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Segunda ola de COVID-19

Con el levantamiento progresivo de las restricciones la mayoría espera que la pesadilla haya terminado sin embargo en varios lugares de Asia donde primero sufrieron la pandemia están experimentando una segunda ola y una vuelta a las restricciones.

 

La llegada del buen tiempo y las altas temperaturas reducen la supervivencia del virus fuera del organismo, y el incremento de los niveles de vitamina D mejora la respuesta inmunológica de la población. Son factores que juegan a nuestro favor y en contra de que se produzca un rebrote de la epidemia antes del otoño. A favor del rebrote está el alto porcentaje de población susceptible.

1. No hay inmunidad de grupo

El 13 de abril yo estimaba el número de infectados en el 5 % de la población en España a partir del número de muertos real, no el contabilizado:

Si en España estimamos que el número de muertos real por coronavirus ande por los 30.000, con una letalidad del 1,2 % nos daría un número de infectados de 2.500.000, es decir el 5,3 % de la población se habría infectado. Esa estimación basada en el estudio austríaco coincide con la estimación que yo tenía de que entre el 3-5 % de los españoles se ha infectado. ¿Podríamos habernos permitido multiplicar por 20 lo que ha pasado en nuestros hospitales y residencias de ancianos? La respuesta es claramente no.

Mi estimación ha resultado acertada. El informe preliminar del 13 de mayo del estudio sero-epidemiológico ENE-COVID-19 indica que un 5,0 % de los 60.983 participantes presenta anticuerpos, proporción que sube al 11 % en la Comunidad de Madrid, y al 14 % en la provincia de Soria.

Fig. 1. Porcentaje de los participantes en el estudio de sero-epidemiología que presenta anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2 por provincias. Fuente: Informe preliminar del estudio ENE-COVID-19.

Hay que considerar que la COVID-19 es una enfermedad de largo recorrido y que los infectados suelen mostrar todavía presencia de virus entre 3 y 4 semanas después de la fecha estimada de infección. Mucha gente que la ha pasado y se ha recuperado puede seguir siendo infecciosa una semana después de que hayan desaparecido los síntomas. No solo no tenemos protección por inmunidad de grupo (95 % susceptibles), sino que además de los nuevos casos, parte de los antiguos puede continuar siendo infeccioso.

2. El factor estacional

Muchas enfermedades infecciosas presentan estacionalidad. Los virus con envuelta (gripe, otros coronavirus) tienen una marcada incidencia en el invierno y una presencia residual en verano. No se sabe con certeza la razón de ello, pero hay tres hipótesis principales:

  • Las altas temperaturas y alta humedad del verano reducen la viabilidad del patógeno fuera del huésped dificultando la transmisión.
  • Los niveles de vitamina D, un importante regulador inmunológico, en las regiones templadas muestran una estacionalidad opuesta.
  • La estacionalidad se retroalimenta y al final de la estación favorable no hay suficiente población susceptible para sostener un brote epidémico.

Un cuarto factor serían los comportamientos sociales, como el año escolar o las vacaciones y el tiempo al aire libre, sin embargo la caída de la incidencia se produce mucho antes de que termine el año escolar y para el mes de abril la incidencia de la gripe suele ser ya residual.

Lo más probable es que los tres factores enunciados arriba contribuyan en parte y sean necesarios para establecer y sostener la estacionalidad observada. Sabemos que solo las altas temperaturas y humedad no son suficientes para evitar los brotes epidémicos, porque los países cálidos los sufren en similar medida. Y lo mismo puede decirse de los niveles de vitamina D porque hay países donde la población no tiene deficiencia. En el caso de la gripe hay estimaciones de que tras cada brote estacional, en la primavera, tan solo el 15-20 % de la población sería susceptible y junto a los otros factores ello haría que el índice de reproducción del virus cayese por debajo de 1 impidiendo un brote veraniego.

Sin embargo el análisis de las pandemias de gripe (de media cada 25 años una cepa nueva causa una pandemia de gripe en el mundo), muestra un resultado curioso. Solo ha habido seis pandemias de gripe registradas desde 1889, pero todas ellas tuvieron lugar en el Hemisferio Norte fuera de la temporada de gripe, comenzando hacia el final de la época de gripe estacional (figura 2).

Fig 2. Las pandemias históricas surgieron al final de las temporadas de gripe. Las curvas grises muestran las temporadas de gripe 1997-2015 en los EEUU. Las líneas discontinuas verticales indican la emergencia de las pandemias históricas de 1889, 1918, 1957, 1968, 1977 y 2009. Fuente: Fox et al., 2017. Seasonality in risk of pandemic influenza emergence.

Fox y colaboradores reconocen que la muestra (6 pandemias) es pequeña, pero postulan la hipótesis de que una respuesta inmunológica de corta duración contra diferentes subtipos de gripe (heterosubtípica) entre quienes están o han sido infectados de gripe en esa estación protege contra la emergencia de la pandemia hasta que esa protección se desvanece. Ello explicaría que las pandemias no se produzcan durante el periodo de gripe estacional, cuando en teoría debería ser más probable. Cuanto mayor el número de gente infectada mayor incidencia de mutaciones en el virus para generar la nueva cepa y condiciones ambientales más favorables para su propagación.

En cualquier caso lo que nos importa en este momento es que las seis pandemias de gripe registradas en los últimos 130 años emergieron entre mediados de marzo y finales de julio. Está claro que el factor estacional no es determinante en el caso de las pandemias, contra las cuales la población no cuenta con protección inmunológica. La susceptibilidad de la población parece ser el factor principal ante una nueva pandemia. Aunque el riesgo de rebrote de COVID-19 es más alto en el otoño, eso no quiere decir que no pueda tener lugar durante el verano.

3. Incidencia de segundas olas

La pandemia de COVID-19 comenzó en enero en China (había pocos casos en diciembre), y se extendió en febrero a los países vecinos, muchos de los cuales reaccionaron con prontitud y eficacia. Al conseguir suprimir el brote en poco más de un mes, allí ya han tenido tiempo de levantar las medidas restrictivas, y lo que está pasando es que en algunos lugares se están produciendo rebrotes.

En China la ciudad de Jilin, en una provincia con frontera con Rusia y Corea del Norte, ha vuelto a implantar el estado de emergencia y han vuelto a suspender autobuses y cerrar cines, gimnasios, cafés y escuelas y han puesto restricciones para abandonar la ciudad después de que apareciera un nuevo grupo de infecciones que indica que además de casos importados se estaba dando contagio local. Las farmacias están obligadas a informar de a quien venden antipiréticos (paracetamol, aspirina, ibuprofeno), para que los contagiados no puedan ocultar su fiebre. En Shulan, el barrio donde se detectó el grupo de infectados, se ha decretado el confinamiento total de la población.

En Wuhan, polémico epicentro de la pandemia, han aparecido seis nuevos casos tras semanas sin detectarse, lo que ha llevado a las autoridades a ordenar que se teste a sus 11 millones de habitantes. ¡Todos ellos! Mientras en Occidente se nos vendía que esto no era mas que una gripe, en China son extremadamente drásticos en sus medidas. Hay que fijarse en lo que ellos hacen y no en lo que dicen, porque son los que mejor conocen el virus. Están intentando erradicarlo por todos los medios, mientras que a nosotros nos van a vender la vacuna.

Corea del Sur también está teniendo un rebrote de casos ligados al ambiente nocturno de Seul, lo que ha llevado a cerrar bares y clubes, después de que un infectado afirmara haber visitado una serie de ellos.

