Las empresas ganan un año para adaptar su software de facturación, pero la AEAT mantiene el objetivo de digitalizar todas las facturas.
Hacienda ha decidido dar un año más de margen a pymes y autónomos antes de que VeriFactu sea realmente obligatorio, retrasando la entrada en vigor efectiva del sistema al calendario 2026 (y ahora con anuncio de nueva prórroga hacia 2027 para determinados contribuyentes). Esto abre una ventana de oportunidad para planificar la adaptación con calma… pero también un riesgo: quien se duerma ahora, pagará la factura en sanciones y prisas después.
Hacienda ha decidido dar un año más de margen a pymes y autónomos antes de que VeriFactu sea realmente obligatorio, retrasando la entrada en vigor efectiva del sistema al calendario 2026 (y ahora con anuncio de nueva prórroga hacia 2027 para determinados contribuyentes). Esto abre una ventana de oportunidad para planificar la adaptación con calma… pero también un riesgo: quien se duerma ahora, pagará la factura en sanciones y prisas después.
Qué ha pasado con VeriFactu: la nueva prórroga
El Ministerio de Hacienda ha anunciado que retrasará un año la implantación obligatoria del sistema de verificación de facturas VeriFactu, que formaba parte del paquete de medidas contra el fraude ligado a la Ley Antifraude y al Reglamento de sistemas de facturación (Real Decreto 1007/2023).
El movimiento se articulará mediante un nuevo real decreto ley que ampliará los plazos de digitalización fiscal, dentro de las negociaciones políticas y del compromiso de “no asfixiar” a pymes y autónomos con cambios tecnológicos abruptos.
Hasta ahora, el calendario oficial fijaba tres hitos: 29 de julio de 2025 para que los proveedores de software tuvieran listos y homologados sus programas, 1 de enero de 2026 como fecha de obligación para sociedades y 1 de julio de 2026 para autónomos y pequeños negocios.
Con la nueva prórroga anunciada, la exigibilidad efectiva se desplaza un año y Hacienda baraja que las empresas que tributan por Impuesto sobre Sociedades pasen a estar obligadas a partir del 1 de enero de 2027, y el resto de profesionales y negocios desde el 1 de julio de 2027.
El movimiento se articulará mediante un nuevo real decreto ley que ampliará los plazos de digitalización fiscal, dentro de las negociaciones políticas y del compromiso de “no asfixiar” a pymes y autónomos con cambios tecnológicos abruptos.
Hasta ahora, el calendario oficial fijaba tres hitos: 29 de julio de 2025 para que los proveedores de software tuvieran listos y homologados sus programas, 1 de enero de 2026 como fecha de obligación para sociedades y 1 de julio de 2026 para autónomos y pequeños negocios.
Con la nueva prórroga anunciada, la exigibilidad efectiva se desplaza un año y Hacienda baraja que las empresas que tributan por Impuesto sobre Sociedades pasen a estar obligadas a partir del 1 de enero de 2027, y el resto de profesionales y negocios desde el 1 de julio de 2027.
Calendario actualizado de VeriFactu para pymes y autónomos
A efectos prácticos, el mapa de fechas queda en dos capas: por un lado, los fabricantes de software de facturación siguen obligados a tener soluciones compatibles y certificadas en 2025; por otro, la obligación real para emitir facturas bajo el estándar VeriFactu se traslada a 2026/2027 según tipo de contribuyente. Esto significa que el ecosistema tecnológico estará listo antes de que la AEAT empiece a exigir el cumplimiento masivo, algo clave para evitar caídas de sistemas en plena campaña fiscal.
De forma resumida, la situación queda así (con la prórroga):
- Proveedores de software: fecha límite de adaptación y homologación en torno al 29 de julio de 2025, manteniéndose el foco en garantizar soluciones estables y certificadas.
- Sociedades mercantiles (Impuesto de Sociedades): obligación de usar software compatible VeriFactu desde el 1 de enero de 2026 según el RD 254/2025, pero con extensión política ya avanzada hacia el 1 de enero de 2027.
- Autónomos, microempresas y profesionales: fecha oficial de obligatoriedad el 1 de julio de 2026, que se aplazaría igualmente al 1 de julio de 2027 con el nuevo real decreto ley.
Por qué Hacienda retrasa VeriFactu, y qué significa para tu negocio
Hacienda justifica el retraso en dos argumentos principales: dar más tiempo para adaptar sistemas informáticos y asegurar que exista una oferta suficiente de software certificado, estable y con garantías. Además, la experiencia con otros proyectos (como el SII o la factura electrónica B2B) ha demostrado que las implantaciones precipitadas acaban traduciéndose en errores masivos, incidencias técnicas y un coste político elevado.
Para pymes y autónomos, la prórroga es un “respiro”, pero no una excusa para dejar todo para el último trimestre de 2026 o 2027. El reglamento no desaparece: sigue vigente la obligación futura de utilizar programas que garanticen integridad, trazabilidad, huella digital y, en su caso, el envío automatizado de registros a la AEAT bajo la etiqueta VeriFactu.
Un año más para ponerte por delante
Para adelantarte a las medidas, asegúrate de:
- Revisar el software actual de facturación y preguntar al proveedor si dispone de hoja de ruta concreta de adaptación a VeriFactu, con fechas y certificaciones previstas.
- Planificar un cambio de herramienta si hoy trabajas con programas obsoletos u hojas de cálculo, aprovechando 2025–2026 como periodo de transición con formación interna incluida.
- Integrar desde ya buenas prácticas que serán obligatorias: numeración correlativa, registro inalterable, conservación segura de datos y emisión de facturas completas con los campos requeridos por el reglamento.
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