptarnos al perfil de inversor estándar (conservador, poca volatilidad), pero no seríamos honestos 100% con nosotros mismos.
De nuevo entramos al principio de autodependencia. Cuando uno tiene el capital suficiente (si es propio mejor), o cierto renombre y trayectoria, puede permitirse el lujo de poner sus reglas en el sentido de quién quiera aceptarlas, bienvenido es. Pero cuando uno empieza, con una mano delante y otra detrás, tenemos que adaptarnos y como decía Bruce Lee, fluir como el agua.
Por tanto, bajo este punto de vista, tampoco habría sido un error.
En resumen, si volviera a empezar me gustaría ser fiel a mi estilo y que los inversores lo acepten. Y el tiempo diría si mi estilo tiene cabida en el mercado o no.
En cualquier caso, como no hay mal que por bien no venga, tengo que decir que precisamente esta gestión más conservadora, pero complicada a la vez, me ha hecho aprender muchas cosas que sigo aplicando.
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Sergio Nozal
Descargar Resultados Protectus - Septiembre 2012