En Hokkaido, la segunda isla más grande de Japón, con 5 millones de habitantes, tuvieron su primer caso de coronavirus el 28 de enero, y a pesar de la pronta y eficaz respuesta decretaron el estado de emergencia el 28 de febrero ante el aumento de casos en los días anteriores. 20 días más tarde y con menos de 10 casos nuevos por día, levantaron el estado de emergencia. Menos de un mes más tarde fueron golpeados por una segunda oleada de casos mayor que la primera, llegando a los 40 casos diarios y forzando que el 9 de abril tuvieran que declarar un segundo estado de emergencia cerrando los colegios. El Dr. Kiyoshi Nagase presidente de la Asociación Médica de Kokkaido dijo “ahora me arrepiento, no deberíamos haber levantado el primer estado de emergencia”.

Fig. 3. Número de nuevos casos diarios en Hokkaido (Japón). Allí los casos nuevos son de decenas, en vez de miles como aquí. Aún así han decretado dos estados de excepción, marcados en gris. Fuente: Stopcovid19.Hokkaido.

También Singapur y Hong Kong han tenido segundas olas atribuidas en su caso a casos importados.

Irán se convirtió en un segundo epicentro de la pandemia a finales de febrero, exportando casos por todo el mundo. Fueron lentos en reaccionar hasta que sus líderes empezaron a contagiarse (como aquí y en el Reino Unido), y entonces pasaron por el aro y decretaron confinamiento y desinfecciones. El 11 de abril empezaron a relajar las medidas y el 4 de mayo abrieron las mezquitas, justo a tiempo para el rebrote, que ha triplicado el número de nuevos casos de 800 a 2.400. Han tardado también solo un mes en ver los efectos del relajamiento.

Fig. 4. Casos nuevos diarios en Irán. La segunda ola ha triplicado el número de casos de principios de mayo y amenaza con superar el pico de finales de marzo. Fuente: Worlometers.

El gobernador de la provincia de Khuzestan, particularmente afectada, Gholamreza Shariati ha dado como explicación que la gente no ha estado observando las reglas de distanciamiento social. ¿Os suena?

4. Qué hacer

A mí me gustaría que el confinamiento en España se hubiera hecho mucho mejor. Como con las tiritas es mejor un tirón doloroso y breve que un dolor menor pero muy prolongado en el tiempo. Los nuevos casos y las muertes no han descendido lo suficiente para hacer el seguimiento manejable. 50 muertos al día indican 5.000 nuevos infectados hace 12 días. Tenemos varios miles de nuevos infectados cada día seguro. Sin embargo con la economía hecha trizas, que en eso el confinamiento ha sido muy eficaz, queda claro que no se puede prolongar el confinamiento para tan magro resultado. Hasta este momento el gobierno solo ha demostrado lo mal que sabe hacer las cosas, por lo que no tengo ninguna confianza en que sea capaz de hacer lo que se ha hecho en multitud de países y testar, seguir, testar y aislar cada caso que surja y sus contactos estrechos para evitar que los contagiados se disparen de nuevo. Afortunadamente buena parte de la población está muy concienciada y el gobierno cada vez que rectifica se acerca más a lo que yo dije desde el principio, y finalmente ha hecho obligatorio el uso de mascarillas.

De nosotros depende que no haya una fuerte segunda ola este verano. Encuentro sorprendente que el gobierno y los medios no hagan suficiente campaña para concienciar a la ciudadanía. Debemos usar mascarilla fuera de casa siempre. Debemos mantener una distancia de seguridad con los demás. Debemos lavarnos o desinfectarnos las manos con frecuencia y evitar tocarnos la cara. Debemos cubrirnos antes de toser y estornudar. Debemos mantener el distanciamiento social y ser extremadamente cuidadosos con las personas mayores. Y debemos hacer todo esto hasta que haya una vacuna o un tratamiento eficaz. Cuanta más gente siga estas normas mayor será la reducción del índice de reproducción del virus. No necesitamos que lo haga todo el mundo. Quienes no lo hagan pronto habrán pasado la enfermedad, para bien o para mal, y dejarán de ser posibles vectores. Puesto que el virus tiene una R0 de en torno a 2,5, si un 60 % de la población es resistente a la infección o bien porque la ha pasado, o bien porque se protege adecuadamente, evitaremos una segunda ola que supere a la primera. En manos de cada uno está el conseguirlo porque con nuestros políticos no podemos contar. La información que tenemos es la principal diferencia con respecto a pandemias anteriores. Sabemos como protegernos y debemos hacerlo.

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  • Coronavirus (COVID-19)
  1. en respuesta a Packo33
    -
    Top 100
    #20
    25/05/20 19:17
    Packo33,

    No tengo razón para dudar los dos hechos que presenta: que un miembro de una familia de cuatro ha pasado la enfermedad y tres no, y que gente que tuvo una enfermedad con síntomas de gripe en febrero ha dado positivo en tests de anticuerpos tres meses más tarde.

    Lo que dudo es de su teoría a partir de esos hechos que contradice los resultados de los estudios científicos, puesto que hay una explicación perfectamente trivial en ambos casos que no los contradice. Que el miembro de su familia infectado no era contagioso, y que esas personas pasaron la gripe en febrero y el covid más tarde.

    Esa probabilidad nula de que de un grupo de personas que tuvieron gripes "raras" en febrero, TODAS cogieran el coronavirus mas tarde, no es tal. Por lo que indica esas personas que pasaron todas la gripe y todas el coronavirus están relacionadas por trabajar en el mismo sitio. Se pudieron contagiar ambas enfermedades unas a otras en el lugar de trabajo a partir de un primer infectado en cada caso. El contagio en el lugar de trabajo no tiene una probabilidad nula, sino muy alta.

    Tampoco sigo su lógica. El que no hubiera interés en detectar casos en febrero nada nos dice de si los había o no y cuantos.

    No importa que un paciente de covid hubiera un muerto el 13 de febrero. Esa persona venía de Nepal donde posiblemente se contagió días antes y constituye uno más de los múltiples infectados que llegaron a España a mediados de febrero. Si contagió o no a alguien más en España no lo sabemos, lo que sabemos es que no contagió a nadie en el hospital, lo que indica que no era de los casos muy contagiosos.

    Su hipótesis no tiene apoyo de los datos y tiene un agujero enorme porque no explica por qué los fallecimientos empiezan a tener lugar a partir del 10 de marzo. Esa cronología indica que a finales de febrero había tan solo unos pocos cientos de casos.

    La mortalidad por encima de lo esperable se dispara en España a partir de mediados de marzo. Los contagios se tuvieron que disparar 15 días antes, y no más.
    La mortalidad por encima de lo esperable se dispara en España a partir de mediados de marzo. Los contagios se tuvieron que disparar 15 días antes, y no más.


    Si lee mi comentario #4 dirigido a Camilort verá que la ciencia sabe que la mayoría de las personas infectadas por coronavirus no contagia a nadie, mientras que una minoría es la que contagia a todos los nuevos casos. Eso fue así también con la epidemia de SARS de 2003, cuando mucha gente que resultó expuesta a infectados no se contagió. Su hipótesis de la resistencia tampoco tiene apoyo científico y la teoría alternativa tiene en cambio mucho apoyo.

    Entre sus deducciones y las de la ciencia, obviamente me quedo con las de la ciencia. Creo que explican las razones de su experiencia mejor que usted.

