Nos fuimos a dormir el jueves con los malos resultados de Apple y Amazon, futuros del SP500 y del NDQ bajando nada más y nada menos que más de medio punto porcentual nada más conocerse la noticia:
Imágen del futuro mini-nasdaq posteada en twitter por @joancabrero
La jornada en Europa empezó en rojo, con un gap a la baja. Y desde las 12:30 se empezó a girar el mercado. Punto que culminó con la publicación a las 14:30 de un PIB USA mejor de lo esperado, de un 2% frente al 1,8% que esperaban los analistas. El problema sin embargo fue que este crecimiento del PIB se basó en el incremento del 9,6% de gasto público, 13% en defensa y el incremento del consumo privado. 3 factores que no se esperan sean sostenibles a largo plazo por motivos obvios. El gasto público no puede crecer un 9% trimestral y las familias, que no olvidemos han jugado una partida clave en esta crisis, no pueden seguir siendo el sustento de la economía, porque el consumo privado en estos niveles de crecimiento supone más endeudamiento del sector privado. Ya hacia las 4, se publicó el dato de confianza de la universidad de Michigan avanzó hasta los 82,6 puntos, por encima de los 78,3 de septiembre y lo que supone el nivel más elevado en los últimos cinco años, en concreto desde septiembre de 2007. Sin embargo, el dato quedó por debajo de las expectativas de los analistas que lo esperaban en 83 y frenó las verticales subidas y acabó por enfriar el mercado. Al acabar la sesión cierres en:
Dow Jones : +0,03%
S&P500 : -0,07%
Nasdaq : +0,06%
Dax: +0,44%
CAC40: +0,69%
Euro Stoxx :+0,51%
Ibex 35: -0,05%
FTSE 100: +0,03%
Conclusiones semanales: Tras una semana plagada de resultados por debajo de lo esperado, y lo que es peor, recortes de perspectivas para los próximos trimestres, tampoco ha sido tan mala. Los índices parece que rebotan en zonas de soporte y creo que seguiremos viendo subidas. Sobretodo por un factor importante que empiezo a observar en Europa. El mercado no se toma mal datos malos sobre Alemania, ya que descuenta que un empeoramiento de la economía Alemana podría alinear los intereses de los bávaros con el de los países más problemáticos de la unión y supondría el empujón que parece que falta para actuar con rapidez y agilidad.