Canon: Presentó resultados el lunes con una caída del 21% en los beneficios y una revisión a la baja de las previsiones para este año. Comparémoslo con las caídas que tomé en consideración a la hora de valorarla. La nueva previsión de beneficios para el año es de 375 mil millones de yenes, mientras que yo tomé como base de valoración para el año medio 365 mil millones. Es decir, si toda la caída de beneficios que conlleva la crisis es lo que la compañía dice ahora me habría quedado corto al valorarla, pues este año se supone que es año malo y no año medio. Por lo tanto, muy tranquilo con los resultados. La cotización ha estado loca esta semana, cayendo un día el 10% para luego subir un 18% y luego volver a bajar...
Sealed Air: Ha presentado resultados hoy antes de la apertura del mercado. Ha obtenido un beneficio neto de 5 céntimos por acción, pero quitando el resultado no recurrente (un coste del plan de reestructuración anunciado) queda en 28 céntimos, frente a 40 céntimos hace un año (caída del 30%). Las ventas han subido un 5%, principalmente por efecto divisa, de lo contrario habrían estado planas. La verdad es que esperaba un resultado mejor porque pensaba que la bajada del petróleo se habría notado, pero en este trimestre los precios de la resina alcanzaron el pico por cierto desfase temporal con el petróleo, lo que ha afectado a los resultados. Sin ese efecto los resultados habrían sido sólo un poco peores que hace un año, más o menos lo que esperaba. La cotización se ha hundido un 22% (en mi opinión exageradísimo), con lo que entra en la lista de candidatas a aumentar la posición en un futuro cercano.
Por cierto, a los accionistas de esta empresa que no tengan intención de vender a largo plazo (sino que les interesen los dividendos y su evolución) les interesa que la cotización se mantenga baja, porque hay unos bonos convertibles que sólo pagan el 3% de interés y con precio de conversión de 34$, con lo que si la acción está por debajo el bonista sale perdiendo (está cobrando una porquería de interés y la posibilidad de conversión no vale nada) en beneficio del actual accionista. Mejor devolverles el principal poco antes de que la conversión resulte rentable (y después de haberles chupado la sangre muchos años con la caca de interés) que diluir el capital de la compañía.