    Un saludo.
  2. #19
    25/05/20 18:27
    No teníamos bastante con las "predicciones" proféticas de Bill Gates, o con el ya famoso “simulacro” objeto del evento 201 organizado por el Centro John Hopkins, el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, o, asimismo, con esa burla en la portada del periódico "The Economist" comparándonos con perros con bozal y riéndose en nuestra cara de lo fácil que es controlarnos, cuando ya se nos “anuncia” una segunda ola del “virus”.

    Como todo el mundo debe saber ya, de esta "pandemia" lo que se está propagando incontroladamente por el mundo es, en segundo lugar, un virus y en primer lugar una colosal falta de sentido común que dejará al mundo tal como lo conocemos en ruinas y no me refiero exclusivamente a las económicas, que también.
     
    El SARS-CoV-2 es un virus cuyos efectos no son muy diferentes de muchos otros coronavirus que son bastante comunes incluido el de la gripe estacional. Si bien la reacción exagerada a su propagación inicial es algo comprensible debido a las muchas incógnitas asociadas a él, ahora está perfectamente claro que no plantea mucho más peligro que todos ellos pues la mayoría de las personas no se infectan cuando se exponen a él; de los que se infectan, la mayoría muestra síntomas leves o ninguno; de los que muestran síntomas, sólo un porcentaje muy pequeño muere y los que mueren son casi exclusivamente personas de edad avanzada y con problemas de salud subyacentes, o, en otras palabras, personas que morirían de cualquier infección. Hemos vivido con estos virus desde siempre. No hay razón para entrar en pánico o introducir medidas destructivas. La única diferencia significativa entre este virus y los otros es su campaña de relaciones públicas.
     
    El bloqueo, el distanciamiento físico y las máscarillas se introdujeron para "aplanar la curva" y evitar que los hospitales se vieran abrumados; pues bien, como este objetivo ya se ha conseguido, no hay más razones para que ninguna de estas medidas continúe. Las medidas no detienen y no pueden detener la propagación de un virus. Lo que sí pueden y hacen, sin embargo, es destruir la vida de las personas, tanto directa como indirectamente, además de que constituyen una violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales. 

    Crean un virus con una precisión genocida para destruirnos, te dicen que es natural y te lo tragas sin pestañear. ¿Qué más tiene que pasar para que entiendas que te están matando, que te van a quitar tu libertad de movimientos, a tus familiares, tu trabajo y tu vida?. ¿Y callas y aplaudes porque te lo dicen por un whatsapp o en la televisión?.....

    BASTA YA  DE TANTO ENGAÑO Y MANIPULACIÓN. 
  3. en respuesta a Fleischman
    -
    #18
    25/05/20 18:26
    Si ese señor es la norma, decenas de miles de españoles que hicieron viajes internacionales en enero, tambien volvieron contagiados. Y el virus estaba expandiendose en España desde enero.
    En eso estamos de acuerdo.
  4. en respuesta a Packo33
    -
    Top 100
    #17
    25/05/20 17:59
     El problema es que teneis que hacer coincidir "hechos" que aparentemente se contradicen:
    - El virus es muy contagioso
    - El contagio es del 5%

    Para explicar ambos a la vez, recurris a suposiciones estrambóticas. 

    No se contradicen en absoluto. Es del 5% de media, el 14% en Soria y el 2% en Asturias. En mi pueblo es, que sepamos, el 0%. ¿Y? Un poco antes de llegar al 5% pasó por el 4.9% y después puede que pase al 5.1% y así...

     No se muy bien porque pones "Nepal" en negrita. Que yo sepa Nepal no es un país con especial incidencia de coronavirus. Este señor hizo un viaje internacional, igual que decenas o centenas de miles de españoles durante enero y febrero. 
    A no ser que me demuestres la excepcionalidad de este señor, lo que le ocurrio es la norma. 

    Lo puse en negrita para resaltar que (muy probablemente) no se contagió en España, sino fuera. Puesto que lo que se estaba discutiendo era si en enero el virus circulaba por España (como así sería si ese paciente no se hubiera movido).

    Efectivamente ee señor es la norma, no la excepción. Sería la excepción "que refuta la regla" si no hubiera viajado.
  5. en respuesta a Fleischman
    -
    #16
    25/05/20 17:40
    El problema es que teneis que hacer coincidir "hechos" que aparentemente se contradicen:
    - El virus es muy contagioso
    - El contagio es del 5%

    Para explicar ambos a la vez, recurris a suposiciones estrambóticas. Por ejemplo:

    Ese paciente ingresó a primeros de febrero a la vuelta de un viaje de Nepal.
    Lo que interpreto que quieres decir es que ese señor que enfermo a principios de febrero es un outlyer excepcional QUE NO HACE FALTA EXPLICAR.
    No se muy bien porque pones "Nepal" en negrita. Que yo sepa Nepal no es un país con especial incidencia de coronavirus. Este señor hizo un viaje internacional, igual que decenas o centenas de miles de españoles durante enero y febrero. 
    A no ser que me demuestres la excepcionalidad de este señor, lo que le ocurrio es la norma. 
    Lo que le hace especial a este señor es que murió. A todos los que pasamos el coronavirus en febrero, ni nos han contabilizado.
  6. Top 100
    #15
    25/05/20 17:31
    Aprovecho para pegar aquí esto que acabo de leer de droblo en la página del euribor, que me parece muy interesante. Hace poco justo mi mujer me comentó algo parecido: todas las noticias, reportajes, etc., son de buen rollito, qué bien que los estamos haciendo y qué bien dentro de poco cuando abran las piscinas. Que dentro de poco ya podrán venir los turistas a millones y, ojo, reserva ya tus vacaciones que me las quitan de las manos. Creo que fue en A3 donde escuché que las casas rurales con piscina ya están "casi agotadas". ¿En serio?

    Hay una típica frase motivacional que dice que el objetivo se consigue cuando crees que lo has conseguido, y es totalmente cierto. Con el tema del covid19 creo pasará lo mismo, nadie sabe realmente cual es el objetivo con el que nos conformaremos porque cada vez parece más claro que no es, como podíamos pensar o desear no hace tanto, que el virus desaparezca. De hecho eso mismo dijo la OMS el 13 de mayo: “El nuevo coronavirus quizá nunca desparecerá y la población tendrá que vivir con él” y no es que la OMS esté acertando mucho últimamente pero esa conclusión coincide con mi percepción, que además parece confirmarse con el primer estudio de prevalencia realizado en España y que conocimos hace unos días: con sólo un 5% de la población expuesta al virus han muerto casi 30 mil personas… oficialmente. El confinamiento está claro que ha frenado tanto la primera como la segunda cifra pero es alarmante entonces pensar en qué puede ocurrir tras su finalización.

    La versión optimista es que las mascarillas ayudarán a reducir contagios aunque no estemos confinados,  que si eliminamos los muertos en residencias (algo que imagino ya se tomará más en serio) la cifra de fallecidos se reduce mucho, que si bien los afectados son muchos es lógico pensar que se han ido primero los más vulnerables y que los profesionales sanitarios, al haber estado más expuestos, tendrán una mayor dosis de inmunidad -y más medios- y por tanto tendrán menos bajas laborales y eso ayudará a que no se colapse el sistema sanitario. La versión pesimista dice que si sólo se han ido los más vulnerables del 5% de la población expuesta al virus, la cifra de muertos puede dispararse muchísimo y que nada garantiza que no vuelva a haber atascos en los hospitales y las UCIs y que si bien es cierto que el uso de mascarillas y la distancia social son un factor muy positivo de prevención, nadie está seguro del grado de cumplimiento. Por otra parte, los países serios como Corea del Sur cuando detectan un caso lo rastrean y así averiguan quienes son los infectados y pueden tratarlos y/o confinarlos pero aquí seguimos, más de dos meses después, sin un método de rastreo eficaz.

