En el mundo financiero se suele equiparar riesgo al concepto de beta. A mi entender beta no tiene nada que ver con el riesgo para un inversor.
Vamos por partes. ¿Qué es beta?
Beta, lo que mide es la volatilidad de una acción, es decir cuán sensible es el precio de una acción en relación a la volatilidad del mercado en general. Las acciones con un beta de 1.0, tienen la misma volatilidad que el mercado. Las acciones con beta 1.3 quiere decir que cuando el mercado se mueve un 1%, la acción en concreto se mueve un 1,3%.
Para un inversor value, que compra participaciones en una empresa, que la acción sea más volátil o menos no tiene mucho que ver con riesgo sino con momentos de oportunidad. Lo que realmente constituye riesgo para una empresa no es el cambio del precio de su acción sino las perspectivas de generar flujos de caja en el futuro y las perspectivas de su negocio. Entre otras cosas, parece de sentido común que cuanto más barato compras una acción, menos riesgo estás asumiendo y no al revés como nos podría llevar a concluir el estudio de la beta de la acción.
En resumen: el riesgo lo tenemos que valorar mirando a la empresa y no al precio de la acción (otra cosa es que cuando tengamos una valoración hecha, nos fijemos en el precio y apliquemos un margen de seguridad, para evitar el riesgo de pagar demasiado).
En definitiva el riesgo de una empresa viene determinado por la probabilidad de que genere los flujos de caja que hemos estimado que generará en el futuro. Para entrar a valorar esto, yo me suelo fijar en 6 aspectos que comentaré en el próximo artículo.
Un saludo,
Nairan