WORLD 4/12/2018
Se acaba el año y es hora de balance, también de estos blogs. Han sido publicados a un ritmo de dos al mes. Han salido según lo que me venía a la cabeza, también según lo que se prestaba atención en las publicaciones financieras, así como buscando lo que necesitaba para operar. El cómo operar, y también la ponderación con la realidad. Algo esencial, esto último, muy difícil de hacer y que suele ser un fallo usual. Y más para los que creemos o sentimos que la realidad no es algo cíclico y estático, que no sirven las recetas y los preconceptos de toda la vida, sino algo dinámico que cambia aceleradamente según transcurre el tiempo. Y a la que no toca otra, espabilarse y no quedarse "out". Toca ver el contenido y la cantidad de lo publicado en el año. Ahí van.
- Uno de Wyckoff
- Dos de correlaciones y quants
- Dos de inteligencia artificial apostando en juegos de azar
- Tres de trading y psicología
- Siete de Inflación, Fed y recesión.
- Ocho de volatilidad.
No tengo ni obligación, ni remuneración ni otro interés en la publicación de los blogs en forma de diarios más que me sirvan a mí para operar mejor. No pretendo operar con dineros ajenos, no busco los likes, ni pertenecer a un grupo de opinión y apoyo. Los hago públicos, porque me esfuerzo más, haciéndolos, y porque sigo las recomendaciones del psicólogo y trader Steenberger, que aconseja participar en abierto, escribir como se opera , y compartirlo. He seguido desde hace mucho los métodos de aprender de este psicólogo dedicado a la enseñanza y practica del trading y he asimilado sus libros leídos. Además que siempre me ha gustado leer diarios ajenos. De alguna manera me permiten levantar la cabeza de la mesa y ver lo que hacen y saben otros, mientras me centro y el diario ejerce su influencia sobre mí. Hay gente que además me agradece su publicación y esto es más que suficiente.
El diario se ha portado. Estoy contento con él. Veo los temas no predefinidos, sobre lo que se ha tratado y se lo agradezco. Me ha obligado a perfeccionarme, a avanzar, a encontrar sensores, ha sido un apoyo para crear nuevos sistemas. Mi operativa del que forma parte el diario se basa en seguir a rajatabla, un lema, un principio fundacional. Este es, "Primero se entiende el riesgo, luego se diseña un modelo de riesgo y por último se busca como operar eso".
Por la temática ahora revisada, el diario no se ha desviado de este lema. No solo se ha indagado en el mundo del trading, sino en la de las finanzas en general, teniendo este año un especial agradecimiento a aquellos operadores basados en la economía que se dedican a encontrar las causas de la recesiones, a sus cuantificaciones, a sus métodos, a sus fuentes de datos, a los economistas de la FED, tan culpables de todo, y tan impopulares. Han vuelto los jugadoras de casinos ahora en forma de robots inteligentes, han vuelto los matemáticos, también el uso de Excell. Todos han sido husmeados, cuanto se dedican a esto del riesgo y la apuesta. Si tuviera que elegir una palabra clave después de todo esto asociada al riesgo este año, no hay duda, sería la de "volatilidad".
Voy, a referirme al concepto de riesgo aplicado para cerrar el año. Voy a empezar desde después de la gran recesión americana hacia mediados de los años 30. No podemos entender lo que fue aquello, lo que duro el post-crack , influyo en más de tres generaciones por un suceso que duro pocos días. Es como si hubiera caído una bomba atómica, en USA, y hasta hoy en día, ha dejado un temor y taras psicológicas al inconsciente colectivo. Todavía se nombra este hecho para soltar augurios catastrofistas y tonterías varias, basadas en la irracionalidad del tipo de lo que llego alguna vez, volverá seguro. Como si siguiéramos nombrando la Atlántida barrida por las olas y no pudiéramos dormir tranquilos, con visiones sobre las que avisar.
