Vamos a completar el análisis de la empresa de la manzana deteniéndonos en este ciclo, que cumple 38 días de duración. Todavía se encuentra en su fase descendente. No obstante, el oscilador de confirmación está a punto de desencadenar una señal. Además, el precio ha sido capaz de romper al alza la línea de tendencia bajista trazada en el gráfico, lo cual cabe interpretar como una señal temprana de que podría haber concluido la fase descendente de este ciclo.
Así, voy ha elaborar el análisis como si ya se hubiera confirmado oficialmente el pase a la fase ascendente del ciclo. Aclarado este aspecto, podemos comentar que al cierre de la semana el precio se ha detenido exactamente en una pequeña resistencia natural (417,12-418,82) que no forma parte de los objetivos de subida de la fase ascendente, más ambiciosos. El primer objetivo genuino se sitúa entre 429,55 y 438,03. El siguiente se encuentra entre los niveles 454,97 y 460,62.
El indicador de momento ya ha formado una divergencia alcista con el precio que al menos ha forzado el rebote de los últimos días. No menos información nos depara la onda sinusoidal, cuya expresión actual proyecta el techo teórico (TT) del ciclo para el día 16 de mayo. Asimismo, cuatro vibraciones de Gann abren una ventana de oportunidad para la formación de un techo: las dos primeras aparecen los días 1 y 3 de mayo; las dos siguientes están fijadas para los días 15 y 16 de mayo.
Como ya he comentado, la señal gráfica de que disponíamos para alertarnos de forma temprana de la posible conclusión de la fase descendente del ciclo era una línea de tendencia bajista que se ha visto superada por el precio. En cualquier caso, los próximos días habrá que seguir de cerca el oscilador de confirmación para observar si corrobora el pase a la fase ascendente del ciclo.
Líneas musicales y logarítmicas
Voy a dedicar las próximas palabras a la exposición de un venerable y sencillo sistema de análisis gráfico que, sin la necesidad de complicadas exégesis técnicas, permite elucidar las zonas que para cualquier activo funcionarán como soporte y resistencia con mucho tiempo de antelación.
Me refiero a las líneas musicales y logarítmicas. Sobre las primeras, ya he enunciado alguna observación en mi otro blog. Recuerdo que aludía a la semejanza entre las matemáticas contenidas en el precio de las acciones y la estructura armónica matemática de la música. Los ritmos de la música, agradables al oído, se muestran en los patrones de precio que son agradables a la vista. Mediante la aplicación a los mercados del concepto de la octava musical, se pueden trazar unos niveles en los que el precio encontrará soporte y resistencia de forma alternativa.
En cuanto a las líneas logarítmicas, sólo puedo comentar que nacen de una determinada fórmula matemática y que su precisión también se me antoja notable.
Ambos tipos de líneas no guardan relación alguna con las clásicas técnicas de expansión o retroceso de Fibonacci. No afirmo que sean mejores que estas últimas; sostengo, en cambio, que atesoran al menos igual valor. Aunque, para ser totalmente sincero, me permito enarbolar una de las ventajas de este tipo de líneas sobre las que pueden extraerse de las técnicas de Fibonacci: basta con disponer de un mínimo o un máximo para su cálculo. Así de simple.
Como una imagen vale más que mil palabras, os dejo con el gráfico de Alpple al que he añadido estas líneas. Puede apreciarse su excelente labor predictiva. El precio, en su proceso cíclico de alzas y caídas, percute sobre ellas buscando soporte y resistencia. El punto a partir del cual he calculado las líneas corresponde al máximo marcado por Apple en su techo del ciclo de 4 años. Por cierto, la última línea que aparece en el gráfico es la duodécima línea musical. Lo digo porque son muy escasas las probabilidades de que, llegado el precio a sus inmediaciones (algo que ciertamente ya ha ocurrido), la rompa a la baja sin previamente haberse dado un muy fuerte rebote del precio.
Permanezcan atentos.
