Metas: esas grandes desconocidas
Preparados listos ya, suena el pistoletazo de salida y los corredores comienzan a dar zancadas rápidamente. Pero ¿dónde se encuentra la meta?, ninguno de ellos lo sabe, solo saben que está hacia el norte.
Un disparate.
Todas las carreras, a menos que sea de esa modalidad específica, tienen una meta bien definida. Con esto no solo se consigue que puedan saber hacia donde correr sino también poder distribuir de la forma más eficiente las energías, todos y cada uno de los atletas. En caso de no haber sabido hacia donde correr, para cuando llegara el momento preciso de utilizar sus últimos recursos es posible que para ese momento ya fuera demasiado tarde, habiendo desperdiciado todas sus energías en intentar averiguar hacia donde correr.
En la vida diaria o en cualquier faceta de la misma la colocación de metas es una herramienta fundamental para conseguir antes aquello que anhelamos, aquello por lo que luchamos. Un simple caso para entender esto, si por ejemplo tu meta es jugar una final de la champion ligue y tienes 10 años, lo primero que deberías hacer es apuntarte a un equipo de futbol, entrenar duro y poco a poco intentar irte presentando a las pruebas que los equipos con más nombre vayan haciendo. Una vez allí..etc. Metas para que poco a poco puedas ir acercándote a aquello que quieres conseguir. De nada sirve, por ejemplo, querer esto mismo, jugarse una final de la champion ligue y quedarte en tu sofá esperando que llegue el día o por el contrario comprarte una entrada para una final y preguntar al entrenador de uno de los equipos si te deja jugar unos minutos. En el primer caso vemos como la falta de metas, y en este caso de movimiento, te hace imposible realizar tu sueño y en segundo conduciendo tus energías de una forma equivocada. Vemos como tener metas equivocadas o no tenerlas aunque tengas en mente la meta que quieres conseguir te puede reportar el mismo resultado que si no hicieras absolutamente nada.
¿Por qué son las metas necesarias para todo en la vida?
Yo creo que principalmente por dos cosas,
1- En primer lugar te hace andar hacia adelante, así de claro, simple pero evidente en la práctica. Si nos ponemos metas, lo que entendemos es que vamos a dar siempre pasos para mejorar, no hacia atrás. Si dejáramos a la casualidad el hecho de conseguir o no aquello que queremos podríamos sin darnos cuenta estar dando pasos de cangrejo y cuando nos hubiéramos dado cuenta haber retrocedido demasiado como para comenzar de nuevo.
2- Nos mantiene concentrados en los aspectos fundamentales de aquello que queremos conseguir, estando preparados y concentrados cuando las circunstancias vayan a nuestro favor. No desperdiciando oportunidades únicas que como sabemos, en muchos casos no vuelven otra vez.
Llevando esto a nuestro campo, el trading. Si nos establecemos metas podremos hacer de nuestro trading un trabajo más eficiente, ya que estaremos atentos de donde venimos pero lo que es más importante, hacia donde vamos. Metas como intentar ejecutar nuestras órdenes cuando se cumplan todos los parámetros que tenemos decididos, ejecutar nuestros stops en el momento que nuestro método lo diga y no dejándolos más allá, obtener x puntos diarios, etc.
Metas que, como vemos, siempre nos intentarán llevar hacia adelante. Podemos establecernos metas diarias, semanales o de más tiempo. Hasta que perfeccionemos aquello que queremos hacer y de esta manera hacer de nuestro trading un mejor compañero, modelando los aspectos más importantes.
Esto además, lo que nos va a obligar es a llevar un registro de nuestras operaciones y un diario de trading, estando 100% conscientes de nuestra operativa. Y no dejándola naufragar al azar.
Obviamente las metas que pongamos tienen que cumplir una serie de condiciones para que puedan ayudarnos y no realizar un efecto contrario.
Toda meta en la vida tiene que ser:
- De corto plazo: efectivamente, si queremos ir escalando poco a poco, tendremos que fijarnos no en la meta, sino en la siguiente piedra que tenemos que alcanzar. Ya que si nos vamos demasiado lejos puede que nos perdamos entre meta y meta. Si por algo funciona este aspecto, entre otros muchos es porque de esta manera nos mantenemos alerta teniendo ese aliciente que nos da el hecho de saber que tenemos rozando con los dedos aquello que queremos. Algo que no tendríamos si la meta buscada estuviera tan lejos que nos costara incluso verla. Tal y como les sucede a aquellos que no se ponen metas, que simplemente saben aquello que quieren conseguir pero les queda tan lejos que el solo hecho de pensar en el gran esfuerzo que tienen que hacer desde el kilómetro 0 hasta el 1000 les hecha por tierra cualquier esperanza. Si te pones metas cada 50 kilómetros, disfrutarás del viaje y podrás saber en qué punto te encuentras.
- Definida: que puedas entenderla. Y saber exactamente en qué consiste. Si tienes alguna duda, replantéate de nueva la misma ya que es muy posible que incluso una vez conseguida no sepas exactamente si era eso lo que querías o era otra cosa. Por tanto, define lo que quieres hacer. Cosas como “ser mejor trader”, no tienen ningún valor para ponerlos como meta.
- Realista: si sabes que acabas de empezar, tu meta no debería ser “ganar 1000 euros todos los días” ya que posiblemente ni por capital ni por experiencia podrás hacerlo. Si por algo nos sirven las metas es precisamente para darnos cuenta de donde estamos y bajarnos muchas veces los pies al suelo, así que no te valgas de ellas para seguir haciendo castillos en el aire. Lo único que conseguirás será desanimarte cuando veas que esa meta no se cumple.
Un truco, si ves que después de un tiempo no cumples aquella meta que estás buscando, baja a alguna más fácil, intermedia, para ver si de esta manera puedes coger impulso hacia lo que buscabas.
Solo espero, que con este mapa puedas seguir caminando sin perderte por la jungla de los mercados.
Buen trading.