Hablar de inversión en mediados de los treinta es hablar de portafolios para invertir. Emergen con ellos los gestores de portafolios de inversión. Los bancos organizan sus departamentos de inversión con dinero ajeno, y los gestores vienen del mundo académico, de las universidades privadas de economía y negocios. Los más famosos, que nos quedan en la memoria serán Graham y Keyness. Ambos llevaban una teoría encima que la trasladan a la composición de los portafolios, consecuentes con esas ideas previas, enseñadas, publicadas, que eran publicitadas en la prensa financiera de la época. En el caso de Graham, el periódico del Wyckoff controlado por su ex y donde Graham mete a su hermano publicista, para que se enrolle con ella, porque él quiere ser algo más que director del Magazine.
Entonces, los portafolios no se preocupaban del riesgo. Nunca se menciona algo parecido al riesgo ni como se mide. Se pagaba para que un supuesto experto eligiera muy bien. En Graham y Keynes no existía como ahora estudios de la varianza de las cotizaciones, ni mediciones de la posible variabilidad extrema en las cotizaciones. Eso es muchísimo posterior. Tiene que pasar la revolución quant y casi sesenta años, para cambiar de chip. Lo único que le preocupaba a Graham era medir la posible mayor pérdida que durara en el tiempo, algo que sin embargo no sabía cómo calcularlo, ni con que instrumento. Para Keynes el riesgo consistía en que en su portafolio no apareciese un activo que acabase siendo un "stuner", algo que su valor sin solución fuese cayendo de precio. Estamos hablando de algo de hace solo pocos años atrás.
Sin embargo desde hace mas de dos siglos los matemáticos europeos habían desarrollado instrumentos matemáticos como la teoría de probabilidades, y la estaban aplicando en la sociedad para multitud de funciones, e incluso con ello y la Martingala se apostaba en casinos, pero quedan pocos testimonios. Los portafolios americanos de la nueva banca de inversión ignoraban totalmente esto. Algo difícil de entender.
Hoy en día, como en estos diarios, el riesgo y su análisis y cálculo llena cada rincón de los despachos de los estrategas de los bancos de inversión. Están obsesionados con él, los periódicos financieros se llenan con artículos en base a este riesgo apenas tratado antes. El termino estrella que ya empezó el año pasado fue los portafolios ETFS de volatilidad VIX. Lo primero que hacen ahora para vender un portafolio es diseñarte un riesgo previsto, además ahora personalizado. La metodología es lo más parecido a quien te vende un traje, eso sí "pret a porter". Tiene tallas para todos. El siguiente avance asociado siempre a la palabra portafolio, es utilizar y asociar a portafolio el termino diversificación. Lo que se vende y hasta parece serio y con algo de sentido común, es el cuento de la cesta de los huevos de Caperucita, cuanto más cosas tengas menos riesgo, no hay límite en el mas, en el numero de activos donde cualquier razonable estimación este justificada. Da igual 5 que 50 que 500 que 20 índices apostados con 200 activos cada uno. Cuanto más cosas tengas se vende que mejor diversificado estarás y por tanto menos riesgos tendrás. Una patata estadística, una castaña irracional, una memez matemática, una manía de analfabeto, de apostador patán. Munguer , hace la mejor definición sobre esta actividad en un gestor de un portafolio value, los llama analfabetos financieros. Pero lo son matemáticos. Ni el más torpe estudio de correlaciones desligado de la realidad como los que se emplean consigue que 700 activos diversifiquen más que siete. La diversificación así usada es un lastre, más que una ayuda, y como decía mi abuelo, es ridículo ver a alguien donde y cuando no llueve paseando con el paraguas abierto porque algún día va a llover.
Lo siguiente es vender la personalización del control del riesgo, se te plantean unas cuestiones, tu sensibilidad frente al riesgo y se te coloca en un perfil, que escoge el cliente, como si eso tuviera algún viso con la realidad o como se mueven los activos cuando hay que abrir el paraguas. Las personas son clientes que ya por su propia voluntad han sido clasificados en tipos de riesgo, y se les da una cartera de renta fija y/o activos de renta variable. Se ha avanzado bastante de los treinta, pero no parece que demasiado.
