¿Cuál es el peor perfil que un inversor puede tener?, ¿de las peores cosas que puede pensar un trader?
La verdad es que de vez en cuando le doy vueltas a esto e intento llegar a una solución de este problema que se me plantea y necesito de nuevo vuestra ayuda, al igual que hicisteis con el post de “El trader ¿nace o se hace?”, como veis no está mal de vez en cuando pararse un poco taparse los odios del todo ruido que nos rodea y analizarse tanto a uno mismo como a la cabeza.
En el mercado típicamente hay varios tipos de traders, los frustrados, los sobrados, los miedosos y los impulsivos.
En el mercado, como es obvio, unos y otros se interrelacionan muchas veces contagiándose entre si la forma de actuar, el miedoso puede pasar por etapas de sobrado y viceversa.
Es el precio que tenemos que pagar al relacionarnos con otros participantes en el mercado. Cuestión de psicología de masas en muchos casos, por cierto, un muy buen libro sobre el tema, el del Sr. Le Bon.
No obstante, ¿Cuál de todas estas actitudes es peor para un trader?
Veamos uno por uno.
El frustrado: Persona en muchos casos un pelín más pesimista que la media, atraída a el mundo del trading por diversos factores, sea cual sea el motivo el hecho es que aquí está, un poco receloso pero está. Ya de por sí desconfiado, opera así desde un principio o quizá no, ya que es posible que haya encontrado algún método en el que confía, aunque como siempre, lo mira desde un punto de vista un tanto desconfiado, no crítico como tenemos que ser y más aquí, si no receloso.
El caso es que cuando por fin entra en el mercado, puede que después de una temporada o posiblemente desde el mismo principio, el mercado le da la razón, ese método que el tenía es poco menos que basura y una vez más, la vida le vuelve a dar la espalda, causa, efecto, la frustración.
Llegados a este punto, la ruleta empieza a dar vueltas ante una bonita gama de posibilidades para nuestro amigo, pero básicamente la resumo en 3.
Opción A. nuestro amigo se vuelve loco intentando que el mercado le devuelva su dinero, o bien aguantando una posición perdedora hasta la muerte, financiera imagino, o bien arriesgando demasiado doblando las posiciones o intentando realizar más operaciones de la cuenta.
Opción B. Una vez pulido el dinero, realiza otro ingreso con lo que volvemos de nuevo al proceso vivido en la opción A.
Opción C. Por diversos factores, nuestro amigo conjuga su perfil de frustrado con el de perfeccionista, con lo que podrá estar de suerte, no tiene el aguante suficiente ya que no se ve realizando una tarea que no es capaz de dominar a la perfección, y por ello al igual que con la mayoría de las tareas que intente aprender y requieran un mínimo esfuerzo, la abandonará.
El mejor favor, que posiblemente se haya hecho nunca y no sepa de su existencia jamás. Así de emocionante es la vida, aunque nosotros ahora juguemos a ser Amelie.
Un aviso para navegantes identificados con este perfil. Como toda reacción química, el cuerpo se acaba acostumbrando a ella, y la frustración en muchos casos para gente de este perfil llega a ser una especie de drogodependencia absoluta, por lo que será precisamente esta sensación la que los impulse una y otra vez a realizar trading, para sentir lo que ellos creen que es adrenalina.
Trader sobrado. Aquí distingo a tres clases de persona. En primer lugar el fanfarrón de naturaleza, sea que por su corpulencia prematura en los años de infancia esa actitud de abusón le haya durado hasta el día de hoy sin ningún motivo objetivo o por diferentes factores. La persona próspera en los negocios, sea por inteligencia social o por suerte. Y por último la persona superior a la media intelectualmente, hecho que le ha hecho desarrollar su ego también en una medida superior a la media.
Ve en el trading algo fácil, una forma muy rápida de hacer dinero. Esto le ha hecho lanzarse directamente a operar, en muchos casos sin los conocimientos necesarios para poder ejercer esta práctica con alguna garantía.
Después de las eventuales posibles ganancias, viene lo inevitable. La racha fuerte de pérdidas, aquí los dos primeros perfiles del sujeto clasificado como sobrado, el fanfarrón y el próspero en los negocios tienen todas las de perder, el primero por ignorancia tonta y el segundo por comparar el trading con sus negocios, creyendo que realizando aprovisionamientos podrá reajustarse la difícil situación.
El superior a la media intelectualmente, podrá tener varias salidas, volverse como el primer tipo de los sujetos, un frustrado o seguirá buscando el porqué de sus fallos, consiguiendo posiblemente la recompensa esperada.
Trader miedoso. Huidizo, asustadizo en muchos casos crédulo en demasía en un principio, pero receloso después. Este sería el perfil de nuestro tercer hombre.
Convencido, posiblemente, por un amigo con el perfil de sobrado a introducirse en el mundo de las inversiones, finalmente acepta , contra su voluntad.
Con más miedo que otra cosa, pero con el sentimiento de curiosidad morbosa, realiza sus primeras operaciones, quizá bajo la recomendación de su amigo.
Dependiendo de la influencia de aquel sobre el miedoso, será o no descapitalizado.
Miedo contra influencia malsana del amigo u otros consejeros sobrados.
Impulsivos.
Vio un anuncio, una película, una noticia y allí se fue empicado. A hacer trading. Podremos tener dos tipos diferentes en este perfil. Aquellos que gracias a este impulso les ha ido bien en la vida, aprovechando oportunidades que de otra forma no habrían podido tener y aquellos a los que este impulso, prácticamente les ha hecho ser esclavos de sus malas decisiones.
Los primeros tendrán el sesgo de sobrados y los segundos de frustrados. Por lo que una vez se haya dado el impulso inicial, tenderán hacia un lado u otro.
Estos son, según mi experiencia, los tipos de inversores que se acercan al mundo del trading.
¿Me he dejado alguno? ¿Cuál crees que es el más peligroso de todos?.
Como siempre. Te espero.