    Nos decían que para que hubiera inmunidad hacía falta que el 60% de la población tuviera anticuerpos, ahora sabemos que eso es una entelequia, quizás por eso el método sueco, aunque a corto plazo esté resultando un fracaso si comparamos sus cifras con las de sus vecinos, pueda ser un éxito a largo plazo. Nadie lo sabe aunque sí sabemos que el desastre económico está ocurriendo tanto en países con confinamientos estrictos como en los que no ya que la economía está tan internacionalizada, que a todos nos afecta lo de todos. Yo no tengo claro, como casi todos, nada y en este tema soy propenso a confundir deseo con evidencia y aviso que en España tenemos un problema de percepción ya que por nuestra propia evolución pensamos que lo peor ha pasado cuando en el mundo se están dando AHORA las cifras máximas de contagiados diarias (más de 100 mil) pero hay algo que tengo claro: ni España ni ningún país están preparados para la ruina económica que puede suponer volver al confinamiento generalizado y pienso que las autoridades lo saben y están preparando a las sociedades a asumir como normales y habituales las muertes por coronavirus, muertes que, al menos en España, han sido en un 97% de mayores de 60 años… seguramente infectados por ciudadanos mucho más jóvenes.

    Debemos tener en cuenta que por ejemplo en España apenas hay imágenes de la tragedia que se está viviendo. El último gran atentado terrorista en nuestro suelo, el de las Ramblas en Barcelona de hace 3 años, dejó 17 fallecidos y un impacto visual que no ha habido ahora con centenares de decesos diarios. 193 personas fallecieron el 11-M en Madrid y aún se pueden ver fotos y videos de aquellos hechos. Ahora apenas nada, hay un interés en edulcorar todo esto que creo resulta contraproducente porque puede que esté llevando a que muchas personas no se lo tomen lo suficientemente en serio. Bajar de 100 muertos diarios se consideró hace unos días una gran noticia viniendo de donde venimos aunque hay que tener en cuenta que el año pasado por accidentes de tráfico murieron de media ¡3 personas al día! Y curiosamente, para aleccionar a la prudencia de la gente en la carretera nos montan periódicamente campañas publicitarias a veces con escenas muy crudas y donde se pueden ver las consecuencias de nuestra irresponsabilidad al volante, ¿para cuando una que muestre las consecuencias de no llevar mascarilla o de no respetar la distancia social con afectados reales o actores maquillados como moribundos al menos, por qué ocultar ese sufrimiento real al escrutinio de toda la sociedad?

    No, hay un claro interés en desdramatizar visualmente unas cifras muy muy trágicas y pienso lo que se busca es que acabemos conviviendo con el virus y asumamos como normal que mucha gente va a seguir muriendo por él; preveo que al final volvamos a la comparación con la gripe estacional y sus muertes asociadas. La vacuna, si llega a existir y comercializarse, será una gran noticia pero la vacuna de la gripe no acabó con ella y es muy complicado que acabe con el coronavirus que, como la gripe, puede mutar. Yo que ya tengo una edad recuerdo mucho de lo que se decía cuando empezó a preocupar en el mundo el SIDA (por cierto, tuvo que morir un actor famoso de Hollywood para que eso pasara), también se hablaba de un origen artificial, de la llegada de una vacuna milagrosa y de los enormes cambios que iba a provocar en el comportamiento humano… como ahora. Al final, la enfermedad se trata con bastante éxito pero sigue ahí, con millones de afectados en el mundo, sin vacuna, olvidadas ya las teorías conspirativas y el único cambio real que supuso fue un mayor uso de los condones. De hecho, no me extrañaría que la famosa campaña de los ´90 “póntelo, pónselo” ahora se aplique a las mascarillas.

    Mi impresión es que nos están preparando para vivir con el virus, tomar como normal que haya docenas de muertos diarios sin asumir en ningún momento de forma oficial que no saben cómo vencerlo sin recluirnos a todos y sin reconocer que recluyéndonos a todos acabaremos pasando hambre porque esto no se sostiene. Y no pasa sólo en España donde está claro que el país no puede seguir pagando millones de nóminas públicas (entre ERTEs, parados y jubilados) más los gastos propios de la Administración con los pocos millones de personas que seguimos trabajando, pasa en casi todas partes (Italia reabrió todo hace 7 días admitiendo su primer ministro que “no podían esperar a la vacuna”). Así que volveremos a trabajar y a consumir y a recibir a los turistas y a no verlos como un riesgo… aunque el virus siga matando. Todo esto es triste, también lo es que quizás no nos quede otra opción: salvado el colapso sanitario o movemos la economía y la empezamos a recuperar o la ruina nos perjudicará más que el virus aunque quizás lo peor y más triste es que ya hayamos sentado las bases para que eso ocurra y vengan años muy duros. Claro que es muy difícil la decisión de no hacer lo mejor para la salud pública a corto plazo porque haciéndolo estropeamos tanto el bienestar de toda la población que acabará siendo también un problema de salud pública a medio y largo plazo, y probablemente mayor… pero individualmente tenemos una ventaja: que otros ya la han tomado la decisión por nosotros. 
  7. en respuesta a Packo33
    -
    Top 100
    #14
    25/05/20 17:19
     Si mal no recuerdo el primer muerto por coronavirus en España fue el 13 de Febrero. Lo que le decia antes de los estudios. 

    Ese paciente ingresó a primeros de febrero a la vuelta de un viaje de Nepal.

    Si el coronavirus hubiera estado circulando masivamente por España en enero y febrero, como para ser responsable de gran parte de los supuestos casos de gripe, habría que preguntarse por qué entonces no mataba a tutiplén (no solo en España sino en el resto de países de nuestro entorno), durante un par de meses nada menos, hasta que decidió empezar a matar a saco de repente, en todos los países a la vez. 

    Si la mortalidad es del 1% (aprox.), por cada 99 casos de supuesta gripe (junto con asintomáticos o enfermos que no van al hospital, que son mayoría), debería haber un muerto. Que no hubo.


  8. en respuesta a Knownuthing
    -
    #13
    25/05/20 15:27
    "Tú y tus compañeros podéis pensar lo que queráis, pero la ciencia dice otra cosa."

    El problema de los estudios es cuando contradicen la experiencia personal. 
    Yo no tengo ningún problema en creer un estudio que dice que en Marte el cielo es verde. Pero para creer un estudio que dice que el cielo es verde EN LA TIERRA, ese estudio debe explicarme PORQUE yo lo estoy viendo azul. Y si no me lo explica, me va a perdonar usted, pero es una mierda de estudio.

    Usted puede decidir no creerme, al fin y al cabo yo soy un forero anónimo en internet. Si es asi, dígamelo "no creo lo que dice" y abandono la discusión. 
    Si me cree, al menos con el propósito de conversar, no argumente todas mis experiencias como "excepcionales", es un pobre argumento.

    Gente inmune no hay a no ser la que ha pasado la infección y tiene anticuerpos. Con suficiente dosis de virus se contagia todo el mundo no expuesto anteriormente. Lo que sí hay es gente que presenta mayor resistencia a la infección que otra y no se infecta en condiciones en que otros sí
    Gente inmune o tan resistente que da igual, si existe. Yo los tengo en mi casa. 
    Si tras 15 días de continuo contacto con un enfermo, marital y familiar, compartir vasos, besos y abrazos, y cama, no te contagias, no desarrollas la enfermedad y no desarrollas anticuerpos, explíqueme usted que diferencia hay entre eso y la inmunidad.

