Zarandeada asimiso por el huracán de la reforma energética, Iberdrola presenta, no obstante, un aspecto más saludable que Endesa.
En el caso de esta compañía eléctrica, el ciclo de 40 días permanece en la fase ascendente, aunque el pasado viernes se activó la señal de su posible conclusión al romperse la línea horizontal situada en 3,93.
Vista la evolución del precio, al objetivo de subida situado entre 4,03 y 4,06 le asistía una rocosidad avasalladora. No menos formidable ha resultado la unión de las vibraciones de Gann localizadas el 9 y 12 de julio con el techo teórico (TT) pronosticado por la onda sinusoidal para el 10 de julio, mezcla que ha dispensado una "resistencia temporal" muy correosa.
Otro elemento decisivo lo constituye la divergencia bajista dibujada por el indicador de momento justo antes de la caída de estos dos últimos días.
En resumen, la fase ascendente del ciclo de 40 días parece herida de muerte. Estamos a la espera de que su defunción quede certificada por el oscilador de confirmación. Sin embargo, no podemos descartar que antes de ese desenlace asistamos a algún intento de rebote achacable al ciclo de 10 días.
Permanezcan atentos.