Como ya se hablado mucho en los diarios de estos temas, no voy a repetirme. Voy a tratar lo que puede pasar con conceptos como diversificación y la palabra clave de este año asociado al riesgo que no puede ser otra que "volatilidad.".
A esto se añade que la verdadera razón de que hoy en día la volatilidad sea el instrumento generador moderno de los diseños de riesgo, no es más que porque tiene dos características únicas. Una es que se puede medir, entonces se puede cuantificar, y por lo tanto se puede enviar al software que hacen maravillas con los datos. Se puede computar. La otra característica es que la variabilidad tiende a agregarse a asociarse con la volatilidades siguiente y anterior, tiene esa característica, La volatilidad de hoy tiende a ser parecida a la de ayer, y la de mañana será parecido a la de hoy. No solo se puede computar sino que se le puede agregar "una cualidad de robustez" Es evidente que alguien que quiere diseñar y vender un portafolio donde el riesgo este estimado, con estos instrumentos es más fácil responder y empatar con graficas que es lo probable para dentro de tres meses si los datos que obtenemos son diarios.
Los portafolios que se hacían hasta antes de la crisis subprime, muchos de ellos tenían una parte de renta fija, en aras a una diversificación del riesgo, pero estos nueve últimos años han sido de una variabilidad mínima, desconocida hasta ahora. Una variabilidad mínima y constante, no conocida, no cíclica, no prevista, aunque yo sospecho que tienen que ver con la actuación de la FED, y su conducción suave del mercado. Un chup de chup de guiso lento muy controlado. Pero una variabilidad medible, computable y en cierta manera previsible y que tienen una correlación directa por ejemplo con invertir alcista en la bolsa
Un portafolio alcista con una variabilidad en chup. chupo no necesita de renta fija, no necesita "estabilizadores", no necesita instrumentos de divergencias para el riesgo. Pasa otra vez lo del paraguas abierto en días de sol, cuidado con llenarse de cosas superfluas. que lastren los beneficios. Técnicamente se ha podido perfectamente estos años construir portafolios alcistas a un plazo de 3 a 5 años solo de acciones con un riesgo bajísimo. Luego consiste en estar un poco más activo que lo de antes.
Tiene gracia, porque al final los dinosaurios del value Buffet y Munguer, están siendo los más modernos, los mas adaptativos con un portafolio de solo acciones sin diversificar, concentradas. Los dinosaurios, los mas adaptativos, y tecnológicos, suena extraño.
De la otra volatilidad, la del VIX apostado en futuros, ya se ha dicho bastante, imprescindible chequearla y desde aquí se tienen la convicción que sus apostadores fueron los causantes del golpe de Febrero, el tercer más rápido en caída no en magnitud de la historia financiera.
Pero, cuidado, la volatilidad es un instrumento muy poderoso, y se puede asociar al riesgo, pero no es el riesgo. No nos engañemos. Nunca vamos a poder abordar al riesgo. Tenemos que saber distinguir no solo entre los tipos de volatilidades y controlarlas con métodos distintos, sino además toca saber distinguir entre volatilidad e incerteza. Y la incerteza al tiempo que el entorno deja de ser cíclico va aumentando. Con la complejidad llega la incerteza también. El principal problema es que la incerteza no es medible por ahora.
Sobre los pelmas y apocalípticos, lo de siempre, seguirán con lo mismo, esperando algo que caiga. Están obsesionados con que la realidad se adapte a sus preconceptos y tienen que esperar a que algo pase para soltarnos otra vez la murga a toro pasado del por qué ha pasado. No suelen acertar además.
El uso de la tecnología, los sensores de medición de datos, amplían realidades y dan instrumentos a los inversores, pero no evitan la principal aversión del riesgo miope. Algo que no pueden, es acabar con el mayor problema de la inversión, que es psicológico, y que no es más que el sacrificar beneficios futuros por el dolor a pérdidas a corto plazo. Eso si que es de todos los tiempos.
Si no escribo otro, disfrutar las fiestas.