    Perdona, pero el positivo en un test no significa que la gripe de febrero fuera coronavirus. Se puede perfectamente haber pasado la gripe en febrero y el coronavirus asintomático en marzo o abril.

    La probabilidad de que de un grupo de personas que tuvieron gripes "raras" en febrero, TODAS cogieran el coronavirus mas tarde de manera TOTALMENTE ASINTOMATICA de manera que dieran positivo en IgG, es esencialmente NULA.

    La gripe de este año tuvo su pico a finales de enero por lo que la gran mayoría de los casos de febrero fueron gripe real y no coronavirus
    Mi contacto con la sanidad publica en Febrero me mostro claramente que no habia casos de coronavirus porque no habia interes en detectarlos. No es que no hicieran tests, NO HACIAN NI PREGUNTAS. Esta experiencia ha sido la misma con cuantas personas he tenido la oportunidad de contrastarlo.


    Hay un estudio con 28 genomas de virus de pacientes españoles que indica que hubo múltiples introducciones de los tres clados S, G y V en España, y que el primero que se detecta es el S en torno al 14 de Febrero en Madrid, y el G en torno al 18 de Febrero. Pudo haber llegado unos días antes, pero no un mes antes.
    Si mal no recuerdo el primer muerto por coronavirus en España fue el 13 de Febrero. Lo que le decia antes de los estudios.

  9. en respuesta a Packo33
    -
    Top 100
    #12
    25/05/20 12:18
    Packo33,
    para mi es obvio que hay un % de la poblacion resistente o inmune.
    Gente inmune no hay a no ser la que ha pasado la infección y tiene anticuerpos. Con suficiente dosis de virus se contagia todo el mundo no expuesto anteriormente. Lo que sí hay es gente que presenta mayor resistencia a la infección que otra y no se infecta en condiciones en que otros sí. No existe ninguna evidencia que indique que haya un porcentaje significativo de la población que no pueda infectarse, más bien lo contrario. Como indica Fleischman la evidencia es que en presencia de un supercontagiador en un espacio cerrado la gente cae como moscas.
    En mi lugar de trabajo hubo un numero inusual de bajas por "gripe" en febrero, ahora tras los tests, se van confirmando que esas "gripes" fueron coronavirus.
    Perdona, pero el positivo en un test no significa que la gripe de febrero fuera coronavirus. Se puede perfectamente haber pasado la gripe en febrero y el coronavirus asintomático en marzo o abril.

    La gripe de este año tuvo su pico a finales de enero por lo que la gran mayoría de los casos de febrero fueron gripe real y no coronavirus. Hay una pequeña joroba inusual en los casos de gripe de finales de febrero y principios de marzo que sugiere que a los casos de gripe por aquel entonces se le estaban sumando los primeros casos de coronavirus por su sintomatología parecida.

    Epidemia de gripe de esta temporada.
    Epidemia de gripe de esta temporada.

    Pero además tenemos los estudios genómicos. El coronavirus muta con rapidez y se han secuenciado miles de secuencias a partir de pacientes de todo el mundo con lo que se puede saber de donde viene el virus y la fecha aproximada a partir de su relación con secuencias parentales y la velocidad de mutación. Hay un estudio con 28 genomas de virus de pacientes españoles que indica que hubo múltiples introducciones de los tres clados S, G y V en España, y que el primero que se detecta es el S en torno al 14 de Febrero en Madrid, y el G en torno al 18 de Febrero. Pudo haber llegado unos días antes, pero no un mes antes. El coronavirus circulaba por España la segunda mitad de febrero y el número de infectados entonces hacía que las probabilidades de contagiarse fueran muy bajas. Tú y tus compañeros podéis pensar lo que queráis, pero la ciencia dice otra cosa.

    Gráfico del País sobre la filogenia del clado S en España
    Gráfico del País sobre la filogenia del clado S en España

    Phylodynamics of SARS-CoV-2 transmission in Spain
    "El origen de los grupos S-España y G-España se estimó en España alrededor del 14 y 18 de febrero de 2020, respectivamente, con una posible ascendencia de S-España en Shanghai."
  10. en respuesta a Soynylo
    -
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    #11
    25/05/20 10:46
    Hola Nylo, no seré yo quien defienda al gobierno, jeje, pero en estos casos siempre es mejor pecar de prudencia. Hay que cortar por lo sano. (Aunque se hiciera muy tarde.)

    Es cierto que algunas medidas eran absurdas desde el punto de vista epidemiológico. Por ejemplo, que un matrimonio al viajar en el coche, tuviera que ir uno delante, otro atrás, y ambos con mascarillas. Supongo que esto, que es obvio, ya lo sabían, pero la medida permite evitar que vaya gente en coche con la excusa de que viven juntos (aunque no fuera cierto). Quiero pensar que muchas de estas medidas absurdas (desde el punto de vista sanitario) tenían una motivación práctica.

    Ahora sabemos que los niños no presentan tanto riesgo de contagio como los adultos, pero esto es atípico, lo normal es que los niños contagien muy bien las enfermedades, por lo que se hizo bien en cerrar colegios y guarderías, con la información que se tenía entonces. Incluso aunque ya se supiera del poco riesgo de los niños (imagino que Simón y compañía tienen este tipo de información antes de que se divulgue en internet), el hecho de tener los colegios abiertos supone un trasiego de adultos que habría que evitar.

    Una cuarentena en pueblos de diez habitantes, donde la mitad son familia y no se hablan con la otra mitad, y donde la única manera de que llegue el virus es con la UME que va a vigilar la cuarentena, es absurda, pero es peligroso y difícil tener una norma con muchas excepciones. Y, además, se quería dar una imagen de mucho peligro, para que la gente se asustara y se quedara en casa... si permites todo aquello que no entraña riesgo, te queda una alarmita en lugar de una alarma y mucha gente no se lo tomaría en serio.

    Y lo mismo para actividades al aire libre, etc. 
  11. en respuesta a Packo33
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    Top 100
    #10
    25/05/20 10:29
    De las dos posibilidades (a saber: que haya una mayoría de gente inmune o que haya una mayoría de gente que contagia poco), la primera opción no se sostiene cuando hay supercontagiadores. Para estos no parece que los demás tengamos inmunidad natural. Por ejemplo:

     https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-03-17/mujer-coreana-contagio-a-1-000-personas-coronavirus_2500147/

    Tampoco explicaría la facilidad de contagiarse en ambientes cerrados:

    https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2020-04-26/covid-19-sars-cov-2-coronavirus-oficina-trabajo-corea-del-sur_2566035/ (si vas al estudio del que se habla en la noticia, hay más detalles.)

    Ni la alta prevalencia de infección en colectivos muy expuestos puesto que la inmunidad natural debería ser, en principio, independiente de la profesión. Si estás en primera línea sin protección, el contagio es seguro.

    Por último, el pareto de poca gente que contagia mucho y mucha gente que contagia poco, se observó en las epidemias de SARS y MERS.


  12. #9
    25/05/20 09:56
    Hace ya varias semanas del inicio de la desescalada y no me consta que exista ninguna comunidad autónoma que haya evolucionado a peor, a pesar del paulatino levantamiento de restricciones. Quizá si se levantasen TODAS las restricciones habría segunda oleada, es difícil de saber (pones algunos ejemplos de lugares donde así ha sido, pero entiendo que no son los únicos lugares que han quitado el estado de alarma y en otros no ha sucedido eso), pero lo que sí parece claro a la vista de los datos en España desde el inicio de la desescalada es que algunas de las medidas que aquí adoptamos sí eran exageradas. Porque esas medidas ya hace tiempo que no están, y seguimos mejorando.
  13. en respuesta a Knownuthing
    -
    #8
    25/05/20 01:07
    No sugiero que la muestra que yo conozco de primera mano sea representativa,  pero para mi es obvio que hay un % de la poblacion resistente o inmune. 

