Nuevo terremoto bursátil, sólo que, esta vez, el epicentro está en nuestro mercado. El riesgo país lleva a los inversores a huir de la bolsa española, que ha sido, con diferencia, la que ha sufrido las mayores bajadas de toda Europa. El Ibex-35 se deja un 7,71% en la semana, cerrando en 10.103,30 puntos, un -17,34% por debajo de su máximo anual (12.222,50 puntos). Además, la caída se ha producido con un volumen importante de 30.250,00 millones de euros en todo el mercado. El menor mínimo intradía ha sido de 9.916,60 puntos (viernes) y el mayor máximo, 11.201,60 puntos (miércoles).
Todos los blue chips del selectivo español sufren importantes pérdidas: Telefónica, -5,33%; Iberdrola, -5,50%; Repsol Ypf, -7,73%; Bco. Santander, -10,34% y BBVA, -12,87%.
Las pérdidas anuales del Ibex-35, son ya del 15,38%.
Como decía, el resto de Bolsas europeas también ha registrado retrocesos de importancia aunque, comparados con la debacle de la española, no lo parezca tanto: el EuroStoxx 50, -5,23%; el Dax 30 de Fráncfort, -3,11%; el Ftse 100 de Londres, -2,46% y el Cac 40 de París, -4,70%.
En el corto plazo, no hay que descartar el que se produzca algún rebote, que los más profesionales pueden aprovechar para especular, pero, en general y mientras la situación no cambie, la tendencia de fondo es bajista, por lo que seguir cortos o aplazar las compras son, todavía, las mejores opciones.
¡¡¡Felices inversiones!!!