    Dices "La rapidez con la que se extendió la pandemia sugiere que hay muy pocas personas que tengan resistencia natural a la infección"

    Hablar de rapidez es relativo. 
    En mi lugar de trabajo hubo un numero inusual de bajas por "gripe" en febrero, ahora tras los tests, se van confirmando que esas "gripes" fueron coronavirus.
    Para mi es evidente, que el virus lleva extendiendose en España desde Enero. Segun mi experiencia eso es indiscutible.
    Y sin embargo parece que en enero y febrero no hay un incremento significativo de muertes respecto al año pasado.
    Eso es indicativo de que SI hay un % significativo de población resistente. El virus tuvo que llegar a la poblacion sensible, residencias y ancianos en general, para que el numero de muertes se disparara.
  14. en respuesta a Packo33
    -
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    #7
    24/05/20 20:54
    Packo 33,

    Es muy poco probable que haya un 75 % de gente resistente a la infección. Yo creo más probable que se aplique lo que hemos estado comentando Camilort y yo. Hay un porcentaje elevado de gente que no contagia a nadie, probablemente la mayoría, mientras que una minoría es responsable de la mayoría de los contagios. Si solo una persona se infecta en la familia, y además es asintomática las probabilidades más altas es que no contagie a nadie. La rapidez con la que se extendió la pandemia sugiere que hay muy pocas personas que tengan resistencia natural a la infección.

    Este artículo de la revista Science dice:
    La infección sustancial no documentada facilita la rápida diseminación del nuevo coronavirus (SARS-CoV2)

    Por persona, la tasa de transmisión de infecciones indocumentadas fue del 55% de las infecciones documentadas ([46% –62%]), sin embargo, debido a su mayor número, las infecciones indocumentadas fueron la fuente de infección para el 79% de los casos documentados. Estos hallazgos explican la rápida propagación geográfica del SARS-CoV2 e indican que la contención de este virus será particularmente difícil.
    En Román Paladín, los infectados asintomáticos o con síntomas leves son la mitad de contagiosos que los sintomáticos, pero como hay tantos, son responsables del 80 % de las infecciones.

    ¿Por qué hay gente que no infecta y gente que infecta mucho? No se sabe, pero se piensa que tiene que ver con el número de viriones (partículas infecciosas) que libera la persona, y esto varía mucho durante el curso de la enfermedad y de una persona a otra en función de su respuesta inmunológica, su tolerancia a la infección, y si tose o habla mucho y muy alto.

    El problema con esta enfermedad es que no hay forma de saber si la persona que tienes cerca está esparciendo virus o no.
  15. en respuesta a Knownuthing
    -
    #6
    24/05/20 20:31
    Knownuthing, agradezco tu respuesta tan detallada y documentada, as usual.
    El artículo de Science está muy bien y explica la situación en la que nos encontramos; uniendo esto a tus comentarios sobre los aerosoles la conclusión a la que llego es que hay que evitar los sitios cerrados y sobre todo las concentraciones donde se cante o se hable fuerte, para una audiencia; vamos que lo de los teatros, reuniones de empresa en plan kick-off y por supuesto mítines varios, políticos o religiosos, totalmente descartados aunque los permitan con mayor o menor limitación de aforo nuestras amadas y nunca bien ponderadas autoridades.
    Tendré que acabar viendo Contagio, aunque lo iba retrasando porque ya tenemos bastante con la realidad. En la línea, recomiendo  el episodio 5 de la temporada 2 de Viajeros/Travelers, donde bordan la situación que vivimos y está rodada hace unos tres años -está disponible en Netflix-
  16. #5
    24/05/20 19:27
    El numero de positivos no cuenta toda la película.
    En mi casa, cuatro personas nos hemos hecho el test. Una da positivo en IgG, paso la enfermedad a final de febrero.
    Las otras tres, DAN NEGATIVO. 
    Otras experiencias comentadas con gente, ahora que se están haciendo test por iniciativa privada, van por ese camino: 
    Es evidente que hay un porcentaje de población que, incluso en contacto intenso con el virus, no desarrolla la enfermedad. Son inmunes "de serie", o resistentes, o como quiera usted llamarlo.

    En mi pequeña muestra, ese porcentaje de poblacion es del 75%.
  17. en respuesta a Camilort
    -
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    #4
    24/05/20 13:43
    Interesante comentario, Camilort.

    Se sabe desde hace mucho, y particularmente desde los tiempos del SIDA, que en las enfermedades infecciosas una parte de los infectados es responsable de la mayoría de los contagios. Popularmente se expresó como la regla del 20/80, el 20 % de los infectados es responsable del 80 % de los contagios. Pero obviamente es variable de una enfermedad a otra. En el caso de las enfermedades de transmisión aérea el estudio más importante en definir la heterogeneidad de la respuesta de la población fue publicado tras al pandemia de SARS por Lloyd-Smith et al., en 2005:
    Supercontagio y el efecto de la variación individual en la aparición de enfermedades.
    La epidemia de SARS dejó claro que había supercontagiadores que contagiaban a mucha gente y otros que no contagiaban a nadie. Lloyd-Smith et al., 2005 describen el modelo introduciendo el concepto de la variable "número de reproducción individual" v, cuya distribución de probabilidad sigue un modelo binomial negativo que depende del indice de reproducción R0 y del parametro de dispersión k. Este parámetro mide la homogeneidad de la población ante la infección. Para k=1 la población es homogénea y el 20 % de los infectados causa el 20 % de los contagios. Para k=0,1 la población es muy heterogénea y el 20 % de los infectados causa el 90 % de los contagios. Cuanto menor es k, menor es la probabilidad de que a partir de un único infectado se produzca un brote y las introducciones de un contagiado en una población susceptible suelen terminar en extinción del patógeno. A cambio si se produce un brote este suele ser más explosivo.

    Para los que no quieran una explicación técnica recomiendo la película "Contagio" de Steven Soderbergh donde Gwyneth Paltrow es una supercontagiadora.

    En el caso del brote de SARS de Singapur Lloyd-Smith et al., 2005 determinan que el 73 % de los infectados tuvo una v<1 (no contagiaron a nadie), mientras que el 6 % eran altamente infecciosos (v>8), de donde determinan que la k=0,16 (población muy heterogénea). Eso explica que la mayoría de los brotes del SARS se extinguieran y mucha gente expuesta no se contagiara. Este no es el caso del COVID, por lo que yo no estoy de acuerdo en que la k del COVID sea menor que la del SARS, y esa es también la opinión de algunos expertos al respecto. En el COVID hay muchísimos contagios familiares, lo que indica que mucha gente contagia a alguien, por lo que la k no puede ser muy baja.

    Yo llevo desde el principio de la pandemia advirtiendo del riesgo de los aerosoles y diciendo que lo de que solo se contagia por gotitas (que es lo que dice nuestro gobierno y la OMS) no es cierto. La hipótesis más sólida es que los supercontagiadores producen una alta cantidad de aerosoles infecciosos al hablar, lo que viene apoyado por el hecho de que prácticamente todos los casos de supercontagio identificados han tenido lugar en espacios cerrados. Ni las mascarillas faciales, ni la distancia de seguridad protegen de los aerosoles. Tan solo la ventilación protege. Eso y el pasar el menor tiempo posible en espacios cerrados donde hay gente.

    Reproduzco por su interés el artículo de la revista Science en que se apoya el artículo que pones, y que es mucho mejor al respecto, pero dejando claro que yo no estoy de acuerdo con que la k del COVID sea inferior a la del SARS:

    ¿Por qué algunos pacientes con COVID-19 infectan a muchos otros, mientras que la mayoría no propaga el virus?

    Science, 19 de mayo de 2020.

    Cuando 61 personas se reunieron para una práctica de coro en una iglesia en Mount Vernon, Washington, el 10 de marzo, todo parecía normal. Durante 2,5 horas los coristas cantaron, comieron galletas y naranjas y cantaron un poco más. Pero uno de ellos había estado sufriendo durante 3 días por lo que parecía un resfriado, y resultó ser COVID-19. En las siguientes semanas, 53 miembros del coro se enfermaron, tres fueron hospitalizados y dos murieron, según un informe del 12 de mayo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU que reconstruyó meticulosamente la tragedia.

    Se han producido muchos "eventos de supercontagio" similares en la pandemia de COVID-19. Una base de datos de Gwenan Knight y colegas de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) enumera un brote en un dormitorio para trabajadores migrantes en Singapur relacionado con casi 800 casos; 80 infecciones vinculadas a locales de música en vivo en Osaka, Japón; y un grupo de 65 casos resultantes de las clases de zumba en Corea del Sur. Los grupos también se han producido a bordo de barcos y hogares de ancianos, plantas empacadoras de carne, estaciones de esquí, iglesias, restaurantes, hospitales y prisiones. A veces, una sola persona infecta a docenas de personas, mientras que otros grupos se desarrollan a través de varias generaciones de propagación, en múltiples lugares.

    Otras enfermedades infecciosas también se propagaron en grupos, y con cerca de 5 millones de casos de COVID-19 reportados en todo el mundo, se esperaban algunos brotes importantes. Pero el SARS-CoV-2, al igual que dos de sus primos, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), parece especialmente propenso a atacar a grupos de personas estrechamente conectadas mientras evita a otros. Es un hallazgo alentador, dicen los científicos, porque sugiere que
    restringir las reuniones en las que es probable que ocurra un supercontagio tendrá un gran impacto en la transmisión, y que otras restricciones, por ejemplo, en la actividad al aire libre, podrían aliviarse.

    "Si puede predecir qué circunstancias están dando lugar a estos eventos, las matemáticas muestran que realmente puede reducir muy rápidamente la capacidad de propagación de la enfermedad", dice Jamie Lloyd-Smith, de la Universidad de California en Los Ángeles, quien ha estudiado La propagación de muchos patógenos. Pero los eventos de supercontagio son poco conocidos y difíciles de estudiar, y los hallazgos pueden provocar angustia y temor al estigma en los pacientes afectados.

    La mayor parte de la discusión sobre la propagación del SARS-CoV-2 se ha concentrado en el número promedio de nuevas infecciones causadas por cada paciente. Sin distanciamiento social, este número de reproducción (R) es aproximadamente tres. Pero en la vida real, algunas personas infectan a muchas otras y otras no transmiten la enfermedad en absoluto. De hecho, esta última es la norma, dice Lloyd-Smith: “El patrón consistente es que el número más común es cero. La mayoría de las personas no transmiten".

    Es por eso que además de R, los científicos usan un valor llamado factor de dispersión (k), que describe cuánto se agrupa una enfermedad. Cuanto más baja es k, más transmisión proviene de un pequeño número de personas. En un artículo seminal de Nature de 2005, Lloyd-Smith y sus coautores estimaron que el SARS, en el que el supercontagio desempeñaba un papel importante, tenía una k de 0.16. La k estimada para MERS, que surgió en 2012, es de aproximadamente 0,25. En la pandemia de gripe de 1918, por el contrario, el valor era de aproximadamente uno, lo que indica que los grupos jugaron un papel menor.

    Las estimaciones de k para el SARS-CoV-2 varían. En enero, Julien Riou y Christian Althaus de la Universidad de Berna simularon la epidemia en China para diferentes combinaciones de R y k y compararon los resultados con lo que realmente había tenido lugar.
    Llegaron a la conclusión de que k para COVID-19 es algo mayor que para SARS y MERS. Eso parece correcto, dice Gabriel Leung, modelador de la Universidad de Hong Kong. "No creo que esto sea como el SARS o el MERS, donde observamos grandes grupos de superdifusión", dice Leung. "Pero ciertamente estamos viendo muchos grupos concentrados donde una pequeña proporción de personas son responsables de una gran proporción de infecciones". Pero en un preprint reciente, Adam Kucharski de LSHTM estimó que k para COVID-19 es tan bajo como 0.1. "Probablemente alrededor del 10% de los casos conducen al 80% de la propagación", dice Kucharski.

    Eso podría explicar algunos aspectos desconcertantes de esta pandemia, incluido por qué el virus no despegó en todo el mundo antes de su aparición en China, y por qué algunos casos muy tempranos en otros lugares, como uno en Francia a fines de diciembre de 2019, informado el 3 de mayo, aparentemente no logró producir un brote más amplio. Si k es realmente 0.1, entonces la mayoría de las cadenas de infección desaparecen por sí solas y el SARS-CoV-2 necesita ser introducido sin ser detectado en un nuevo país al menos cuatro veces para tener una posibilidad uniforme de establecerse, dice Kucharski. Si la epidemia china fue un gran incendio que envió chispas volando alrededor del mundo, la mayoría de las chispas simplemente se desvanecieron.

    Por qué el coronavirus se agrupa mucho más que otros patógenos es "una pregunta científica abierta realmente interesante", dice Christophe Fraser, de la Universidad de Oxford, quien ha estudiado supercontagio en el ébola y el VIH. Su modo de transmisión puede ser un factor. El SARS-CoV-2 parece transmitirse principalmente a través de gotas, pero
    ocasionalmente se propaga a través de aerosoles más finos que pueden permanecer suspendidos en el aire, permitiendo que una persona infecte a muchos. La mayoría de los grupos de transmisión grandes publicados "parecen implicar la transmisión de aerosoles", dice Fraser.

    Las características de los pacientes individuales también juegan un papel importante. Algunas personas dispersan muchos más virus y durante un período de tiempo más largo que otros, tal vez debido a las diferencias en su sistema inmunitario o la distribución de los receptores de virus en su cuerpo. Un estudio de personas sanas de 2019 mostró que algunos exhalan muchas más partículas que otros cuando hablan. (El volumen al que hablaron explicó algunas de las variaciones). Cantar puede liberar más virus que hablar, lo que podría ayudar a explicar los brotes del coro. El comportamiento de las personas también juega un papel. Tener muchos contactos sociales o no lavarse las manos lo hace más propenso a transmitir el virus.

    El factor que los científicos están más cerca de entender es dónde es probable que ocurran los grupos COVID-19.
    "Claramente, existe un riesgo mucho mayor en espacios cerrados que en el exterior", dice Althaus. Investigadores en China que estudian la propagación del coronavirus fuera de la provincia de Hubei, zona cero para la pandemia, identificaron 318 grupos de tres o más casos entre el 4 de enero y el 11 de febrero, solo uno de los cuales se originó al aire libre. Un estudio en Japón encontró que el riesgo de infección en interiores es casi 19 veces mayor que en exteriores. (Japón, que fue atacado temprano pero que mantuvo la epidemia bajo control, ha construido su estrategia COVID-19 explícitamente en torno a evitar grupos, aconsejando a los ciudadanos que eviten espacios cerrados y condiciones de hacinamiento).

    Algunas situaciones pueden ser particularmente arriesgadas. Las plantas empacadoras de carne son probablemente vulnerables porque muchas personas trabajan juntas en espacios donde la baja temperatura ayuda al virus a sobrevivir. Pero también puede ser relevante que tienden a ser lugares ruidosos, dice Knight. El informe sobre el coro en Washington le hizo darse cuenta de que una cosa vincula numerosos grupos: sucedieron en lugares donde la gente grita o canta. Y aunque las clases de Zumba se han relacionado con brotes, las clases de Pilates, que no son tan intensas, no lo han sido, señala Knight. "Tal vez la respiración lenta y suave no es un factor de riesgo, pero la respiración y los gritos pesados, profundos o rápidos sí lo son".

    El tiempo también juega un papel. La evidencia emergente sugiere que los pacientes con COVID-19 son más infecciosos por un corto período de tiempo. Entrar en un entorno de alto riesgo en ese período puede desencadenar un evento de supercontagio, dice Kucharski; "Dos días después, esa persona podría comportarse de la misma manera y no verías el mismo resultado".

    Los países que han vencido el virus a niveles bajos deben estar especialmente atentos a los eventos de supercontagio, ya que pueden deshacer fácilmente las ganancias obtenidas con tanto esfuerzo. Después de que Corea del Sur relajó las reglas de distanciamiento social a principios de mayo, un hombre que luego dio positivo por COVID-19 visitó varios clubes en Seúl; Los funcionarios de salud pública se apresuraron a identificar miles de posibles contactos y ya han encontrado 170 nuevos casos.

    Si los trabajadores de salud pública supieran dónde es probable que ocurran los grupos, podrían tratar de evitarlos y evitar cerrar partes amplias de la sociedad, dice Kucharski. "Los cierres son una herramienta increíblemente poco afilada", dice. "Básicamente estás diciendo: no sabemos lo suficiente sobre dónde está ocurriendo la transmisión para poder atacarla, por lo que solo vamos a prohibirlo todo".

    Pero estudiar grandes grupos de COVID-19 es más difícil de lo que parece. Muchos países no han recopilado el tipo de datos detallados de rastreo de contactos necesarios. Y los cierres han sido tan efectivos que también le robaron a los investigadores la oportunidad de estudiar eventos de supercontagio. (Antes de los cierres, "probablemente había una ventana de oportunidad de 2 semanas en la que se podrían haber recopilado muchos de estos datos", dice Fraser).

    La investigación también es propensa a sesgos, dice Knight. Es más probable que las personas recuerden asistir a un partido de baloncesto que, por ejemplo, cortarse el pelo, un fenómeno llamado sesgo de recuerdo que puede hacer que los grupos parezcan más grandes de lo que son. Los grupos que tienen un ángulo social interesante, como los brotes en las cárceles, pueden obtener una mayor cobertura mediática y, por lo tanto, saltar a los investigadores, mientras que otros permanecen ocultos. Se pueden pasar por alto grupos de infecciones principalmente asintomáticas.

    La privacidad es otra preocupación. Desenredar los vínculos entre pacientes puede revelar quién estaba en el origen de un grupo o exponer información sobre la vida privada de las personas. En su informe sobre el coro, los CDC omitieron un mapa de asientos que podría mostrar quién trajo el virus a la práctica. Algunos clubes involucrados en el nuevo grupo de Corea del Sur eran lugares gay, lo que resultó en una reacción antigay e hizo que la búsqueda de contactos fuera más difícil.

    Fraser, que rastrea la transmisión del VIH en África mediante la secuenciación de muestras de virus, dice que es un compromiso difícil, pero que se puede manejar a través de una buena supervisión y la implicación con las comunidades. Los epidemiólogos tienen "el deber" de estudiar los grupos, dice: "Comprender estos procesos mejorará el control de infecciones, y eso mejorará todas nuestras vidas".

  18. en respuesta a Cocacolaez
    -
    Top 100
    #3
    24/05/20 12:36
    Cocacolaez,

    Como indico en el artículo, la susceptibilidad de la población parece ser el factor más importante, pero entrar en el periodo invernal en el Hemisferio Sur indudablemente es un factor negativo. Ello hace que las medidas de distanciamiento social sean aún más importantes. Brasil está teniendo serios problemas para controlar la primera ola y es un ejemplo de que en tiempos de crisis es esencial tener buena dirección política que tome las decisiones adecuadas pronto para reducir el impacto. En un editorial en The Lancet Bolsonaro fue declarado la mayor amenaza a la respuesta de Brasil al COVID. Iberoamérica se ha convertido en el cuarto pico de la pandemia tras los picos en Asia, Europa y los EEUU. En México se les ha disparado la epidemia también. Perú ha intentado hacer bien las cosas y no le ha funcionado. Esos tres países son los más afectados por lo que yo sé, pero los casos están subiendo en casi todos e incluso Chile está mostrando un crecimiento rápido recientemente, lo que ha llevado a endurecer las medidas de restricción.
  19. #2
    24/05/20 00:06
    Buenas noches know

    Después de leer el post me queda una duda importante.....y que pasa ahora con nuestros hermanos latinoamericanos? viendo que comienzan ahora el invierno en el  hemisferio sur (bajada de temperaturas, menos sol para la vitamina D, etc....). Leyendo los datos de contagios y muertes ya hay alguno como Brasil que parece que se esta descontralando el tema.

    Un saludo y muchas gracias por tus post 
  20. #1
    23/05/20 17:44
    Gracias Know. Incierto se presenta el futuro con la calidad de la gestión que aquellos que deben ocuparse del bien de sus gobernados han demostrado hasta ahora; lamentablemente la alternativa, esto es la auto-organización o prevención que propones, no me parece una opción realista.
    Los casos que comentas son preocupantes aunque quiero creer que habrá otros ejemplos de éxito en la línea de tu artículo sobre la influencia de la vitamina D y la baja incidencia en muchos otros países.
    Ayer leía un artículo (https://www.xataka.com/medicina-y-salud/algunos-pacientes-covid19-contagian-a-muchos-otros-parece-que-a-nadie-importancia-parametro-dispersion-k?utm_source=NEWSLETTER&utm_medium=DAILYNEWSLETTER&utm_content=POST&utm_campaign=22_May_2020+Xataka&utm_term=CLICK+ON+TITLE) que menciona un parámetro de dispersión, k, en relación a la diferencia de transmisión del virus según los individuos ya que se ha observado que algunos enfermos han contagiado a un número importante de personas y que otros no parecen tener esa capacidad. Si he entendido bien, el factor k es la parte de los enfermos responsable del contagio del 80% de personas y los cálculos hablan de k=0,1, es decir que un 10% de los enfermos serían responsables del 80% de las infecciones. El artículo original del estudio está en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3249525/#!po=0.431034
    Perdón por lo largo de mi comentario pero parece que todavía nos queda un largo camino para comprender el comportamiento epidemiológico de este virus y por tanto para ser efectivos en su prevención dejando de usar la fuerza bruta del aislamiento. Sería interesante probar en grupos de población o países qué estrategias preventivas funcionan además de por supuesto utilizar los datos disponibles de la experiencia reciente.
    Claro que para esto hacen falta gobernantes excelsos, algo que de momento no tenemos a nuestro alcance.